ER RECORTE

Fumanchú, el CHINAclero disconforme [colaborador]

Yo no entiendo de barcos, nunca he sido alarmista, mi carácter no es pesimista ni negativo, siempre he tenido ilusión, mucha ilusión, mientras ha habido trabajo y sueldo digno me la ha traído floja la política. Por eso no me gusta que ahora vean mal lo que reclamo, o lo que critico. Precisamente el socialismo me enseñó que no eres socialista si no reclamas ni reivindicas ni defiende tus derechos a pedir cuenta a toda causa capaz de modificar el estado de reposo o movimiento en un cuerpo y más a los responsables de mi país y de mi pueblo. Porque mi país está mal y eso no es una novedad ni lo puede negar ya nadie, ya es oficial por fin, pero si mi país está mal, peor está mi pueblo, yo diría que hasta más der doble.

En España hay 47.000.000 de españoles y 4.500.000 son paraos; imaginaros en mi pueblo que hay 70.000 chiclaneros y 11.478 son desempleaos. En comparación, dividan, comparen porcentajes, quiten y pongan ceros, tomen referencias, saquen conclusiones.

Pongamos a un recién licenciado economista que no se prepara y lo dejan a cargo de la dirección de un banco con superávit y éste en menos de ocho años lo presenta en quiebra. ¿Qué diría?, ¿qué diría él?, -¡Veraaaa!, es que hemos prestado mucho dinero. -¡Verá!,-Es que la culpa es de los morosos que no tienen vergüenza. ¡No me pagan!

!Buaaaaa!. -Nada a la puñetera calle, -No, no. Espere, usted se equivoca, mi contrato termina en cuatro años, no podéis echarme hasta dentro de cuatro años, mientras tantos tenéis que joderos, lo dice la ley. –¿Qué dices? Esto no es España ni Chiclana esto es un banco, aquí nos interesamos en los intereses y ponemos mucho interés en hacerlo. Venga ya pa la puta calle, “Peazo ziezo”.

Pongamos a un político u hombre de palabra que no se prepara para serlo y coge mi país o mi pueblo a través de una lista creyéndose laureado e iluminado y jurando sobre él libro con una cifra de ceros de superávit irrecordable en la historia y con er culo más ancho que la calle Mendizábal y la palma de la mano derecha abierta hacia abajo, se compromete. Bueno, que no me venga echándole culpa a nadie, ni a los americanos, ni a las derechas, ni a la guerra del golfo, ni a los ninjas. Eso no vale, ni en mi país ni en mi pueblo. Si fueron nefastos, incompetentes o simplemente incapaces y no se prepararon como profesionales de la política, el que menos culpa tiene de eso es el ciudadano.

Y si vais a recortar argo empezar con vuestras vergüenzas, es lo primero que deberíais de haber recortado hace muchos meses y que Dios, er der crucifijo o er laico, me da igua, er que sea, que ayude a mi pueblo y reparta salud para que todos podamos ver lo suficientemente clarito cómo empiezan de una vez a recortarse.

Así que, con mis respetos, como diminuto elemento físico, empolvado e intranscendente que me veo ante ustedes y considerando que no tengo competencia para ordenar, ni imponer, no me queda otra alternativa que sugerirles que se marchen. ¡Fuera!, ¡fuera!, ¡fueraaaaaaaaaa!