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Banqueros y políticos, culpables

Francisco M. Navas [colaboraciones]

Habrá que repetir el titular de este artículo hasta la saciedad, para que nunca se nos olvide y para poder tener siempre presente quiénes son los verdaderos culpables de la situación económica y social que atraviesa nuestro país y los de su entorno. Vivimos en un mundo económicamente globalizado, en el que el beneficio sin límites es la meta deseada de cualquier capitalista que se precie. La esencia del capitalismo consiste precisamente en eso. A diario nos la disfrazan con palabras huecas como competitividad, racionalización, reajustes, expedientes de regulación.

Pero no nos engañemos: tras cada especulador financiero, que nos presentarán como inversor, siempre encontraremos la misma siniestra ecuación: máximo beneficio, mínimo coste, mínimo riesgo. Así de simple, y así de terrible. Aquí no caben escrúpulos personales, ni remordimientos de conciencia, ni balance sobre las negativas consecuencias que las diversas operaciones económicas puedan acarrear: máximo beneficio, mínimo coste, mínimo riesgo.

Y hasta que no interiorizamos realmente esta tremenda frialdad de la práctica capitalista, no podemos hacernos una idea de cómo actúan y seguirán actuando estos dueños del mundo. Porque, no nos engañemos, a ellos no les importan las familias que queden sin salario y sin sustento, ni la cifra del paro, ni la carestía de la vida.

Ellos saben perfectamente que en el seno de un sistema desordenado, incontrolado, desregulado, encontrarán las fórmulas necesarias para enriquecerse rápidamente, sin asumir riesgo alguno y que, además, las leyes los protegen, para que puedan masacrar a la población sin límite alguno.

Una sociedad, primitiva o civilizada, se rige siempre por una serie de normas que ordenan la convivencia, comúnmente aceptadas por todos, a las que denominamos leyes. Y la ley surgió, en sus orígenes, como un intento de proteger al débil contra el fuerte. Desgraciadamente, muy pronto el fuerte se dio cuenta de que debía comprar al que redactaba la ley para que esa ley desprotegiese al débil y aumentase la fortaleza de ellos, los poderosos.

DUELO ENTRE AFICIONADOS Y PROFESIONALES

Y así, todos los días nos encontramos con la paradoja de que los políticos siguen redactando leyes y dictando normas que protegen a los poderosos y acentúan la debilidad de los débiles. Los banqueros campan a sus anchas por el laberinto legislativo, que se conocen al dedillo y que está redactado a su medida, mientras nosotros, los ciudadanos y ciudadanas de a pie contemplamos como cada día nos aplastan un poco más.  

Se puede ser político sin tener estudios ni conocimiento alguno. Sólo se llega a presidir un banco si se posee un conocimiento exhaustivo y perfecto del funcionamiento del capitalismo. Es un duelo entre aficionados, los políticos, y profesionales, los banqueros. Imagínense quién acabará llevándose el gato al agua. Si un banco se hunde, todo el mundo se apresura a salvarlo, cueste lo que cueste, no importa las prácticas económicas que haya desarrollado.


Ayer lo escuchamos de boca de un presidente de gobierno que se nos mostró entre impotente y resignado: no se puede dejar caer a un banco”.
Pero si una empresa deja de obtener beneficios, se cierra y punto. Si el carbón es deficitario, aunque sostenga con su economía a comarcas enteras, se elimina y punto.

Y si varios millones de personas pierden su empleo por culpa de la especulación de los bancos, no pasa nada: así funciona el capitalismo, donde los únicos intocables son los dueños del capital, esto es, los bancos. Un capital que han acumulado, paradójicamente, jugando con los pequeños ahorros de cientos de millones de personas.
 
CREAR LEYES QUE EVITEN EL FRAUDE

Los banqueros americanos, celosos de la prosperidad del euro, organizaron sistemáticamente todo un conjunto de operaciones financieras para especular con el dinero y con propiedades que, en muchos casos, no valían absolutamente nada, mientras se repartían millones de dólares en primas y beneficios. Y contaminaron a Europa y Asia con el virus más letal que existe: la codicia.

Nuestros bancos compraron esos “productos” creyendo que compraban una mina de oro. Ése es el origen de la crisis que padecemos, y el causante de la subida del IVA, de los despidos masivos, de la ruina de innumerables empresas por falta de crédito, del cierre de las minas de carbón, de la supresión de la paga de navidad para los funcionarios.


Si los políticos fuesen realmente profesionales, hace ya mucho tiempo que habrían sometido a estos ladrones de guante blanco con el único instrumento que tiene una sociedad para pararlos: la ley”.
Porque con leyes que eviten el fraude, la evasión de impuestos, que limiten con gravámenes fiscales los beneficios excesivos, los engaños contables, se crearía empleo y se generaría riqueza real, no ficticia.

Ayer, mientras escuchaba las noticias, hacía cálculos de cuántos puestos de trabajo reales, productivos, se podrían crear con los veinte mil millones de euros que necesita BANKIA. Y me preguntaba igualmente dónde han ido a parar los ahorros de todas las personas que depositaron en su día su dinero en todos esos bancos que ahora necesitan miles de millones de euros.

En cualquier caso, la respuesta la tienen que dar los políticos, porque aunque los bancos son culpables, ellos, con su falta de oficio, son responsables de esa culpabilidad.

7 comentarios:

  1. UN CUENTO PARA REFLEXIONAR:

    Dice que se encontraba un científico en su sótano devanándose los sesos por encontrar una solución a problemas propios de la naturaleza y que el hombre aun no ha conseguido descifrar aunque esta solución está siempre ahí; esperándolo.
    Pues este señor tenía un hijo pequeño de estos que aunque sea uno parecen dos de lo que se mueve y no paraba de darle la lata.
    Avistó una revista con un mapa mundi y pensó que si le hacía una especie de puzzle con dicho mapa, tendría ocupado al niño durante unas horas mientras el seguía con sus investigaciones.
    El caso es que el niño a los diez minutos ya tenia resulto el mapa quedando el padre un tanto perplejo.
    -¿Cómo has resuelto ese puzzle tan enrevesado en tan poco tiempo si ni tan siquiera sabes geografía?- preguntó el padre-.
    A lo que el niño contestó:
    - Es verdad papá el mapa el mundo no lo conozco ni me hizo falta pero si al hombre que había impreso por detrás del mapa; así que me dedique a formar al hombre hasta completar el puzzle.

    MORALEJA: Si queremos cambiar el mundo empecemos por cambiara el corazón del hombre. Lo demás vendrá por añadidura.

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  2. Esta crisis no es más que un movimiento geopolítico, un experimento económico, algo parecido pasó tras la primera guerra mundial en alemania con las medidas que le impusieron para pagar la "deuda de guerra".

    También pasó en EEUU y para que no volviese a pasar... para impedir que los grandes capitales especuladores puedan hacerse mucho más ricos a base de "apostar" en el mundo de las finanzas en contra de la economía de un país soberano... usurpandole esa soberanía.

    Para que estas cosas no volvieran a pasar... se creó la LEY GLASS-STEAGAL, que no es más que una separación y control herméticos de, por un lado la banca minorista: hipotecas, préstamos, etc... y por otro lado la banca de las finanzas y los productos financieros, etc...

    Lo que se consigue es limitar el margen de actuación de los grandes especuladores, y se "blinda" la banca que hace el servicio a las pymes y los ciudadanos... obligandola además a dar prestamos e hipotecas a intereses bajísimos y con un interés fijo en el tiempo.

    Y si los grandes especuladores montan una juerga como la crisis que estamos viviendo, pues se queda solo en el sector financiero... es decir, se comen entre ellos y nosotros PODEMOS VIVIR NUESTRA VIDA.

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  3. Paco estoy contigo, es desastroso que encima de p...a tengamos que poner la cama, al final de todo y a nuestro pesar, la ley islandesa va tomando fuerza, somos un rebaño de ovejas para ellos, les da igual que nos manifestemos, que solicitemos la dacion en pago, que si, que esta, pero no con clausulas especiales para que los banqueros tengan la ultima palabra y a su conveniencia.
    Esto es un pais de locos en el que nuestros politicos buscan un sueldo vitalicio, para luego les fichen entidades financieras a base de talonario o se dediquen a dar conferencias por el mundo con cantidades astronomicas, esto es mercadeo, seriedad y responsabilidad, cero.

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  4. La ley Glass-Steagal ya no existe. Me quedo como solución a largo plazo la que nos ofrece el cuento del -1-.

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  5. al 4:
    Ya se que ya no existe, por eso estamos como estamos... de eso se trata. de que exista otra vez... o eso, o meterle fuego a todos los bancos y a tomar por cu..... pero no está la cosa para "cuentos" sino para "acciones".

    Si me pides una solucion por la via democrática te digo: Glass-Steagal para empezar...
    Si me pides una solución (simplemente) pues te digo que la vía rápida y directa es el fuego, que todo lo purifica.

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  6. la ignorancia es la culpable de todo lo que pasa
    los banqueros y los politicos son todos unos ignorantes

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