Especies invasoras - EL TOPO ATACA

El Autónomo Enmascarado [colaborador]

Intrigado por la proliferación de agujeros en las calles y carreteras de nuestra ciudad, el enmascarado se dedicó a buscar información sobre este problema.
Buscó en libros, enciclopedias científicas y hasta llamó al National Geographic. Nada, no encontraba nada.
Finalmente, claro, en Internet encontro lo que buscaba.
Al igual que otras muchas especies invasoras, el llamado topus asphalticus, ha colonizado nuestra ciudad. Se trata de un pequeño roedor de la familia de los Chapúcidos que siente predilección por hacer sus nidos en el asfalto. Nada de carriles ni arenas, a él lo que le gusta es el asfalto.


En principio, estos boquetes en el asfalto pueden producirse por el uso de las vías y las lluvias incesantes. En su hábitat natural, al del topo nos referimos, no resulta extraño contemplar como una cuadrilla de voluntariosos parcheadores oficiales vierten alquitrán para rellenar los agujeros.
Justo entonces es cuando entra en acción este animalito.

Tras esperar que los operarios se hayan marchado, cosa que suele ser rápida, el bicho va en busca del calor que desprende el material. Habida cuenta que lo de compactar el alquitrán no se estila mucho, el animalito no tiene problema en llegar hasta el interior del agujero y devorar un poco del alquitrán para que su señora topa forme su nido. Por eso, lo que acaban de arreglar los técnicos vuelve a hundirse un poco. ¿Pero por qué solo un poco? Pues a medida que se enfría el alquitrán ya no le gusta tanto y va a por el siguiente bocado calentito.

Nota del Biólogo: Cuando el depredador natural de una especie desaparece, en este caso la apisonadora que ha sido sustituida por un par de palazos, sus victimas proliferan sin control.

Una vez más, el Autónomo Enmascarado ha conseguido encontrar una solución a un misterio más de los que ocurren por estos lugares: Los baches chiclaneros.

¿Estará en lo cierto?