El promotor de las 10 casas de Majadillas las terminó cuando ya tenía una orden de demolición

El constructor de las diez viviendas ilegales de la zona de Majadillas Bajas sobre las que pesaban una orden de derribo sabía desde inicios de 2007, cuando las obras se encontraban en su primera fase, que no podría vender estas viviendas y que habría de restituir la legalidad (demolerlas) a pesar de lo cual prosiguió con la edificación hasta terminarla, incluyendo una calle para poder acceder a las mismas. (FOTO: Situación de los terrenos en las tres fases, dependiendo de los años y las obras ilegales).
Fue en este mes -febrero de 2007, hace casi tres años- cuando los inspectores urbanísticos de la Gerencia de Urbanismo denunciaron la carencia de la obligada licencia de construcción de la edificación de estas casas, que se estaban levantando en una parcela de 4.700 metros cuadrados.
En las ortofotos se muestra el estado inicial de la parcela, sin ninguna construcción, en el año 2005; posteriormente, ya en 2007, iniciada la edificación, como se ha dicho anteriormente, “se procede a la denuncia y a comunicarle al promotor que pare las obras de forma inmediata”. Además, “se da notificación al Registro de la Propiedad para que realice una anotación marginal en la inscripción registral, con el objetivo de impedir la venta de las viviendas, fin para que estaban siendo construidas y cuya continuación, por consiguiente, ya carecía de sentido”.
A pesar de todo ello, “a sabiendas de que no iba a poder enajenarlas, el constructor prosiguió con sus fines especulativos, llegando a romper hasta en seis ocasiones los precintos que les fueron colocados por parte de la Administración para parar los trabajos”, asegura el Ayuntamiento.
ENGAÑO A VARIOS INQUILINOS
Incluso después de que el anterior alcalde y delegado de Urbanismo, Ernesto Marín y José Pedro Butrón, firmasen en septiembre de 2007 la orden de demolición, el constructor, lejos de cumplirla, continuó con la edificación de las casas hasta concluirlas. Dado que no había llevado a cabo con su obligación de restaurar el ordenamiento urbanístico, la Gerencia, en junio de 2008, decretó la demolición subsidiaria (sería la propia Administración la que lo haría, cargando los costes sobre el promotor).
Para llevar a cabo el derribo, la Gerencia pidió al Juzgado permiso para entrar en el domicilio (se trata de un paso obligado desde un punto de vista legal), el 13 de noviembre de 2008, autorización ahora concedida por el Juzgado, que dio como plazo máximo el 26 de diciembre de 2009 para tirar las viviendas.
“El constructor conocía todos estos pasos perfectamente –afirman desde el Consistorio-, a pesar de lo cual, primero, siguió con las obras, y, luego, una vez terminadas las casas, cedió algunas a sus propios familiares y alquiló otras (no informando a los inquilinos de las circunstancias en que se encontraban)”. Desde el pasado 26 de octubre, además, el promotor tenía conocimiento de que la ejecución era inminente, según el plazo dado por la jueza, y que se podía producir en cualquier momento. A pesar de ello, no informó a los inquilinos.
Todo esto es consecuencia de una dejadez "interesada o no" por parte de las administraciones públicas, recordemos que estas viviendas son construidas ilegalmente en base al acceso del propietario al registro de la propiedad de una escritura pública en la cual se declara la obra nueva y posterior división horizontal, que notario y que registrador se cree lo que uno lee y lo que otro inscribe, en otro tipo de delitos a estas figuras se les llaman colaborador necesario. ¿Porque no se llega más allá del promotor? ¿Intereses politicos? ¿Hemos dado con la parte realmente poderosa que nadie se atreve a señalar? Necesitamos alguien que se atreva a contar toda la verdad y que señale a los verdaderos culpables de toda esta situación, entre ellos por supuesto el promotor de viviendas ilegales.
ResponderEliminarCompletamente de acuerdo con tigo...pero lamentablemente aqui siempre paga el ciudadano, estos y otros que están por llegar, gentes que compraron viviendas pensando que eran legaes y luego les salen con la histora de obra nueva y al suelo las casas y todos tan guapo...menos los afectados claro que terminaran en un psiquatrico con hipoteca y sin tener donde meterse.
ResponderEliminarPero parece ser que esto ultimo no importa a nadie.
los que construyen son trabajadores, sin embargo los ladrones, sinverguenzas y hijos de sus respectivas madres, que de casta la viene al galgo, son los politicos,ayuntamientos y juntas de cadiz y andalucia, que mientras se esta construyendo estan cobrando escrituras plusvalia contribuciones basuras impuestos notarios juzgados y al final quieren poner a los albañiles de culpables en esto cuando ellos la mayoria tienen casas ilegales igual que todo el mundo y si no la tienen es por que la han descalificado con el dinero del pobre. antiguamente se le daba al pobre dinero y terreno aunque fuera en una cañada para callarle la boca,hoy se le calla a palos y decimos que esto es DEMOCRACIA.
ResponderEliminarPues esto abra que pararlo...pienso yo.
ResponderEliminarNo es hora que nos opongamos a estas cosas?
O todos somos politicos?
esto solo tiene un olor, que el promotor no dejó la comida pagada en los drogos y se olvidó del sobre de la cuota a la mafia, el que no cumple con la mafia lo paga. un avispado
ResponderEliminardicen: O FOLLAMOS TOR MUNDO O LA PUTA AL RIO. Bien pues eso es lo que deberian de hacer, o tirarlas todas o ninguna, que valor puede tener tirar solo diez casas? esto lo que hace es cabrear mas al pueblo. Creo que con una simple sancion economica hubiera valido. Pero aqui no pasa nada, en las proximas elecciones todos seguiran votando al inutil de Roman.
ResponderEliminarmejor y contestando al anterior, derruir todo el pueblo... total " que valor puede tener".
ResponderEliminarIncreible, el día que los chiclaneros piensen será tarde, la civilización habrá concluido.