Se podrá engañar a muchos, pero no a todos

Félix de la Fuente [colaboraciones].-

En este era de bulos y de falsas noticias hay, sin embargo, hecho evidentes, que no tienen nada de ver con la ideología ni con la política. Una realidad: Cataluña, junto con las islas Baleares, la Comunidad Valenciana y los Pirineos orientales, tiene una población aproximada de 15.000.000 de habitantes. Que el 50% de estos sean catalanoparlantes es más que dudoso, pero lo vamos a admitir. (Serían en total7.500.000 catalanoparlantes - la imposición se está volviendo un boomerang-).

Otra realidad: la población de Baviera, Austria y del Trentino italiano o Tirol del Sur es de unos 25.000.000 de habitantes. El tirolés, el bávaro y el austriaco podemos considerarlos como bávaro, con pequeñas diferencias, lo mismo que las hay entre el valenciano, el catalán y el mallorquín. El austriaco se habla al 100% en Austria y el bávaro, supuestamente, 50% en Baviera y en Trentino (total de bávaro-parlantes. 16.000.000).

Otra realidad: el catalán en Cataluña es puente, pero sólo entre la población, que pasa de los políticos. Sin embargo, entre los políticos y los ciudadanos, y entre la administración y los ciudadanos el catalán es un muro contra el que chocamos, por mucho que el ministro Albares grite desesperadamente, porque le va el sueldo en ello, diciendo que es un puente. Para la administración, los castellanoparlantes no existimos en Cataluña. ¿Habéis visto un solo letrero oficial en castellano en toda Cataluña?

Lamentablemente, en España los idiomas regionales son fuente de discriminación, de privilegios, de desigualdad y de injustica entre la administración y los ciudadanos. Preguntádselo a todos los médicos, enfermeras y profesores que han sido despedidos o que se han tenido que marchar de Cataluña por no dominar el catalán.

MILLONES DE EUROS EN TRADUCTORES

Otra realidad más, y ahora vais a responder vosotros. ¿Creéis que en España, con los comedores de Cáritas repletos, con sueldos que no dan para vivir, es decir sueldos de hambre, con jóvenes que tienen que vivir con sus padres porque no pueden independizarse, nos sobra el dinero como para gastarnos millones en la traducción  al catalán, vasco y gallego de todos los documentos oficiales de la UE?

¿Creéis que nos sobra el dinero como para tener intérpretes en el parlamento español cuando todo el mundo se entiende perfectamente en español o castellano? Otra evidencia más. ¿Alguien se cree que a Puigdemont le interesen lo más mínimo los problemas de España como para defender al gobierno español? ¿Alguien se cree que a Sánchez y al desbocado Albares les interese lo más mínimo el idioma catalán? El que no vea estas realidades o no las quiera ver, debería ir al oculista.

Y ahora viene una suposición: ¿supone acaso Sánchez que Baviera y las otras cincuenta regiones de la Unión Europea que tienen una lengua regional se van a callar, si se hace al catalán lengua oficial de la UE? “Sabéis que estáis engañando a la gente. El catalán no llegará nunca a ser lengua oficial en la UE, porque, aunque Zapatero diera su conformidad, ni Francia ni otros países la darían”.

MIENTRAS SE DEJEN ENGAÑAR HABRÁ ENGAÑADOS

Estas palabras se las dije públicamente al eurodiputado Ramón Tremosa en el Sancta Sanctorum del independentismo catalán, en la sede de Ómnium cultural, el año 2009. Han pasado 16 años y múltiples intentos fallidos., y siguen intentando engañar a los ciudadanos. Mientras los ciudadanos se quieran dejar engañar, habrá engañados.

Pero los que hemos sido críticos con Aznar, Rajoy, con Zapatero y también con las instituciones europeas, no necesitamos justificarnos si somos críticos con Sánchez. Ya sé que Sánchez sería capaz de intentar sacar a España de UE con tal de mantenerse en el poder.

Los que por diferentes circunstancias tenemos en Cataluña el santo privilegio de poder hablar en público libremente sobre política -en Cataluña esto es un privilegio que por miedo a represalias no está al alcance de todos- debemos tener el valor de decir la verdad. Sánchez y Puigdemont podrán seguir engañando a los catalanes, podrán seguir engañando a los españoles, pero no lograrán engañar a Europa.