García Gutiérrez enamoró a Verdi con su trovador y éste a los chiclaneros con “Il Trovatore”

 
Lleno espectacular y éxito rotundo de la Orquesta Sinfónica del Aljarafe y el Coro “Nova Nerta”.-

Dicen que las óperas hay que verlas en un buen teatro, con decorados impresionantes y con una buena acústica, además de buenos cantantes y actores y un buen libreto. Todo eso se concentró el pasado sábado en la Plaza Mayor, pero con un cambio importante: los decorados no eran ficticios sino reales casi todos ellos, y contribuyó al éxito de la magnífica representación de “Il Trovatore”.

La Plaza Mayor estaba repleta de público (sólo quedaron por vender unas cuarenta entradas al fondo), expectante, ya que por primera vez íbamos a poder disfrutar de una de las óperas más famosas e importantes no sólo de Giuseppe Verdi sino de la música clásica en general. Era una noche de gala y nadie salió defraudado.

Antonio García Gutiérrez escribió a finales de 1835 su obra de teatro en verso “El Trovador”, que estrenó el 1 de marzo de 1836. Diecisiete años más tarde, un compositor italiano de enorme éxito llamado Giuseppe Verdi estrenó una de sus óperas más reconocidas, “Il Trovatore”, basada en la obra de nuestro dramaturgo.

El triunfo fue muy importante y eso a García Gutiérrez le dio un plus más dentro de la importancia que ya tenía en su época. Este año se conmemora el bicentenario de ambos, aunque García Gutiérrez es tres meses mayor que Verdi, por lo que para conmemorar el de nuestro ilustre escritor nadie mejor que el que lo encumbró con su adaptación de “El Trovador” a ópera.

“Il Trovatore” es una pieza de gran belleza. Los mejores tenores y sopranos del mundo, así como orquestas sinfónicas de gran prestigio la han representado en los mejores teatros del mundo, por lo que el desafío era importante. Había otro problema, posible, como era el sonido en la plaza, con un espacio muy grande, al aire libre.

EXCELENTE REPRESENTACIÓN

Pero hasta eso salió a la perfección. La Orquesta Sinfónica del Aljarafe, con músicos y director jóvenes, pero con una calidad contrastada, sonó como los ángeles. No hubo viento, los micrófonos que llevaban los cantantes tampoco fallaron y todo salió a pedir de boca.

En el escenario, el Coro “Nova Nerta”, dirigido por Juan Luis Lorenzo, y los intérpretes que darían vida a Manrico, Leonora y Azucena entre otros demostraron que eran capaces de sacar adelante esta escenificación y de forma brillante. Ya lo hicieron semanas antes en su estreno en Sevilla y en Chiclana refrendaron el éxito.

Antes de comenzar el concierto, la orquesta hizo un homenaje a las víctimas del accidente ferroviario de Santiago, en el que han perdido la vida 79 personas. Una bella pieza musical que emocionó al público asistente.

A continuación vendría lo que todas esperaban: “Il Trovatore”. Desde el primer momento dejaron claro que esa noche los personajes creados por Antonio García Gutiérrez hace dos siglos iban a ser los protagonistas.

ENTORNO PRIVILEGIADO

Hablábamos al principio del entorno en el que se desarrollaría la historia y éste no pudo ser mejor. La Iglesia Mayor fue el mejor escenario imaginable. En la parte más alta fue donde se proyectaron los subtítulos para que el público supiera en todo momento cómo se desarrollaba la trama.

Además, la fachada se iluminaba acorde con la historia, cambiando de figuras y colores, lo que este imponente y bello edificio realzaba el desarrollo de la obra.

Uno de los mejores momentos fue la aparición del grupo de monjas y Leonora por la calle colindante con la iglesia, su paso por la puerta principal de la misma hasta llegar al escenario, andando lentamente y cantando, con la fachada de color rojo, simulando que se encontraba en el convento donde fue recluida la protagonista.

Magníficas las voces e interpretaciones de Andrés Veramendi, Lola Casariego, Carmen Solís, Xavier Galán, Arturo Pastor, Inés Olabarría y Ángel Jiménez, así como el coro “Nova Nerta”. La orquesta estuvo a la misma altura, y contó con la dirección de Pedro Vázquez.

Las 1300 personas que asistieron al concierto les premiaron con fuertes aplausos durante varios minutos. Éxito importante y una magnífica manera de rendir homenaje a nuestro escritor más universal en su bicentenario.