El Ayuntamiento acuerda con los vecinos trabajar para reducir la presión fiscal en 2010
Se hará una campaña para que tributen todas las viviendas, se den de alta voluntariamente, sin que haya que recurrir a la inspección
En una reunión mantenida con los representantes de las federaciones vecinales para analizar el malestar ciudadano por el incremento del IBI, el gobierno municipal se ha comprometido, además de continuar las gestiones con la Dirección General del Catastro para corregir la ponencia de valores que fue aprobada en pleno por el anterior Gobierno municipal, a estudiar conjuntamente con los técnicos municipales y los vecinos una modificación de las Ordenanzas Municipales para 2010 que permita una reducción de la presión fiscal del IBI para el próximo año.
En el transcurso de esa reunión, el equipo de Gobierno ha mostrado a los representantes vecinales su comprensión en lo referente al incremento de los recibos; ha explicado cómo ha modificado las ordenanzas de este año para evitar el recargo del 5% promovido por el anterior gobierno para aquellas familias que no satisficiesen el pago del primer recibo antes del 20 de julio; les ha trasladado su preocupación por una situación heredada del Gobierno anterior, que no hizo nada para evitarla y que se ha hecho efectiva en el peor momento de la crisis internacional que azota a las familias.
El Gobierno municipal ha insistido en que está dispuesto a estudiar todas las fórmulas legalmente posibles para que en esas reuniones que se tienen que desarrollar en los meses de agosto y septiembre se encuentre el camino que permita esa reducción de la presión fiscal y haga más fácil el pago de un impuesto que es muy necesario para el funcionamiento de la ciudad pero que no puede asfixiar la economía de las familias chiclaneras.
Los acuerdos han sido instar desde el Ayuntamiento a la Gerencia del Catastro la revisión de los suelos sin desarrollo de su planeamiento; trabajar con los servicios municipales para aprobar unas ordenanzas fiscales para 2010 que reduzcan el tipo impositivo actual fijado en un 0,5460; igualmente, bonificar en estas ordenanzas los suelos que se cultivan incluidos en la ponencia de valores y buscar fórmulas para el pago fraccionado de los recibos pendientes desde 2008 sin que haya procedimiento de apremio.
Por último, se ha acordado la realización de una campaña para que tributen todas las viviendas, para que se den de alta voluntariamente, sin que haya que recurrir a la inspección.
En una reunión mantenida con los representantes de las federaciones vecinales para analizar el malestar ciudadano por el incremento del IBI, el gobierno municipal se ha comprometido, además de continuar las gestiones con la Dirección General del Catastro para corregir la ponencia de valores que fue aprobada en pleno por el anterior Gobierno municipal, a estudiar conjuntamente con los técnicos municipales y los vecinos una modificación de las Ordenanzas Municipales para 2010 que permita una reducción de la presión fiscal del IBI para el próximo año.
En el transcurso de esa reunión, el equipo de Gobierno ha mostrado a los representantes vecinales su comprensión en lo referente al incremento de los recibos; ha explicado cómo ha modificado las ordenanzas de este año para evitar el recargo del 5% promovido por el anterior gobierno para aquellas familias que no satisficiesen el pago del primer recibo antes del 20 de julio; les ha trasladado su preocupación por una situación heredada del Gobierno anterior, que no hizo nada para evitarla y que se ha hecho efectiva en el peor momento de la crisis internacional que azota a las familias.
El Gobierno municipal ha insistido en que está dispuesto a estudiar todas las fórmulas legalmente posibles para que en esas reuniones que se tienen que desarrollar en los meses de agosto y septiembre se encuentre el camino que permita esa reducción de la presión fiscal y haga más fácil el pago de un impuesto que es muy necesario para el funcionamiento de la ciudad pero que no puede asfixiar la economía de las familias chiclaneras.
Los acuerdos han sido instar desde el Ayuntamiento a la Gerencia del Catastro la revisión de los suelos sin desarrollo de su planeamiento; trabajar con los servicios municipales para aprobar unas ordenanzas fiscales para 2010 que reduzcan el tipo impositivo actual fijado en un 0,5460; igualmente, bonificar en estas ordenanzas los suelos que se cultivan incluidos en la ponencia de valores y buscar fórmulas para el pago fraccionado de los recibos pendientes desde 2008 sin que haya procedimiento de apremio.
Por último, se ha acordado la realización de una campaña para que tributen todas las viviendas, para que se den de alta voluntariamente, sin que haya que recurrir a la inspección.
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