Línea directa

El otro día me habló Dios. ¿Tuve que ir a una iglesia? No. ¿Predicar en el desierto? No. ¿Someterme a privaciones o padecimientos? Ni mucho menos. Dios me envió un SMS directamente a mi móvil. Supongo que se ha modernizado, que ya le tocaba...
Hombre, que Dios te tenga en su agenda es un honor, ¿no? Aunque igual se limita a enviar spam a números al azar, que todo puede ser.
El caso es que me dijo que ya estaba cansado. Cansado de nosotros. Que nos había dejado acojonados con un par de amagos apocalípticos y que ahora se había aburrido y se dedicaba a otros mundos que él también había creado y que le resultaban más entretenidos.
Lo comprendo. En realidad, supongo que esto de crear mundos es como lo de crear blogs, que ya que puedes pues no te conformas con crear sólo uno...
De todos modos, tampoco me dijo nada nuevo. Era algo que yo ya intuía. Estamos solos. Llegados a este punto, sólo vislumbro dos posibles opciones: una, someternos de una vez al ansiado reinado del Anticristo; dos, sumirnos en la más absoluta desidia.
Yo elegiría la primera, aunque a mí me da que, aunque sólo sea por miedo, la gente se ha decantado, ya hace tiempo, por la segunda...

illo tu que te fumas?? tu intelecto y cultura se pierden con tu escritura
ResponderEliminar