Cuestiones de fe bañadas en realidad

- ¿Por qué todos esperan al final para darse cuenta de que la vida merece la pena? -le preguntó el alumno al maestro. - Si lo supieran desde el principio, la disfrutarían más.
- ¿A mí que me cuentas? - contestó el maestro. - Yo siempre tuve clarísimo que estar vivo era una mierda...
- Entonces... -la mirada del alumno se turnó cándida. - ¿Por qué decides seguir viviendo?
- Verás... ¿Dónde están ahora todos esos que creyeron descubrir al final que la vida merecía la pena?
- Muertos, creo.
- Exactamente. Yo creo que estar vivo es una mierda, lo cual, según lo dicho, probablemente signifique que seguiré viviendo...
- ¿Siempre pasa lo contrario de lo que uno cree o desea?
- Por lo general así parece, joven alumno...
- ¡Pues vaya mierda!
- Bien, bien, veo que ya vas aprendiendo...

Pon tu comentario