Carta abierta a Antonio Ríos, presidente de la Asociación de Parados

Antonio López Ariza [colaboraciones].-

Ya “no amigo” Antonio Ríos. Soy Antonio López Ariza y te voy a contestar a todas las mentiras que has dicho sobre mi persona. Nunca creí que llegaras a esto, pero resulta que has cogido el camino al que tanto le temías. Me hablaste a mí y a muchos otros de los temores de que si un tal Bernardo se metía en la Asociación en la próxima asamblea, te quitaría la presidencia porque él vendría con sus amigos, de ahí que me pidieras que afiliara a mi mujer para tener más votos a tu favor.

Por tanto, me extraña que ahora que te has cambiado la camisa, te extrañe la afiliación de mi mujer, pero no te preocupes, ya ni mi mujer, ni mi nieto, ni yo te pagaremos más cuotas. A ver cuánto dinero te dimos a cambio de nada, porque ninguno de los tres te pedimos aparcar coches, ni en feria, ni en playa, ni en Plaza Mayor.

Otra mentira es, y esa sí es seria, el decir de que yo, al romper tú la Asamblea de Panzacola con tus gritos y chillidos al secretario, digas que yo de allí me fui a la sede y mandé romper la cerradura y poner otra nueva.

Eso, Ríos, me lo vas a tener que demostrar, porque ese cambio de llaves lo hicieron algunos de los miembros de la asociación y para ello le preguntaron al secretario si se podría cambiar, porque éste temía que te llevaras las documentaciones que allí estuvieran. Por tanto, te pediré responsabilidades por mentir a sabiendas, queriendo perjudicar a mi persona.

Todo esto viene a resulta de que Ríos, ocultamente, está viéndose con un político de la oposición y él mismo ha ido diciendo que yo me tenía que ir porque molestaba a ese político.

¿Te acuerdas cuando viniste a mi casa pidiendo protección porque no se qué político te había pedido 3.000 euros por hacerte unos estatutos para la asociación de parados? ¿Te acuerdas que yo te dije en internet los hay y no cuestan nada? ¿Te acuerdas  que los primeros estatutos los llevé a Cádiz a la Junta de Andalucía y puse mi coche para ese viaje? Creo que no cobré ni la gasolina.

DESENGAÑO
¿Recuerdas cuántas fotocopias y cuántas veces usaste mis herramientas para el uso de la asociación? Hasta te llevaste sin mi autorización la guillotina a la nueva sede. Mira, Ríos, yo no he cambiado, eres tú el que lo has hecho. Te lo dije y te lo digo de nuevo: a mí nunca me hiciste falta para nada.

Si diste pasos de medición conmigo te pagué, y si me colgaste carteles, 20, te di 50 euros; y en la medición del campo en la Boyal te di otros 50 euros. Yo a ti no te debo nada. Ahora pon tu mano en tu corazón (si tienes) y pregúntate cuántas veces me has necesitado y en cuantas te he fallado.

Siempre que has llegado a mi casa has entrado como casi en la tuya, me has pedido planos para la granja de caracoles y te los hice, me pediste planos para un ajuste de tu vivienda y te lo hice, y no te cobré nada”.

En fin, que te vaya bien, no te deseo mal alguno, pero por cómo me has tratado no te mereces que me preocupe más por ti, cosa que haré de ahora en adelante. Pero que te quede muy claro que yo, por muy amigo que sea de una persona, nunca me someteré a un juego sucio con los compañeros de la asociación, eso que te quede claro, yo soy legal y leal, con juego limpio, no como tú, que cambias y no juegas limpio.

Y no te digo más cosas porque me das pena. Con la confianza que puse en ti y el desengaño que le has dado a todos, menos a los que te bailan la cuerda. Pues acuérdate, algún día verás en qué charco te has metido.

No te preocupes por los otros, “los malos como nos decís”, porque no les va a faltar ni sede, ni las herramientas de que dispongo, porque lo mismo que a ti te las di, también se las he ofrecido a ellos. A mí lo que me interesa es lo legal y lo leal, a ti parece que se debe de ser de otra forma. Pues que te vaya bien.