Donde se funden realidad y ficción
 José Antonio Sanduvete [colaborador]
José Antonio Sanduvete [colaborador]El personaje de una película que se enamora de una espectadora que asistía a la proyección, atraviesa la pantalla y huye con ella, con el consiguiente enfado del actor que le encarnaba y que ve como su carrera corre peligro.
El personaje de ficción que se torna consciente de su irrealidad y acude a hablar con su creador, quien ha de confirmarle que, en efecto, no existe, con la consiguiente incredulidad inicial y posterior disgusto.
 El tipo vulgar que descubre un libro que, sorprendentemente, cuenta la historia de su vida hasta el momento en el que, precisamente mientras lee un misterioso libro que ha encontrado y que narra sus experiencias, muere de un infarto.
El tipo vulgar que descubre un libro que, sorprendentemente, cuenta la historia de su vida hasta el momento en el que, precisamente mientras lee un misterioso libro que ha encontrado y que narra sus experiencias, muere de un infarto.La persona que, creyéndose real y viva, descubre que el mundo en el que vive no es más que una ficción, que ha sido engañado desde su propio nacimiento y que la realidad es otra muy distinta de la que él pensaba.
¿No querrían ser uno de ellos? Hay quien se siente cómodo entre la realidad y la ficción, tal vez con la esperanza de que esta vida no sea la verdadera, de que un giro inesperado del destino le descubra un nuevo mundo.
¿Alguien tiene alguna duda, por cierto, de que el Sr. Jackson ha fingido su propia muerte y se encuentra ahora en alguna mansión oculta, junto a Elvis, por supuesto, riéndose de todos nosotros y tomando vermú?
¿Alguien la tiene?
 
 
 
 
 



 



Yo. No solo de que esos dos personajes- incluso riéndose de todos nosotros y tomándose un vermut-sean los que están viviendo la vida real en una mansión oculta.Sino que no tengo ninguna duda, de que ha sido escrupulosamente ella,la vida asquerosamente real que les ha tocado vivir,que ha sido buena y peor, quien ha acabado con ellos cuando aún no les tocaba. Pero es que La Vida que los ha matado, tiene por todos los rincones muchos avaros vicarios.
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