Un centenar de personas se manifestaron en apoyo a la policía local vejada por otro agente, recorriendo las calles de Chiclana
“Nos une mostrar nuestro apoyo firme, sincero y sin fisuras a una compañera, que ha sido víctima de vejaciones, insultos, calumnias y humillaciones absolutamente intolerables”.-
Un centenar de personas, fundamentalmente policías locales, se movilizaron esta mañana por las calles de Chiclana, contra la vejación que una compañera ha sufrido por parte de otro agente, que hizo el dibujo de la policía de rodillas, practicando una felación a un policía uniformado, con galones de Jefe y una careta, con la inscripción Oposiciones 2007. Fueron apoyados por el Partido Popular y VOX, así como por la Asociación de Mujeres Igualmente y otras féminas más, que quisieron mostrar su repulsa por lo sucedido.
Se echó de menos a las feministas socialistas y de Izquierda Unida, que salen a la calle el 8 de marzo y el 25 de noviembre, pero que hoy se quedaron en sus casas. Lo mismo que las integrantes de asociaciones afines al PSOE, que gritan mucho en esas fechas, pero que el resto del año están calladas, como ha sucedido hoy. Esta vez no hemos visto cabelleras lilas entre los manifestantes, ni pancartas contra el maltrato a las mujeres de estas entidades ni de las asociaciones vecinales.
Parece ser que lo realizado a esta policía no es condenable, porque tampoco lo ha hecho el PSOE de José María Román, ni la concejala de la Mujer, María Ángeles Martínez. Hasta marzo no toca salir a la calle a defender a las mujeres. Eso sí, el punto violeta que no falte en las preuvas, feria o verano, que propagandísticamente queda muy bien. También se echó de menos algún medio de comunicación local, que estarían muy ocupados siguiendo las hazañas del regidor.
DIGNIDAD, JUSTICIA Y COMPAÑERISMO
La cita era a las 11,00 horas en la plaza de Clara Campoamor, entre las barriadas de María Auxiliadora y Federico Godoy. Un miembro de uno de los sindicatos convocantes (UPLBA Chiclana, UGT, CCOO y CSIF) leyó un manifiesto: “Hoy nos concentramos aquí no por siglas sindicales, no por intereses particulares, ni por enfrentamientos personales. Nos concentramos aquí por dignidad, por justicia y por compañerismo”.
“Nos une un motivo muy claro: mostrar nuestro apoyo firme, sincero y sin fisuras a una compañera de la Policía Local, que ha sido víctima de vejaciones, insultos, calumnias y humillaciones absolutamente intolerables. Hechos que se materializaron mediante la difusión de una viñeta de contenido sexual, en la que de forma falsa, ruin y ofensiva se ponía en duda su profesionalidad, su honor y su trayectoria, insinuando que su acceso a la Policía Local se debió a supuestos favores sexuales”.
“Una acusación completamente
falsa, sin fundamento alguno, y profundamente denigrante. Estos hechos no son
una broma. No son una opinión. No son libertad de expresión. Son una agresión
directa a la dignidad de una mujer, a su honor personal y profesional, y
también a la dignidad de todo el Cuerpo de la Policía Local. Nuestra compañera
obtuvo su plaza hace 19 años mediante esfuerzo, sacrificio y mérito, como
cualquier otro miembro de esta plantilla”.
LA DIGNIDAD NO SE NEGOCIA
“Cuestionar eso mediante el uso de estereotipos machistas y sexuales no solo la daña a ella, sino que perpetúa una violencia que como sociedad y como institución no podemos permitir. Hoy decimos alto y claro que no todo vale, que hay líneas rojas que no se deben cruzar, y que cuando se cruzan, la respuesta debe ser unánime, firme y contundente. Condenamos este tipo de conductas porque atentan contra los valores más básicos de respeto, igualdad y convivencia. Porque generan daño, humillación y miedo”.
“Y porque no representan a la inmensa mayoría de hombres y mujeres que ejercemos nuestra labor policial con profesionalidad y vocación de servicio público. Esta concentración es un acto de apoyo, de solidaridad y de compromiso. Apoyo a nuestra compañera, para que sepa que no está sola. Solidaridad frente a la injusticia. Y compromiso para no mirar hacia otro lado cuando se produce una agresión moral de esta gravedad”.
“Reivindicamos un entorno laboral seguro, libre de acoso, de humillaciones y de violencia, venga de donde venga. Y exigimos que se actúe con responsabilidad y con las herramientas legales y disciplinarias necesarias para que hechos como estos no queden impunes. Hoy caminamos juntos hasta el Ayuntamiento, para decir que la dignidad no se negocia, que el respeto no es opcional, y que la igualdad es un principio irrenunciable. Por nuestra compañera. Por todas las personas que han sufrido situaciones similares. Y por el respeto que merece nuestra profesión”.
LO OCURRIDO NO ES UNA BROMA DE MAL GUSTO, ES VIOLENCIA
Posteriormente se dirigieron andando hasta la puerta del Consistorio, donde una policía leyó otro comunicado: “Hoy hablo desde el enfado. Desde la rabia. Desde la indignación. Porque cuesta creer que en pleno siglo XXI todavía tengamos que salir a la calle para condenar hechos tan miserables como los que ha sufrido nuestra compañera. Cuesta creer que todavía haya personas capaces de humillar, vejar y atacar a una mujer utilizando mentiras, insinuaciones sexuales y estereotipos machistas”.
“Lo ocurrido no es una anécdota. No es una broma de mal gusto. Es violencia. Es desprecio. Y es un ataque directo a la dignidad de una compañera y de todas nosotras. Como mujer y como policía, no puedo ni quiero mirar hacia otro lado. Me pongo en la piel de nuestra compañera, en el dolor, en la rabia y en la impotencia que ha tenido que sentir”.
“Y desde aquí le decimos alto y claro: no estás sola. Afortunadamente, estos comportamientos cada vez son menos. La inmensa mayoría de nuestros compañeros y compañeras construyen día a día un ambiente de trabajo sano, respetuoso y profesional. Pero basta una sola persona para romperlo todo, para generar daño y para cruzar líneas que jamás deberían cruzarse. Y ante eso no cabe el silencio. No cabe la indiferencia. No cabe minimizar lo ocurrido”.
“Hoy estamos aquí para condenar estos hechos sin matices y para exigir responsabilidades. Porque quien humilla, quien calumnia y quien agrede moralmente debe responder por ello. Porque la dignidad no se negocia y el respeto no se pide: se exige. Seguiremos luchando para que nuestra profesión sea un espacio seguro, igualitario y libre de este tipo de conductas. Y lo haremos juntas y juntos, con firmeza, con valentía y sin miedo. Por nuestra compañera. Por todas. Y porque no vamos a permitir ni un paso atrás”.








Pon tu comentario