Logo Derecho - Bann

Los hombres que sólo pensaban en el padel. Chiclanennium I

Gustavo Torres [colaborador]

Capítulo I
Dos hombres hablan mientras toman café y churros en El pájaro. Entre el barullo de la gente que entra y que sale, el chirriar de la cafetera y el murmullo de los que hablan, las palabras de los dos hombres son como diminutas huellas de escarabajo sobre la arena.


Uno de ellos mira con recelo a través de las cristaleras. El canario procedente de la Isla pasa cargado de mujeres.

12.25 de la mañana. Jueves.
- Ya te lo dije, no podía salir bien.
- No te preocupes, joder, hazme caso, no se han enterado de nada. De nada. Así que deja de joder ¿vale?
El sol manotea los cristales. Varias personas esperan con impaciencia a que el semáforo cambie de color para cruzar. Los dos hombres siguen hablando.
- Está bien escondido. No te preocupes. Nadie puede llegar hasta Él. Nadie.
- ¿Nadie? Díselo a Paco, díselo. A Paco ya no lo hemos vuelto a ver desde aquella noche. ¿Te acuerdas? ¿No te acuerdas? Porque yo me acuerdo ¿eh? El Paco estaba convencido, estaba seguro que tirando por allí llegaría hasta Él. Y mira. Casi. Casi lo consigue.
- No jodas más. Ahora tenemos que estar tranquilos. Ya queda poco para llegar. Todos estamos esperando la señal. La última señal. Así que no jodas, ahora no, ahora que estamos tan cerca no puedes rajarte. Ahora no. Cógelo y dáselo a ella. Ella sabrá lo que tiene que hacer.

La gente sigue entrando y saliendo.
El otoño viene disfrazado de primavera.
Otra de churros, grita uno de los camareros.
- Bueno, vale, dame eso, dámelo y san se acabo ¿eh? Ya no me vuelves a ver el pelo. Se lo doy a la Durmiente y me quito de en medio. Te lo digo en serio. Ni una vez más. Dame esa pieza, dámela y que sea lo que dios quiera.
Los que toman café miran a través de los cristales a los que caminan.
Mañana de jueves. Otoño.
Otoño disfrazado de primavera.
Dos hombres hablan y toman café y churros en El pájaro.

Mientras tanto, a varios kilómetros, en una zona residencial cercana a la playa, una unidad de la benemérita registra un chalet. Puertas que se abren, golpes, gritos. El sargento Benítez entra con el resuello gastado en lo que parece ser un sótano. A los pocos segundos llegan algunos de sus hombres. Los guardias civiles miran atónitos el panorama. Miran y no pueden creer lo que están viendo. El sargento Benítez traga saliva. Después de tantos años en el cuerpo no esperaba ver una cosa así. Ni verla ni tan siquiera imaginarla.

Mientras el sargento Benítez recupera el aliento y uno de los guardias civiles sale a vomitar sobre la acera del chalet, uno de los dos hombres que tomaban café en El pájaro sale de la cafetería y cruza el paso de peatones. Mirada baja, manos en los bolsillos, corazón latiendo con fuerza y una pieza de puzle bajo la lengua.

1 de la tarde. Mujeres que caminan con bolsas de plástico llenas de calcetines y bragas. Un guardia civil vomitando sobre la acera. El sargento Benítez tragando saliva y un hombre cruzando el puente grande con una pieza de puzle escondida bajo la lengua.

¡Toma ya!
Contiuará...

No hay comentarios

Los Comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de sanciones legales.

Por favor al redactar tu comentario sobre EL TEMA, cuida las formas.
No utilices 'copiar y pegar' para grandes textos, ni mayúsculas en exceso. No poner textos en el nombre. No direcciones web externas. Mejor sin abreviaturas SMS. Los comentarios pueden ser borrados (ver Advertencia Legal)
.