EDITORIAL-Marzo 2012

Estado de malestar constante y sin visos de cambio.-

Los problemas laborales siguen sacudiendo Chiclana. El mes pasado los trabajadores de “Maderas Polanco” aceptaban el ERE ofrecido por la empresa, con lo que el conflicto que comenzó en septiembre de 2011 tras presentar esta entidad suspensión de pagos, está a punto de resolverse. Nuestra empresa más importante, que ha dado empleo a miles de chiclaneros y de otros lugares de Andalucía, creando su correspondiente riqueza, en breves fechas será historia.

“Polanco” no es la única empresa señera de la zona o de España que la crisis se ha llevado por delante. Han caído entidades mucho más potentes que ella, dejando a muchos más empleados en la calle, lo que nos da una idea del grave momento económico en el que vivimos y lo difícil que va a ser aguantar por un lado y sacar la cabeza del cubo donde nos estamos ahogando por el otro.

El cierre de una empresa que ha dado trabajo a casi 700 personas a la vez sólo en Chiclana es muy fuerte y pasará factura. Antes han cerrado otras menos importantes, pero necesarias también para mantener el ritmo de vida de la ciudad. Desgraciadamente siguen apareciendo carteles de se vende o se alquila en establecimientos chiclaneros casi cada día, algunos con muchos años de historia como “La Chiclanera” o “Barlac”.

Próximamente abrirá en pleno centro una importante empresa de confección y en Urbisur otra mundialmente famosa por sus hamburguesas, sándwiches y perritos calientes, pero no creemos que estas islas en pleno mar de cierres vayan a solucionar mucho en el empleo en la localidad, pero algo es algo. Al menos estos nombres (“Springfield” y “Burger King”) podrán servir de señuelo para que otras firmas de renombre quieran acercarse a invertir en Chiclana, que falta nos hace.

Del tan cacareado por el PSOE y Román centro comercial de La Longuera mejor nos olvidamos, porque a la crisis hay que sumarle que para llevarlo a cabo era imprescindible hacer la Ronda Oeste y tras doce años de promesas de Manuel Jiménez Barrios (ahora “colocado” para el Parlamento andaluz) y José María Román, de comienzos de obras y desbloqueos que no se sabe quién los había producido porque mandaba el PSOE en todas las administraciones públicas, seguimos sin tener comprados todos los terrenos necesarios para construirla.

La culpa será, como es norma en el PSOE, del PP y de Ernesto Marín que acaban de llegar y que se han encontrado con el pastel podrido y las arcas vacías. En un mes sabremos si la Junta de Andalucía cambia de manos y gobierna, como parece muy probable, el Partido Popular, pero no creemos que ello sirva para que esta carretera se haga y mucho menos cuando hay otras necesidades más perentorias.

Las hipotecas cada vez son más difíciles de pagar, las viviendas se pierden por esta causa y los bancos aumentan su patrimonio inmobiliario a un ritmo vertiginoso al quedarse con las casas, aunque los desahuciados no puedan ver saldada su deuda al quedarse las entidades bancarias con ellas y tendrán que seguir pagando si vivienda ni dónde encontrar dinero al estar en paro.

Vemos ejemplos de Grecia y empezamos a poner nuestras barbas a remojar porque los siguientes podemos ser nosotros, por eso resulta chocante que habiendo estado un gobierno que se dice de izquierdas gobernando ocho años seguidos y dejando más de cinco millones de parados y en la más absoluta ruina diga ahora que con el PP perderemos el estado de bienestar. ¿Cuál?

Los únicos que perderán ese estado son los que nos han llevado al pozo, aunque no todos se verán en la cola del paro porque seguirán chupando de la teta pública más años y dejando su retiro bien “arregladito”. Llamar a lo que hay en España y más concretamente en Andalucía “estado del bienestar” suena a chiste.