Injusta justicia
Francisco M. Navas [colaboraciones].-
Aunque estas dos palabras juntas nos puedan parecer opuestas y contradictorias entre sĂ, la reciente sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo resume perfectamente en sĂ misma el tĂtulo de este artĂculo.
La justicia en general, aplicada directamente por jueces y magistrados, suele moverse, desde hace siglos, en el seno de unas prácticas y procedimientos complicados, adornados de un lenguaje preciso, aunque farragoso e incomprensible, que no permite al ciudadano de a pie ni siquiera comprender los textos en los que se plasman sus diferentes sentencias.
Como si se tratase de mantener al margen a la gente corriente del significado real de sus considerandos, utilizando equĂvocamente palabras como “fallamos” cuando se supone que aciertan al formular sus veredictos, y desplazándose lenta e incansablemente como una procesionaria, dando la impresiĂłn de que no hay poder polĂtico que la saque de ese ostracismo secular ni capaz de acelerar su pulso, la justicia mantiene, con ligeros matices, la misma complejidad y los mismos arcaĂsmos de los que siempre ha adolecido.
Vivimos en el seno de Europa, y ello comporta que, lo mismo que nos beneficiamos de las ayudas econĂłmicas de la UniĂłn Europea, o de las ventajas de pertenecer a un mercado comĂşn sin fronteras de casi doscientos cincuenta millones de personas, participemos igualmente y de pleno derecho en todo tipo de instituciones comunitarias: entre ellas, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo, que impide con sus sentencias cualquier tipo de recurso legal.
TORPEZA E INEPTITUD
Este mismo Tribunal avalĂł en su dĂa la Ley de Partidos PolĂticos que dejaba fuera de juego a Batasuna, organizaciĂłn más preocupada de seguir a pie juntillas la doctrina de ETA que de participar activa y pacĂficamente en la vida polĂtica de nuestro paĂs.
¿DĂłnde está el problema entonces? A menudo se nos olvida que vivimos en una democracia donde existe una divisiĂłn de los poderes del Estado en tres grandes bloques: ejecutivo, legislativo y judicial. A los jueces y magistrados se les podrá echar en cara la lentitud de sus procedimientos, nuestra disconformidad con sus veredictos, pero ellos no hacen las leyes. SĂłlo las aplican.
Por eso, cuando estos dĂas atrás se ha pretendido cargar el mochuelo a la Audiencia Nacional o a cualesquiera tribunal que condenase en su dĂa a terroristas por sus actos, probados en juicio, el gobierno de este paĂs no hace otra cosa que demostrar su torpeza y su ineptitud.
Porque Ă©l y todos los anteriores saben de más que si no se reforma correctamente el CĂłdigo Penal, y ninguno de los gobiernos de la democracia parece haber tenido tiempo de ello en treinta y cinco años, da igual que un juez condene a tres mil años a un criminal cualquiera, pues en cualquier caso no cumplirá más de quince en prisiĂłn. Sin hablar de las redenciones de pena por “buena conducta”.
Si nuestras leyes penales no hubieran aplicado el principio de retroactividad a muchos terroristas condenados, no nos encontrarĂamos ahora con este macabro espectáculo desplegado ante los familiares y allegados de esas vĂctimas, que deberán soportar con lĂłgica indignaciĂłn un goteo intermitente pero continuo de excarcelaciones.
CUMPLIMIENTO DE LAS PENAS
Condenas recientes como la del torero Ortega Cano, o en su dĂa la de Farruquito, sembraron el estupor entre la ciudadanĂa, que no comprende cĂłmo puede costar tan poco quitarle la vida a alguien, voluntaria o involuntariamente.
Y no es menos razonable pedir que si alguien es condenado a treinta años de prisiĂłn, cumpla los treinta años, no catorce ni veintidĂłs, y que las penas se ajusten realmente al delito cometido y se endurezcan especialmente cuando entre en juego todo lo concerniente a la vida: hay personas cumpliendo condenas mayores por contrabando o por tráfico de drogas que las que les corresponderĂan por haber cometido homicidios o asesinatos.
A menudo se nos olvida que toda la inmensa maquinaria del Estado se debe, en todas sus actuaciones, a la ciudadanĂa, que no es tonta ni se chupa el dedo. Luego todos sus actos deben ir encaminados a que la honestidad y la honradez prevalezcan sobre la maldad.
La permanente falta de celo de la clase polĂtica de este paĂs en el cumplimiento de sus funciones va de la mano de su excelente nivel de vida, de su cinismo social y del blindaje de sus prestaciones personales presentes y futuras.
OPERACIONES DE MAQUILLAJE
Estas operaciones de maquillaje orquestadas por el gobierno, que se comporta de manera hasta ahora insĂłlita y que no tiene escrĂşpulos para disimular su incompetencia de esta manera, son igualmente ridĂculas, como lo del pago en diferido o aquello otro de que, cĂłmo no, Zapatero tiene la culpa de todo.
Desde luego, no creo que ni las Esperanzas Aguirre ni las Anas Botella sean precisamente ejemplos paradigmáticos de posibles salvadoras de España. Me remito a sus impresentables trayectorias polĂticas.
AquĂ hablamos de justicia y aspirar a que la Dama de la Balanza y los Ojos Vendados lleguen a ser verdaderamente justas es lo mĂnimo que podemos pedirle a nuestros bien pagados, bien cebados y bien alojados padres de la patria. Porque del vaso de su ineptitud y de su negligencia acabaremos bebiendo, tarde o temprano, todos los ciudadanos de este paĂs.
Aunque estas dos palabras juntas nos puedan parecer opuestas y contradictorias entre sĂ, la reciente sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo resume perfectamente en sĂ misma el tĂtulo de este artĂculo.
La justicia en general, aplicada directamente por jueces y magistrados, suele moverse, desde hace siglos, en el seno de unas prácticas y procedimientos complicados, adornados de un lenguaje preciso, aunque farragoso e incomprensible, que no permite al ciudadano de a pie ni siquiera comprender los textos en los que se plasman sus diferentes sentencias.
Como si se tratase de mantener al margen a la gente corriente del significado real de sus considerandos, utilizando equĂvocamente palabras como “fallamos” cuando se supone que aciertan al formular sus veredictos, y desplazándose lenta e incansablemente como una procesionaria, dando la impresiĂłn de que no hay poder polĂtico que la saque de ese ostracismo secular ni capaz de acelerar su pulso, la justicia mantiene, con ligeros matices, la misma complejidad y los mismos arcaĂsmos de los que siempre ha adolecido.
Vivimos en el seno de Europa, y ello comporta que, lo mismo que nos beneficiamos de las ayudas econĂłmicas de la UniĂłn Europea, o de las ventajas de pertenecer a un mercado comĂşn sin fronteras de casi doscientos cincuenta millones de personas, participemos igualmente y de pleno derecho en todo tipo de instituciones comunitarias: entre ellas, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo, que impide con sus sentencias cualquier tipo de recurso legal.

TORPEZA E INEPTITUD
Este mismo Tribunal avalĂł en su dĂa la Ley de Partidos PolĂticos que dejaba fuera de juego a Batasuna, organizaciĂłn más preocupada de seguir a pie juntillas la doctrina de ETA que de participar activa y pacĂficamente en la vida polĂtica de nuestro paĂs.
¿DĂłnde está el problema entonces? A menudo se nos olvida que vivimos en una democracia donde existe una divisiĂłn de los poderes del Estado en tres grandes bloques: ejecutivo, legislativo y judicial. A los jueces y magistrados se les podrá echar en cara la lentitud de sus procedimientos, nuestra disconformidad con sus veredictos, pero ellos no hacen las leyes. SĂłlo las aplican.
Por eso, cuando estos dĂas atrás se ha pretendido cargar el mochuelo a la Audiencia Nacional o a cualesquiera tribunal que condenase en su dĂa a terroristas por sus actos, probados en juicio, el gobierno de este paĂs no hace otra cosa que demostrar su torpeza y su ineptitud.
Porque Ă©l y todos los anteriores saben de más que si no se reforma correctamente el CĂłdigo Penal, y ninguno de los gobiernos de la democracia parece haber tenido tiempo de ello en treinta y cinco años, da igual que un juez condene a tres mil años a un criminal cualquiera, pues en cualquier caso no cumplirá más de quince en prisiĂłn. Sin hablar de las redenciones de pena por “buena conducta”.
Si nuestras leyes penales no hubieran aplicado el principio de retroactividad a muchos terroristas condenados, no nos encontrarĂamos ahora con este macabro espectáculo desplegado ante los familiares y allegados de esas vĂctimas, que deberán soportar con lĂłgica indignaciĂłn un goteo intermitente pero continuo de excarcelaciones.

Condenas recientes como la del torero Ortega Cano, o en su dĂa la de Farruquito, sembraron el estupor entre la ciudadanĂa, que no comprende cĂłmo puede costar tan poco quitarle la vida a alguien, voluntaria o involuntariamente.
Y no es menos razonable pedir que si alguien es condenado a treinta años de prisiĂłn, cumpla los treinta años, no catorce ni veintidĂłs, y que las penas se ajusten realmente al delito cometido y se endurezcan especialmente cuando entre en juego todo lo concerniente a la vida: hay personas cumpliendo condenas mayores por contrabando o por tráfico de drogas que las que les corresponderĂan por haber cometido homicidios o asesinatos.
A menudo se nos olvida que toda la inmensa maquinaria del Estado se debe, en todas sus actuaciones, a la ciudadanĂa, que no es tonta ni se chupa el dedo. Luego todos sus actos deben ir encaminados a que la honestidad y la honradez prevalezcan sobre la maldad.
La permanente falta de celo de la clase polĂtica de este paĂs en el cumplimiento de sus funciones va de la mano de su excelente nivel de vida, de su cinismo social y del blindaje de sus prestaciones personales presentes y futuras.
OPERACIONES DE MAQUILLAJE
No hace falta ser muy listo para darse cuenta de que, con sĂłlo ponerse al frente de una manifestaciĂłn, por muy legĂtima que sea, no se solucionan los problemas de nuestra justicia. EstarĂamos apañados”.
Estas operaciones de maquillaje orquestadas por el gobierno, que se comporta de manera hasta ahora insĂłlita y que no tiene escrĂşpulos para disimular su incompetencia de esta manera, son igualmente ridĂculas, como lo del pago en diferido o aquello otro de que, cĂłmo no, Zapatero tiene la culpa de todo.
Desde luego, no creo que ni las Esperanzas Aguirre ni las Anas Botella sean precisamente ejemplos paradigmáticos de posibles salvadoras de España. Me remito a sus impresentables trayectorias polĂticas.
AquĂ hablamos de justicia y aspirar a que la Dama de la Balanza y los Ojos Vendados lleguen a ser verdaderamente justas es lo mĂnimo que podemos pedirle a nuestros bien pagados, bien cebados y bien alojados padres de la patria. Porque del vaso de su ineptitud y de su negligencia acabaremos bebiendo, tarde o temprano, todos los ciudadanos de este paĂs.
prrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr(pedorreta)pal Navas.No se si tendras pluma pero el plumeroooo.......
ResponderEliminarYo tambien me pedorreo pa er Navas, pero con tropezones.
ResponderEliminar¿Que tal por ahi, maestrillo Liendre?. ¿Que pasa, es que tĂş tienes que opinar de todo? ¿Tu que eres, pluscuamperfecto. ¿Acaso a ti te importĂł la Ley cuando construĂstes en zona ILEGAL e INUNDABLE?
ResponderEliminarPorque para construir en dicha zona se hace sin ningĂşn tipo de licencias y permisos. ¿Entonces eras IGNORANTE de que la Ley era para cumplirla TODOS? TĂş que todo lo criticas, que todo lo enmienda, que todo lo opinas. Hazte y hazno un favor: Antes de escribir piensa en tĂ mismo, con humildad, sin esa prepotencia que te caracteriza; y por una vez no engañes, aunque sea por tĂ mismo, pero no engañes.
Chiclana no es una ciudad muy grande, por lo que enseguida se conocen a las personas y personajillos. El problema es que no existe el programa televisivo "SALVAME CHICLANA", porque de seguro que te contrataban como comentarĂsta, porque la verdad dás mucho juego ya que serĂas un hibrido entre Carmele Marchante, BelĂ©n Esteban y Jaime Peñafiel y todo eso aderezado con la mala leche que tenĂ©is JesĂşs Mariñas y tĂş.
Espero que esta noche descanses bien, ya que asĂ tal vez tu neurona recapacite y no escriba tanta sandeces. ¡Buenas noches, angelito!
Navas,navitas,navete.
ResponderEliminarSi no sabes de que opinar....
pa que te metes.
Nunca tengo por costumbre responder a ningĂşn comentario, sea a favor o en contra de lo que escribo. Tengo observado, sin embargo, que bajo la sombra de anĂłnimo, personas como el uno, el dos y especialmente el tres, insisten en insultarme y difamarme cada vez que opino sobre algĂşn tema, sin dar ni un solo argumento en contra de lo que escribo. Una publicaciĂłn que permite este tipo de insultos impunemente no puede pasar por una publicaciĂłn seria. Mi solidaridad tambiĂ©n con el señor Arboli, insultado igualmente de forma chabacana. El texto de estos anĂłnimos ofrecen una perfecta fotografĂa de la escasa catadura Ă©tica de quienes los escriben. Un saludo.
ResponderEliminarAl uno,al dos y al tres: Escuchad este tio os ha llamao chabacano. Mira tĂş, que importante se cree er nota.
ResponderEliminarQuien pretende opinar sobre todo, debe estar preparado para recibir todo tipo de criticas y aceptarlas.
ResponderEliminarCuando se es tan hiriente y se está sembrando siempre la discordia, las tempestades son el fruto lógico para recoger
Me encantarĂa ver una sola crĂtica sobre alguno de mis artĂculos. SupondrĂa saber leer, leer atentamente, oponer cualquier punto de vista a los mĂos, argumentarlos y rebatirlos. Pero en los anĂłnimos uno, dos y tres sĂłlo leo insultos y despropĂłsitos, por no decir frases soeces y mamarrachadas. Aunque, tras cuarenta y un años de docencia, les aseguro que he visto de casi todo y que no me asusto de casi nada. Insultar lo hace cualquiera, argumentar o rebatir ideas ya cuesta un poquito más. A todos cuantos hacen del insulto su oficio cotidiano, les regalaba un folio en blanco y un bolĂgrafo, para que redactaran sobre algo. Seguro que serĂan capaces de asombrarme. Otro saludo, esta vez con más cariño todavĂa.
ResponderEliminara lo mejor no critican sobre tus articulos porque no le interesa a nadie lo que escribas tu
ResponderEliminarMira querido Paco: Para`poder criticar y tirar la "piedra", lo primero que hay que estar es "limpio".
ResponderEliminarPerdona que te diga, que desde que me enterĂ© que la casa donde vives está fuera de todo Ordenamiento JurĂdico y además en zona declarada Inundable por esa Junta de AndalucĂa de "tu" querido PSOE, ya he dejado de tenerte como paladĂn y abanderado de la Justicia y la Legalidad.
Si se pretende ser legal, hay que serlo en todo; no solo en lo que a uno le interesa.
Por ejemplo: Yo puedo estar de acuerdo con la Ley Antitabaco , simplemente porque no fumo; y en cambio en contra de la Ley Antibotellon porque a mi me guste empinarla.
Pues no, las cosas no son asĂ; o se es legal o no; y mientras tĂş sigas viviendo fuera de ordenamiento urbanĂstico, para mĂ no tienes autoridad moral ninguna..
Por lo demás no te deseo nada malo en la vida, solo que recapacites y pidas perdón por el daño ocasionado al Medio Ambiente.
A "Sin acritud": Como la gente como usted cree que quien calla siempre otorga, hoy, tratándose de un artĂculo de opiniĂłn sobre la justicia, me voy a permitir hacerle algunas precisiones, porque quien mucho habla sin saber, mucho yerra: somos más de quince mil familias viviendo en el extrarradio de Chiclana, ciudad gobernada por una casta socialista durante más de veinte años, que permitiĂł en su dĂa, por acciĂłn y por omisiĂłn, la construcciĂłn de todas estas viviendas. Transcurridos cinco años, sin denuncia previa, cualquier construcciĂłn ilegal pasa a ser LEGAL, aĂşn cuando nos encontremos en situaciĂłn irregular. A pesar de ello, pagamos todos nuestros impuestos, incluso desde antes que mucha gente del centro, sin ninguna contrapartida a cambio, salvo la recogida de basura. Y no me apuesto un brazo, porque me quedarĂa manco, pero estoy seguro de que el dinero de nuestro IBI, muy superior en cuantĂa al que usted paga, se destina, valga la paradoja, para arreglar su calle y pagar su alumbrado, o cambiar el asfaltado de su calle cada vez que hay elecciones. MagnĂfico, ¿verdad? Salvo tres calles y media en este pueblo, todo lo demás fue en su dĂa ilegal. Se construĂa al lado del vecino y punto. Conque, no me cuente cuentos chinos, que no soy chino, soy malagueño. Ah, y gracias por perdonarme la vida cada vez que escribo, porque asĂ me encuentro más tranquilo. Y de camino, consulte en el diccionario el significado de la palabra legal, que todavĂa no se lo sabe. Que le aproveche, amigo. Yo mientras seguirĂ© paseándome por la ciudad fantasma del Novo, por sus amplias avenidas y por sus cuidados jardines para ver cĂłmo se despilfarran mis impuestos en grandes espacios, campos de golf y abundante alumbrado para...nadie.
ResponderEliminarEl Novo es una urbanización privada, de suelo privado y con comercios hoteles y campos de golf privados, con viales que hicieron ellos y que podemos disfrutar todos, incluidos los comercios, bares y restaurantes. Y hasta el golf. Esté fantasma o no es algo que a los mortales no nos incumbe, como tampoco el que vengan miles de turistas. No mezcles churras con merinas.
ResponderEliminarYa las has vuelto a liar Paquito, ahora arremetes contra el Novo. ¡Que tĂo, que impetu, que de tonterĂas juntas!
ResponderEliminarte voy a criticar tu articulo si me lo permite
ResponderEliminara mi en particular no es que este bien, mal instructivo didactico, documentado o interesante.
a mi es que ya a esta altura me es indiferente y lo considero morralla
independientemente de lo que consideren argunos lo que escribo yo
este articulo puede ser bueno siempre que sea er mismo y este firmado por otro.
yo a usted no lo conozco personalmente o a lo mejor tal vez y ahora no caiga
pero sus aticulos esta siempre acompañados por fotos de gente der pepe como si er pepe fuese el unico responsable de la desgracia de este pais y eso a gente como yo le repatea
er pezoe no tiene ningun derecho de criticar ar pepe ni ar gobierno der pepe en articulos ni en opiniones porque una gran verdad de puño y letra se convierte automaticamente en una cochambrosa falacia
asi que sigue escribiendo nava
no lo deje
pero ponte una capucha o cambiate de nombre
ponte un nombre como er mio o parecido
por ejemplo fantoma
o kir carzon o chispita
o si fuese anonimo ganaria mucho mas.
Hola amigĂĽitos, que pasĂł, ofu Navitas la que esta cayendo, solo aclararte el primer punto de tu anterior comentario, y no estoy fumado ehh, una vez transcurridos cinco años del delito, lo Ăşnico que ocurre es que PRESCRIBE, eso en algunos delitos en otros no, solo puntualizar a lo que usted se referĂa, ya que bajo mi punto de vista lo de construirse una vivienda digna para mi no es un delito y si un derecho, pero eso es otro tema.
ResponderEliminarVIVA ESPAÑA VIVA EL REY VIVA EL ORDEN Y LA LEY
Pim pam toma argumento
Cierra el pico
El autor de esta colaboraciĂłn, no rebate ninguna de las crĂticas que recibe, no expone argumentos. Insulta y desvĂa la atenciĂłn.
ResponderEliminarOpino que no quiere aclarar el por quĂ© de que sus escritos sean tan sectarios, tan partidistas, tan tendenciosos, tan imparciales. Tan dirigidos al olvido de la peor gestiĂłn de España, de AndalucĂa, de Chiclana, que han llevado a efecto sus correligionarios y, por eso lo de las fotografĂas de los del PP, sus panfletos sĂłlo persiguen desviar la atenciĂłn hacia sus "enemigos".
Ante su carencia de imparcialidad, todo lo que expone en sus escritos aquĂ publicados, lo intenta revestir desde el parecer de un hombre "justo"..., que incurre en una gran "injusticia". Lo dicho, el tĂtulo de su escrito le viene que ni anillo al dedo: "Injusta justicia".
Soy el 16. PerdĂłn, donde digo "...tan imparciales", obviamente, debe decir: "...tan parciales". ( ¡Jo, en que estarĂa yo pensando para catalogar a este, seño,r como imparcial¡ ¡jejeje¡
ResponderEliminarEl autor de esta colaboración da su opinión, que es libre y tiene todo el derecho de opinar lo que le venga en gana. Lo mismo que cualquiera de nosotros. Y sobre si es parcial o imparcial, para unos será una cosa y para oros otra, pero no dejará de ser su opinión. Y punto.
ResponderEliminarBueno esto ya me aburre, como siempre me ha aburrido Ud. Sr. Navas.
ResponderEliminarMe voy a acostar porque mañana tengo que trabajar al igual que mi mujer, ya que ambos trabajamos en la AdministraciĂłn, ya que hace ya muchos años, aprobamos nuestras oposiciones sin tener que recurrir a partido polĂtico alguno, porque que no pertenecĂamos a NINGUNO.
Ya lo sabe sr. Navas... tanto mi mujer como yo, podemos gritar fuerte y claro, que nuestros puestos de trabajo no lo tenemos por ENCHUFE, y que por lo tanto no le tenemos que mover el "rabito" ni a MarĂn, ni a Roman, ni a ningĂşn otro politico, solamente a nuestro esfuerzo y sacrificio..
Imagino que ya se habrá dado cuenta lo que intento comunicarle, asĂ que no nos meta a todos en el mismo saco. ¡Buenas noches!.
Chupate esa marquesa, que la traen de fresa.
ResponderEliminarsiempre lo he dicho er que no sabe e como er que no ve
ResponderEliminarla justicia siempre la pintaron con los ojos tapaos porque es ciega
no quiere saber nada de lo que ve
por eso es mejor para ella el no ver
no es muy relevante ni mu trascendente de que sea putĂłn verbenero
eso no importa mucho
pero eso si, tiene que llevar la venda en los ojos para dar significado a su existencia
la balanza ya se decantara del lado de las circunstancias mas favorables
pero la venda no distingue el débil del poderoso el rico del pobre y el malo del bueno
pero eso si los que son der pezoe y los que son der pepe si que se distinguen
la puta derecha y farza izquierda
la interminable lacra que no se extinguirá nunca de nuestras vidas.
el caso es que se echa de menos Goliat siempre aplasta a David
Poderoso caballero Don dinero
Injusta Justicia es la que permite mantener en pie casas construidas fuera de toda Ley, mientras los "tontos de siempre", pagamos una barbaridad de impuestos en la ciudad, para que le arreglen los carriles a estos que además se atreven a darnos clases de moralidad.
ResponderEliminar¡Venga ya Maestrillo Liendre, que te compre quiĂ©n no te conozca!
¿Pero que vamos a esperar? Si en dos concejalĂas estan las representantes de un partido que defiende a los ILEGALES
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