El declive de los dinosaurios
Teodolito [colaboraciones].-
A milenios, a unos siglos, o a unos dĂas, la historia se repite incansablemente, el viejo y apoltronado individuo se beneficia de su posiciĂłn privilegiada para mantener su estatus y sacar rĂ©ditos suficientes para supervivir en su entorno. ¿Ley de supervivencia o egoĂsmo innato?
El ser humano, que por supuesto es de quien hablamos o redactamos, sobresale del entorno caustico y brutal, en eras muy pasadas, desde sus tiempos de luchas por el trozo de mamut, a corredor de bolsa en Wall Street.
Una larga caminata y una rabieta continua por mantener su territorio limpio de competencia, una meada, unos arañazos en el tronco de un árbol bastaba para delimitar y levantar su alambrada, todo parte de la necesaria y natural supervivencia de los seres vivos.
Es posible creer hoy en dĂa que este comportamiento lo hemos atenuado, y por ello contemplemos estupefacto actos injustos, indignos, vergonzosos, escandalosos, –que lo son, desde un punto de vista Ă©tico/moral actual-, puedo acabar con todos los sinĂłnimos, pero toda causa tiene un efecto y Ă©ste una reacciĂłn.
El reconocer estas causas en individuos “inteligentes” provoca a veces una reacciĂłn en cadena, acentuada por el mismo crĂ©dito intelectual que contiene el espĂ©cimen. La posibilidad de cambiar estas actitudes siempre han existido pero… ¿serĂa Ă©sta la soluciĂłn?, de haber sido de otra manera ¿pensáis que nuestro entorno serĂa como lo es hoy?, ¿hubiera llegado el ser humano hasta nuestros dĂas?, opino que no.
Esta “mala idea” que tenemos en lo más profundo de nuestros genes, la utilizamos para desarrollar nuestro sistema particular de supervivencia, y cada individuo la despliega en menor o mayor medida en su hábitat.
Queriendo descubrir sin disculpar estas acciones en nuestros dĂas, puedo proponer reflexiones imparciales y una visiĂłn suficientemente neutral del asunto, cuando está claro que ni la mĂa lo va a ser.
PATENTE DE CORSO
Es de todos conocida, la permutaciĂłn continua que observamos en nuestro dĂa a dĂa, como, el macho o la hembra alfa goza de privilegios y atenciones especiales, gestiona y mercantiliza los dones del colectivo segĂşn le dicta esa conciencia proteccionista del “yo y los mĂos primero”, a veces serĂa “los mĂos y yo primero”, pero sin salir de ese cĂrculo.
Regenta una patente de corso que transmite a tiempo, al cĂrculo de allegados cuando el declive de su estatus se desmorona. Si lo miramos con detenimiento, este hecho produce una enorme injusticia social y el consecuente estado de depredaciĂłn por conquistar “el trono de rey”.
Vemos diariamente cĂłmo se planifica y programa puntualmente, en cualquiera de nuestras escalas sociales, -yo protejo al grupo que me protegerá a mĂ y los mĂos-, y de esta manera consigo la perpetuidad de mi especie. Esto no supondrĂa una contrariedad, si no fuera porque estamos hablando del espĂ©cimen con el rasgo mayor de inteligencia que habita nuestro planeta, y eso conlleva unas contraprestaciones que algunos no estamos dispuestos a pagar.
La consecuente discriminaciĂłn de seres llevados a la escala de “menores”, por el simple hecho de no pertenecer al entorno del dinosaurio, provocará el estallido de esas masas y el oportuno relevo del sistema establecido, con la consecuente de “A Rey muerto, Rey puesto” y de nuevo vuelta a un sistema restaurado basado en las mismas directrices que el anterior.
Y ya con los pies en nuestro siglo, en nuestro año 2.013, seguimos “haciĂ©ndole la cama al dinosaurio” unos, intentando derrocarlo otros. Muchas veces, hoy en nuestros dĂas, el problema va a ser detectar al “saurio alfa y su manada”, ya que la sociedad moderna le ha servido para camuflarse y derramarse tanto en el entorno, que se hace muy difĂcil su localizaciĂłn. Ya sabemos que en estos casos no se utiliza un “insecticida sistĂ©mico”, sino todo lo contrario “bombas de destrucciĂłn masiva”.
A milenios, a unos siglos, o a unos dĂas, la historia se repite incansablemente, el viejo y apoltronado individuo se beneficia de su posiciĂłn privilegiada para mantener su estatus y sacar rĂ©ditos suficientes para supervivir en su entorno. ¿Ley de supervivencia o egoĂsmo innato?
El ser humano, que por supuesto es de quien hablamos o redactamos, sobresale del entorno caustico y brutal, en eras muy pasadas, desde sus tiempos de luchas por el trozo de mamut, a corredor de bolsa en Wall Street.
Una larga caminata y una rabieta continua por mantener su territorio limpio de competencia, una meada, unos arañazos en el tronco de un árbol bastaba para delimitar y levantar su alambrada, todo parte de la necesaria y natural supervivencia de los seres vivos.
Es posible creer hoy en dĂa que este comportamiento lo hemos atenuado, y por ello contemplemos estupefacto actos injustos, indignos, vergonzosos, escandalosos, –que lo son, desde un punto de vista Ă©tico/moral actual-, puedo acabar con todos los sinĂłnimos, pero toda causa tiene un efecto y Ă©ste una reacciĂłn.
El reconocer estas causas en individuos “inteligentes” provoca a veces una reacciĂłn en cadena, acentuada por el mismo crĂ©dito intelectual que contiene el espĂ©cimen. La posibilidad de cambiar estas actitudes siempre han existido pero… ¿serĂa Ă©sta la soluciĂłn?, de haber sido de otra manera ¿pensáis que nuestro entorno serĂa como lo es hoy?, ¿hubiera llegado el ser humano hasta nuestros dĂas?, opino que no.
Esta “mala idea” que tenemos en lo más profundo de nuestros genes, la utilizamos para desarrollar nuestro sistema particular de supervivencia, y cada individuo la despliega en menor o mayor medida en su hábitat.
Queriendo descubrir sin disculpar estas acciones en nuestros dĂas, puedo proponer reflexiones imparciales y una visiĂłn suficientemente neutral del asunto, cuando está claro que ni la mĂa lo va a ser.
PATENTE DE CORSO
Es de todos conocida, la permutaciĂłn continua que observamos en nuestro dĂa a dĂa, como, el macho o la hembra alfa goza de privilegios y atenciones especiales, gestiona y mercantiliza los dones del colectivo segĂşn le dicta esa conciencia proteccionista del “yo y los mĂos primero”, a veces serĂa “los mĂos y yo primero”, pero sin salir de ese cĂrculo.
Regenta una patente de corso que transmite a tiempo, al cĂrculo de allegados cuando el declive de su estatus se desmorona. Si lo miramos con detenimiento, este hecho produce una enorme injusticia social y el consecuente estado de depredaciĂłn por conquistar “el trono de rey”.
Vemos diariamente cĂłmo se planifica y programa puntualmente, en cualquiera de nuestras escalas sociales, -yo protejo al grupo que me protegerá a mĂ y los mĂos-, y de esta manera consigo la perpetuidad de mi especie. Esto no supondrĂa una contrariedad, si no fuera porque estamos hablando del espĂ©cimen con el rasgo mayor de inteligencia que habita nuestro planeta, y eso conlleva unas contraprestaciones que algunos no estamos dispuestos a pagar.
La consecuente discriminaciĂłn de seres llevados a la escala de “menores”, por el simple hecho de no pertenecer al entorno del dinosaurio, provocará el estallido de esas masas y el oportuno relevo del sistema establecido, con la consecuente de “A Rey muerto, Rey puesto” y de nuevo vuelta a un sistema restaurado basado en las mismas directrices que el anterior.
Y ya con los pies en nuestro siglo, en nuestro año 2.013, seguimos “haciĂ©ndole la cama al dinosaurio” unos, intentando derrocarlo otros. Muchas veces, hoy en nuestros dĂas, el problema va a ser detectar al “saurio alfa y su manada”, ya que la sociedad moderna le ha servido para camuflarse y derramarse tanto en el entorno, que se hace muy difĂcil su localizaciĂłn. Ya sabemos que en estos casos no se utiliza un “insecticida sistĂ©mico”, sino todo lo contrario “bombas de destrucciĂłn masiva”.
Es interesante observar, en distintas épocas, el hilo conductor que las une. Hace más de siglo y medio, intentamos sustraernos de las relaciones dominante-dominado a la vez que aspirábamos al utópico y pleno estado de bien-estar; sin embargo, volvemos hoy a contemplar atónitos la necesidad de una nueva revolución que sacuda los yugos de las conciencias tibias e imperceptiblemente desensibilizadas.
ResponderEliminarEsta vez será más difĂcil pues "los otros" aprendieron de la experiencia revolucionaria las formas para debilitar a tiempo el fuego incipiente de la crĂtica y la des-obediencia civil.
1,46 euros er gasoil der malo
ResponderEliminaruno cuarenta y seis
un euros y cuarenta y seis centimos
y tan pancho
aun sabiendo que todo el contenido de un barril es todo impuesto
todo divisas
para contaminar
para saturar el trafico
pa buscarse las papa es impresindible y fundamental pa uno que esta parao gastarse 1,45 de gasoi pa empeza a menearse y buscar trabajo
contrima pa una empresa utonoma con 6 furgoneta
a 1,46 euros
1,46
mas cara ya que la cocacola de litro y medio
y no pasa nada
no revienta nada
no salta la chispa
420 euros indefinidamente por un lao
y 1,46 euros de gasoir por otro
y la gente mas preocupao por la marcha der papa.
Ahora reflexionando pa uno mismo va uno y se caga en lo muerto der papa y toa sus casta er carajo san nicola de to que se menea que tenga un cargo
y viene otro en er comentario siguiente llamandote obsceno
Me cago en ni muerto to pa sali emparejao
¿es que me esta invitando este puto gobierno a quedarme en mi casa sentao esperando los 420 euros esqueroso?
me esta invitando a eso?
a mĂ el análisis marxista de la historia no me convence del todo, hay algo muy importante que no está ahĂ, no cuadra
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