¿A quién debería desprestigiar la corrupción de una eurodiputada?
Félix de la Fuente [colaboraciones].-
No cabe duda de que el llamado Qatargate de facto está dañando la imagen del Parlamento Europeo y, de paso, la imagen de todas las instituciones de la UE, cumpliéndose el refrán de que muchas veces “pagan justos por pecadores”. Pero ¿quién debería pagar, sólo el corrupto o también el corruptor? ¿Y quién es realmente el corruptor?
Una vez que al delincuente le han pillado con las manos en la masa, está claro quién es el corrupto, pero en cuanto al corruptor, no lo tenemos tan claro, Las sospechas recaen ahora en Catar y en algún otro país. ¿Pero qué pasa con los partidos políticos que no han controlado o incluso han contribuido a crear las condiciones propicias para que se dé la corrupción?
¿Dónde los colocamos, del lado de los corruptores o del lado de los corruptos? Yo los colocaría en ambos lados. Son tan corruptos como corruptores, porque no permiten que los ciudadanos elijamos a nuestros representantes. Eva Kaili la, exvicepresidenta del Parlamento Europeo, ha sido puesta en unas listas por un partido político. Los griegos no tenían otra posibilidad.
No
es sólo Catar el corruptor en este caso. Si Eva Kaili pertenecía al partido
PASOK (partido de los socialistas griegos), este partido es también corruptor y corrupto y, por tanto,
solidariamente responsable. Y corresponsables son también todos los partidos
políticos y los jefes de gobierno de los Estados miembros, que están impidiendo
que seamos los ciudadanos los que elijamos a nuestros representantes europeos.
Ellos son los que se vienen negando desde hace 50 años a la aprobación de un sistema electoral uniforme para todos los países de la Unión. Ellos son los que se niegan a unas listas trasnacionales a las elecciones al Parlamento Europeo.
CALLEJÓN SIN SALIDA
Pretender descargar la responsabilidad en el Parlamento Europeo o en las demás instituciones de la Unión es echar balones fuera, es querer tapar la raíz de toda la corrupción política, que se encuentra en los gobiernos y en los partidos políticos.
Estamos en el momento adecuado para que el Parlamento Europeo pida indemnización a los gobiernos nacionales ya los partidos políticos por los daños y perjuicios que le ha causado este caso de corrupción. Claro que ¿cómo van a tener agallas para hacerlo, cuando la mayoría de los eurodiputados están ocupando el puesto gracias a los jefes de su partido?
Estamos, por tanto, en un callejón sin salida. Exactamente lo mismo que ocurre con nuestras democracias nacionales. Mayor poder para el pueblo significa menos poder para los partidos políticos. Más poder para el Parlamento Europeo significa menos poder para el Consejo de la Unión Europeo, que son los ministros de los Estados miembros.
Mayor poder para la UE significa menos poder para los gobiernos nacionales, que prefieren que nuestra democracia se vaya degradando, aproximándose lamentablemente al nivel de las dictaduras, antes que reconocer su incapacidad A los ciudadanos no nos queda otra posibilidad que protestar y decir abiertamente lo que pensamos, si es que todavía estamos lúcidos. El principal responsable sólo es uno, y ese uno no es el Parlamento ni las instituciones de la UE.
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