Christian Parejo: “Cuando sales a hombros te sientes el rey del mundo. Te crees el más grande. Es como una droga y te engancha”
“2025 es un año crucial. Si quieres ser figura tienes que triunfar en todas las plazas”.-
El 7 de diciembre Christian Parejo cumplió 24 años. Parece que fue ayer cuando se puso por primera vez delante de un becerro, pero desde entonces su vida ha ido con un ritmo vertiginoso, recorriendo muchas plazas y saliendo triunfador como novillero y matador de toros, sobre todo en Francia, donde reside desde hace unos años. La nueva temporada puede ser crucial en su carrera y para ello se lleva preparando duramente estos años.
Quedamos para la entrevista en el Museo Taurino Francisco Montes Paquiro, lugar idóneo para hablar de toros, triunfos, fracasos y sueños. Es aficionado a la fiesta “desde que tengo uso de razón. Tenía tres o cuatro años y jugaba en casa de mi abuela Dolores con un paño”.
Con
cinco años, Emilio Oliva Fornell,
director de la Escuela Taurina Francisco
Montes Paquiro, le dijo que era muy pequeño, pero con 8 años entró. Allí le
enseñaron a coger la muleta, colocación y sus primeros pasos delante de
becerros: “Me cogían bastante, cometía
algunos fallos, intentaba quedarme quieto, pero esto formaba parte del
aprendizaje”.
EL REY DEL MUNDO A HOMBROS
El debut lo hizo en Sanlúcar de Barrameda: “El púbico, la competencia con tus compañeros… Aquello ya no era un juego. Tenía 14 años y no estaba en casa oyendo a Dorante. Era competitivo. Hay muchos que quieren tu puesto y si te resbalas lo ocupan. Hay que tener los pies en el suelo”.
Dice
el joven torero que cuando cortó dos orejas y rabo por primera vez, “con el triunfo me entró un veneno que
persigo cada tarde. Te sientes el rey del mundo. Vas saludando a hombros y la
gente aplaude, y te crees el más grande. Es como una droga y te engancha”.
“SIEMPRE TUVE CLARO QUE MI VIDA ERAN LOS TOROS”
Añade
Parejo que “siempre tuve claro que mi
vida eran los toros. No sabría qué hacer. Prefiero estar concentrado en el toro”.
En 2016 ganó el certamen en Andalucía de
becerradas, en 2018 quedó finalista de las novilladas de Canal Sur. Pero le faltaba algo. En 2019 se fue a vivir a
Francia: “Carlos Ruiz habló con un
matador de toros, Tomás Cerqueira,
para ayudarme. Me fui porque encontré en ese país la ayuda que aquí no tenía”.
Quería esas veinte novilladas sin caballos. Con 18 años se proclamó triunfador
del Sudoeste del país galo.
“EN BÉZIERS ME ACOGIERON MUY BIEN”
Vive en Béziers, de donde es el torero Sebastián Castella. Dice sentirse como “uno más de ellos. Me he adaptado muy bien y el trato que me dan es muy bueno”. Todo iba bien y llegó el coronavirus: “En febrero y marzo de 2020 tenía 30 novilladas firmadas en Nimes, Arlés, Jerez… y todo se fue al traste”. Debutó con caballos en 2021 en Méjico, donde estuvo dos meses.
Quedó finalista en Guadalajara y cuatro días antes “un toro me fracturó el peroné y no pude estar en esa final”. Un mes después, el 12 de junio, fue el debut con caballos en Cazorla, Jaén, en el certamen de Andalucía, llegando a la semifinal. 2022 fue un año muy importante para el diestro chiclanero, ya que toreó 24 novilladas con caballos, siendo finalista en Andalucía y triunfador de las novilladas en Francia Sudeste.
LA ALTERNATIVA, UN SUEÑO CUMPLIDO
En 2023 tomó la alternativa en Béziers, en un mano a mano con Castella, al caerse del cartel Roca Rey por una cogida que tuvo pocos días antes. Parejo cortó dos orejas y salió a hombres junto con el francés. Con Castella “me llevo bien, fue el padrino de mi alternativa el 12 de agosto”. Como es lógico fue “un día inolvidable, lo que siempre soñé, ser matador de toros”. Este año pudo torear con los dos en Béziers: “Le debo mucho a esta ciudad y tomar la alternativa allí fue el cartel soñado”.
Pero antes de ir a Madrid había lidiado 30 novilladas en plazas importantes como la de Pamplona y tres en la capital de España. La feria más importante del mundo es la de San Isidro, en Las Ventas de Madrid: “Fue el 17 de mayo y me llamó por la mañana Emilito Oliva Baro. Me dio mucha tranquilidad, me dijo que disfrutara del día. Su llamada me llenó de tranquilidad y fuerza”.
En
2024 toreó diez corridas en Francia y España, una de ellas la confirmación en
Madrid como matador, compartiendo cartel con Castella y Daniel Luque. Las crónicas resaltaron que su confirmación fue la
más impactante.
PRIMER AÑO COMO MATADOR MUY POSITIVO
La tarde más redonda de este año fue en Istres con Castella y Leo Valadez, cortando cuatro orejas. El chiclanero está contento: “Para ser el primer año estoy muy contento y ha sido muy positivo. Quiero repetir en 2025 y torear en plazas importantes”.
Para
ello ha tomado una decisión importante, ir a vivir varios meses a Salamanca: “Quiero ir después de Reyes hasta mayo o
junio. Me gusta el ambiente taurino de esa ciudad y quiero estar allí
concentrado. Mi apoderado, Tomás Cerqueira, me habló de entrenar en España y
elegimos Salamanca. En Chiclana voy por la orilla de la playa. Vengo a coger
aire a La Barrosa. Es el momento de dar el pelotazo”. En Béziers tiene una
peña taurina con más de cien socios, que le acompañan en sus rutas francesas.
BAUTIZO DE SANGRE
También hablamos de las cogidas que ha tenido, porque se acerca mucho al astado: “Supe cómo era un bautizo de sangre. Me metió veinte centímetros el cuerno en la pierna, llegó al fémur pero no tocó venas importantes. Te hace sentir más torero”.
La
espada era el mayor problema que tenía, perdiendo orejas y triunfos por su
causa: “La espada es muy importante,
porque te puede truncar una buena faena, lo mismo que realza otra no tan buena.
Ahora dedico mucho tiempo a ensayar y aprendo de Castella, Víctor Mendes o Ginés Marín.
Hay que hacer caso a los antiguos. Ensayo muchas horas y me llevo muchos golpes
y los dedos los tengo fastidiados. Así es como se ganan las cosas, entrenando”.
EMILIO OLIVA, UNA FIGURA PATERNAL
Como es lógico, teníamos que hablar de su maestro Emilio Oliva Fornell: “Para mí ha sido una figura paternal, al que tenía mucho respeto y cariño. Me gustaba su filosofía de la vida, ser torero dentro y fuera de la plaza También la forma de vestir y caminar. Lo veías por la calle y decías: Ahí va un torero”.
Agrega que “venía a entrenar conmigo lloviendo. Se ponía un capote encima y se quedaba horas viéndome entrenar. Eso es muy grande. Mojarte viendo a tus alumnos ensayar Y con 80 años”. Dice que en Béziers “esperan mucho de mí, por eso quiero prepararme bien. No les puedo defraudar. Es un año crucial. Si quieres ser figura tienes que triunfar en todas las plazas”.
TOREAR EN SU TIERRA
Otro reto que tiene para 2025 es “torear en mi tierra. Soy andaluz y me encantaría torear en Jerez, El Puerto, Algeciras, Sanlúcar o La Línea y que mis paisanos me vayan a ver como hacían de novillero o como alumno de la escuela”.
El lado sentimental lo dan su abuela y su madre: “Antes de torear me ponen una vela y hacen una pequeña capilla. En cuanto termino la primera llamada es para mi abuela, ya que mi madre suele estar en la plaza”.
Pues que 2025 sea el año de su confirmación y que triunfe en los ruedos como auguró Emilio Oliva cuando le hicimos la última entrevista de su vida, en la plaza de toros de La Longuera: “Ese chaval llegará muy lejos. Es muy bueno”. Era un niño, pero acertó. Suerte y al toro.
PACO LÓPEZ
Buen chaval, buen torero y le deseo lo mejor en su carrera.
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