Sede Vacante (y IV)- Comienza la batalla: los papables de este mayo de 2025

FERNANDO PEREA [colaboraciones].-

Llegando aquí toca dar un vistazo a los papables, si bien muchos vaticanistas -de verdad, ni aficionados, ni en zapatillas- siempre recuerdan el más conocido de los adagios romanos conclavistas: “Quién entra Papa, sale cardenal”. Si hubiera un diez por ciento de posibles candidatos, nos iríamos a un listado de trece nombres. Nos quedaremos solo en un abanico de diez, cuyo orden no significa mayor porcentaje de posibilidad.

Hay cosas que podemos casi descartar: habrá muy pocas posibilidades de un papa jesuita y latinoamericano, porque los ultramontanos ya llevan tiempo trabajando para impedir una repetición de la historia reciente. Y aunque no se podría descartar la sorpresa de un Papa africano, si la inspiración periférica vuelve a colarse por la puerta de La Sixtina, apunta hacia Asia (si la sorpresa africana llega, apunta al ghanés de 76 años Peter Kodwo Appiah Turkson).

Por contra, Bergoglio contó con un grupo de asesores que se denominó informalmente como el G-9 y cuya última alineación daría una pista: los continuistas piensan en ellos no como sustitutos de Francisco, sino más en clave de animadores del Cónclave para dirigir el rebaño hacia uno que pueda continuar la obra de Bergoglio.

Esos últimos nueve consejeros son los cardenales Pietro Parolin (Italia, 70 años), Fernando Vérgez Alzaga y Juan José Omella Omella (España, 80 y 78), Fridolin Ambongo Besungu (Congo, 65), Oswald Gracias (India, 80), Seán Patrick O'Malley (Estados Unidos, 80), Gérald Cyprien Lacroix (Canadá, 67), Jean-Claude Hollerich (Luxemburgo y jesuita, 66) y Sérgio da Rocha Veronesi (Brasil, 65).

TERNA DE PAPABLES

A los que pueden hacer de muñidores en el encierro la prensa los llama grandes electores o kingmakers. Los ultramontanos tienen también su Equipo-A en esto: los tres ultras y declarados opositores a Bergoglio. Los purpurados Raymond Leo Burke (Estados Unidos, 76), la mano de Trump en el encierro de cardenales; Robert Sarah (Guinea, 79), que siempre adelanta por la derecha, y Gerhard Ludwig Müller (77, Alemania), rotweiler guardián de la ortodoxia mientras fue el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe (cargó del que lo apeó Bergoglio en 2017), son las fuerzas-vivas de los inmovilistas en el Cónclave.

Esta sería la decena que veo posicionados en este Cónclave que amenaza batalla interna: *TAGLE: La lista de favoriti podría empezar por Luis Antonio Gokim Tagle, filipino de 67 años. Sería la victoria plena de los reformistas pacientes. Otro Papa del fin del mundo, solo que del otro lado del que llegó Bergoglio. Muy joven, pero curiosamente creado por Ratztinger, mantiene la postura pro-inmigración de Francisco y es aperturista en asuntos como la moral sexual.

El cardenal Tagle sería la gran derrota -por goleada, porque además se van a Papa de veinte años de duración- para las huestes inmovilistas. Pero Tagle puede descarrilar fácilmente por la excesiva visibilidad que le ha dado su temprano carácter de papable, ocupando los primeros lugares en las quinielas vaticanas.

ZUPPI, GRAN OPCIÓN A SER PAPA

*ZUPPI: La segunda gran opción de los bergoglianos es Mateo María Zuppi, italiano de 69 años. De talante abierto y con cierta simpatía, es un diplomático que recibió encargo de Francisco para acercar la paz ruso-ucraniana entre 2033 y 2024 con viajes a Kiev, Moscú, Washington y Pekín. Es el verso suelto en el transporte vaticano: va en bicicleta dentro de Roma siempre que puede.

Una opción también para los europeos de volver a colocar un italiano en la silla petrina, pero no del todo para europeizar el Vaticano. También su juventud puede pesar en su contra, en el caso que los inmovilistas jueguen al empate.

*AVELINE: Como tercera bala de los reformistas pacientes estaría el cardenal Jean-Marc Aveline, francés de 66 años. El actual arzobispo de Marsella es argelino de nacimiento, pero francés en todo lo demás. También está en el sector aperturista, pero con su edad es anticipar un reinado largo. Tiene sus opciones, pero si los reformistas juegan al tapado todo apunta más a Zuppi... o a un cardenal español (siguiente).

*OMELLA: Su papel parece el de kingmaker, pero su edad de 78 años juega a su favor en caso que haya una solución de compromiso entre sectores para una derrota por la mínima de los inmovilistas (pierden, pero ponen un Papa de mandato corto). El arzobispo de Barcelona, Juan José Omella Omella, asesor de Francisco en el G-9 puede tener sus opciones. Habitualmente los cardenales de Barcelona y Madrid son los más visibles de la delegación española.

REFORMISTAS

Pero la elección del jienense José Cobo Cano (59 años) sería un sorpresón del tamaño de la Basílica de San Pedro, teniendo en cuenta que tomó posesión de su cardenalato hace poco más de un año y que eligen Papa para casi 30 años. De hecho hay un sector de la prensa que lo llama El Meteorito por su fulgurante ascenso. Su perfil también encajaría en el continuismo bergogliano con ciertos matices. Por su edad parece más un candidato posible para el siguiente Cónclave.

*ARBOLERIUS: En el sector reformista figura, por último, el nombre del sueco Lars Anders Arborelius, de 75 años. De padres suecos pero suizo de nacimiento, fue criado pronto en el país escandinavo. Solo lleva 55 como católico, pues nació en un ambiente luterano, hasta que a los 20 decidió hacerse cura y no cualquier cura, sino uno de la orden de los carmelitas descalzos.

Arborelius no dudó en pedir perdón en nombre de su Iglesia por el único caso de abusos en Suecia... que llegó a estar oculto por sus antecesores durante más de 55 años. Su edad juega a su favor, porque para los contrarios augura solo entre diez y quince años de reinado, y un Papa escandinavo es casi una extravagancia pero que sería más asumible por los ultramontanos porque al fin y al cabo, la corona papal vuelve a Europa.

*PAROLIN: Si los continuistas no ganan el partido con alguno de los anteriores, las posibilidades de Pietro Parolin crecen exponencialmente. Asesor del G-9 de Jorge Bergoglio, a sus 70 años es el Secretario de Estado en funciones del Vaticano. Va a presidir el Cónclave ya que los cardenales decano (Giovanni Batista Re, italiano) y vicedecano (Leonardo Sandri, argentino) tienen más de 80 años y se quedan de puertas afuera.

DEMASIADO JOVEN PARA EL CARGO

La importancia de presidir no es baladí: Ratzinger presidía el Cónclave de 2005, en el que salió como Benedicto XVI. Parolin es de corte moderado (entra en terreno de los pactistas), un diplomático de carrera que, además de la Curia, pasó por destinos como Nigeria o México. Domina idiomas: italiano, inglés, francés y español y -mucho ojo- junto a Bergoglio era el único que conoce a todos los cardenales electores anteriormente a que lleguen estos días todos a Roma.

*PIZZABALLA: Otro italiano que podría ser puente entre ambas facciones de los extremos de ese exiguo arco ideológico de los purpurados. Pierbattista Pizzaballa, de 60 años aparece extremadamente joven para el cargo (con él se puede volver a un hipermandato tipo Wojtyla). Es el hombre del Vaticano en Israel y Palestina. Es el único cardenal que habla hebreo con fluidez, fue Custodio de Tierra Santa durante doce años, y ahora se desempeña como Patriarca de Jerusalén.

Es franciscano de la orden de los Frailes Menores, y tiene un perfil entre diplomático y misionero. En el inicio de la Guerra de Gaza, Pizzaballa se ofreció para ser intercambiado por niños rehenes en manos de Hamas. Mantiene el difícil equilibrio entre los terroristas de Hamas y los aún más terroristas del gobierno de Benjamín Nethanyahu, abogando por el alto el fuego inmediato.

Como en el caso del español Cobo, quizás este Cónclave le llega pronto. Puede tener más opciones en el siguiente. De todas maneras, la señora Maria Taddini, de 90 años y madre del cardenal italiano, no se ha cortado al decir: “¡Yo espero que no se convierta en Papa! Porque así será libre de venir a verme a mi casa”.

INTEGRISTAS

*ERDO: El húngaro Peter Erdo, de 72 años, parece una de las primeras cartas que jugaran los integristas. Defensor obvio de la prohibición del aborto, tampoco de las uniones homosexuales, del celibato obligatorio y contrario al proceso inmigratorio (como cabía esperar de un buen amigo de Víktor Orban).

Es uno de los únicos cinco que entrarán en La Sixtina habiendo sido creado por Karol Wojtyla, con solo 51 años, lo cual es una gran pista sobre hacia adonde apuntan sus sensibilidades. Los kingmakers de los inmovilistas (Burke, Sarah y Müller) se pueden decantar por él si ven que las propias posibilidades de cada uno se desvanecen en las primeras votaciones.

*EIJK: Un neerlandés también puede ser el banderín de enganche del sector ultra del Colegio Cardenalicio. Willem Jacobus Eijk, de 71 años, no debe su cargo a Wojtyla pero sí a Ratzinger que lo hizo cardenal en 2012. Un absoluto opositor de las teorías de género, en el año 2015 ordenó la destitución de la tesorera de una de sus parroquias por el solo motivo de ser... transgénero.

En 2018 Eijk llegó a escribir que Bergoglio no defendía “la clara doctrina y práctica de la Iglesia” y le acusó de iniciar “una deriva hacia la apostasía de la verdad”. El neerlandés es un soldado de firme defensa de la tradición, particularmente en lo que respecta a la liturgia, perfectamente retratado en su preferencia por la retrocesión de los tiempos.

EL PREFERIDO DE TRUMP

*DOLAN: Si la ola ultraderechista política que está barriendo el planeta (Trump, Milei, Orban, Putin, Le Pen, Meloni, Bukele, etc...) rebasa los muros vaticanos y alcanza La Sixtina, puede ser porque el presidente norteamericano, a través del cardenal Burke, ha aupado a su candidato tapado. El estadounidense de 75 años Timothy Michael Dolan es uno de los conservadores con maneras moderadas en apariencia, que inclusive ha sido amable con la inmigración en su país.

Pero ha recibido el apoyo expreso de Trump (igual lejos de hacerle un favor, lo ha abrasado con ello). Bueno, el inquilino del Oval Office dijo exactamente: “Me gustaría ser Papa. Esa sería mi opción número uno. Si no, el cardenal de Nueva York”. Y si Trump te apoya, ya sabemos que es porque te tiene de su parte y porque te quiere utilizar en su beneficio.

Parte con menos visibilidad, pero precisamente su piel de moderado esconde un perfil de los de marcha atrás. Abogó claramente por: “Más claridad en la enseñanza, más refinamiento de la tradición de la Iglesia y más profundización en los tesoros del pasado”.

POSIBLES NOMBRES DEL NUEVO PAPA

Por último, una vez sepamos el elegido, la primera pista será el nombre que escoja. Si sale el filipino Tagle y elige ser Francisco II, o Zuppi como Juan XXIV no hay mayor declaración de intenciones hacia una segura continuidad. Si es Parolin y se convierte en Pablo VII, ya está mandando un mensaje de conciliación entre los dos sectores opuestos. Pero si sale Erdo como Juan Pablo III, Eijk como Pio XIII o Dolan como Benedicto XVII, tampoco podremos decir que nos avisan de lo que va a venir.

Mi consejo, no apuesten. Este año (este Cónclave) está demasiado abierto, y la mayoría que lo haga va a tirar el dinero. Corren el riesgo del doble cabreo: que no salga su preferido y que pierdan plata en el intento. Yo he conseguido reducir las opciones de 133 a 10... y ni por esas me juego un maravedí.