La Asamblea Feminista denuncia la “incoherencia del Ayuntamiento” incluyendo el certamen de Chiclanera Mayor en el programa oficial de las fiestas

Este tipo de concursos “continúan fomentando la desigualdad y el machismo”.- 

La Asamblea Feminista de Chiclana ha mostrado su descontento con la decisión del gobierno de incluiren la programación oficial de la Feria de San Antonio, el certamen de Chiclanera Mayor: “Creemos, en base a los últimos acontecimientos, que la desvinculación en el pasado del Ayuntamiento de este certamen, no ha sido más que un lavado de cara”.

 

Añade que “es una total incoherencia por parte de este Consistorio, ya que en su momento dejó en manos exclusivamente privadas este evento, y ahora nos encontramos con que forma parte de la programación oficial y que se albergará en dependencias que son de toda la ciudadanía”.

 

En el anterior periodo corporativo el Ayuntamiento dejó en manos de la Asociación de Chiclaneras la celebración del certamen, quitándole el carácter institucional, pero según “incluir este evento en la selección oficial de las fiestas, así como su celebración en la caseta municipal, devuelven la apariencia de institucionalidad a un acto que fomenta los valores más caducos de nuestra sociedad”.

 

Manifiesta así mismo la Asamblea Feminista que “este tipo de actos no pueden tener cabida en el ámbito institucional. No podemos permitir que desde lo público se fomenten estos clichés tan trasnochados, que hacen retroceder a las mujeres cosificándolas”.

 

Agregó que “estamos seguras de que existen otras maneras y criterios para reivindicar los valores de nuestra ciudadanía, que no sean los del corsé que nos impone la sociedad, unos valores que no sean discriminatorios. Pensamos que en este certamen se podrían estar instrumentalizando a personas para maquillar el trasfondo real, que no es más que el de imponer un modelo de belleza asociado al heteropatriarcado”.

 

Para la Asamblea Feminista local este tipo de certámenes “no hacen más que reproducir los estereotipos machistas y estéticos de una sociedad, la heteropatriarcal, que dicta sus propias normas represivas en cuanto a cánones estéticos, unos cánones a los que las mujeres nos vemos especialmente sometidas”. Añade que “estos eventos continúan ofreciendo una imagen de la mujer estereotipada, que nos cosifica en base a criterios normativos que no son propios de una sociedad en evolución y que aspira a la igualdad de toda la ciudadanía”.