“Ya solo nos queda “chatear” con marcianos”
Félix Arbolí [colaboraciones].-Jamás pensé que iba a ser testigo de lo mucho y absurdo que ocurre en nuestros días. De esta loca actualidad que nos sorprende cada amanecer. Solo me queda ya chatear en Internet con un “marcianito” o “selenita” y quedar citado con ellos para un “relaxing cup” of café con leche en la Plaza Mayor”, siguiendo las indicaciones de Ana Botella, nuestra poliglota alcaldesa.
La autora de la frase más comentada y ridiculizada que ha dado la vuelta al mundo a lo largo del año dos mil trece de nuestro Señor, como dirían nuestros antepasados. Hoy le deberíamos llamar del regreso a los tiempos del Becerro de oro, por la rapiña y acumulación de riquezas a las que se dedican los que hoy dominan a los becerros que les servimos dócilmente.
Para recordárnoslo el pasado domingo tuvimos a dos mil ovejas trashumantes por las calles de Madrid, reivindicando su derecho de paso, como antigua cañada, al igual que en aquellos tiempos del feudalismo medieval, el dueño de la hacienda y el ganado reclamaba su derecho de pernada a la rolliza e inocente pastora que quedaba cesante y con barriga.
Un feudalismo, dicho sea de paso, que poco difiere del actual que padecemos. En su recorrido las lanudas criaturas compartieron escenario con los “indignados del l5-M”, que protestaban una vez más y van “sepetecientas”, contra el gobierno en un terco empeño de hacerse oír y entender. Sobre ambos rebaños, flotando en el ambiente, la sombra del insaciable lobo, que ya no viene por Navidad, porque se ha cargado a esta fiesta con sus recortes y eliminación de pagas extras.
Nada es ya lo que parece, sino todo lo contrario. El pecado no es una falta grave contra Dios o contra el prójimo, sino una preciada oportunidad que nos abre las puertas del triunfo, la fama y el poder. El robo, pero a gran escala, es señal de alcurnia y distinción, de persona importante, de privilegio social, de asegurada impunidad.
AIRES DE AUSTERIDAD
El que lo hace para comer o seguir viviendo, es un desalmado que merece la repulsa general, un castigo judicial desfasado y la pérdida de toda opción al perdón y su reinserción en esa sociedad que es la culpable de su dura situación.
No hablemos ya de la cuestión religiosa, pues no sabría ni por dónde empezar. El nuevo Papa ha traído aires de austeridad, buenas intenciones y nobles afanes para pastorear tan vasto y desigual rebaño. Misión complicada en un mundo donde la religión, se considera retrógrada y mal vista por una progresía laicista dominante que en todas ocasiones alardea de su ateísmo.
Solo se salvan de esta guerra antirreligiosa los seguidores de Mahoma, que siguen extendiendo su influencia y proselitismo, ajenos al qué dirán y manteniéndose firmes en sus rezos y costumbres. Excepción que tiene su motivo en el miedo a las trágicas consecuencias que pueden producir las críticas y reproches a esta religión. Algo que no se encuentra en ninguna otra.
Lo que no comprendo, salvando la consideración que merece toda creencia, es que se someta a la mujer a la ablación, que no figura en el Corán, privándola desde los inicios de su adolescencia de toda sensación de placer sexual, al que tiene igual derecho que el hombre y se quede reducida a una máquina reproductora y mero desahogo sexual masculino. RUTINA QUE NOS GOLPEA
Ni que el morir matando sea premiado con el goce de un paraíso. Los cristianos tuvimos también un triste periodo con la Inquisición que nos avergüenza e indigna pese al tiempo transcurrido. Dios es vida y misericordia, nunca venganza y muerte.
Hoy nada puede sorprendernos. Ya ni siquiera es noticia perdurable que unos padres maten a su hija, que un marido asesine a su mujer ante los hijos o que el novio despechado acabe con la vida de esa novia a la que tanto quiso. La violencia solo tiene un nombre y un trágico resultado.
Se ha erigido en una especie de rutina que nos golpea cada día. En un programa televisivo, vi que una madre española había tirado a su hijo recién nacido y vivo, por una tubería de la vivienda. Gracias a los bomberos y policía, alertados por una vecina, pudieron salvar esa vida a tiempo y detener a la que no es digna de llamarla madre.
Un episodio más de los que a diario nos cuenta la prensa y nos muestra la televisión. No queremos darnos cuenta que si no aceptamos a Dios en nuestras vidas, éstas carecen de principios.
Somos escorias de un fuego largo tiempo extinguido, cuando mirábamos a las alturas y encontrábamos al Ser Supremo, llamado con muy diferentes nombres, en mil y una señales, que hoy nos empeñamos en eliminar y cegar, aunque todavía nos quede ese débil resplandor que emana de nuestras ya débiles creencias.






Sr Arbolí.
ResponderEliminarYa tenemos de nuevo la hoja parroquial:
"No queremos darnos cuenta que si no aceptamos a Dios en nuestras vidas, éstas carecen de principios."
Más claro... los Ateos carecen de principios que sí tienen católicos, ortodoxos, musulmanes... etc.
La evidencia se la "resbala". Hay multitud de indicadores que dicen justo lo contrario... corrupción y delincuencia son proporcionales al nivel de religiosidad (hipocresía) de un pueblo.
Ya me conozco la respuesta... lo ha escrito sin malicia, lo acaba repitiendo un artículo tras otro.
Yo lo unico que se es que ha habido una corrupción grandisima y no hacen más que taparla.
ResponderEliminarHay multitud de indicadores "reales" y no de sello ideológico en su expresión, que corrupción y delincuencia, son proporcionales al nivel de las "personas" y éstas a base de su hipocresía se introducen en los estamentos esenciales de la vida para utilizarla y cuanto mayor sea la escala peor. Date cuenta que antiguamente un falso sacerdote era de lo peor, en la actualidad un falso político es de lo peor, pero vamos, que viene siendo lo mismo. El personaje político consiga el disfraz que consiga, bien por la vía de la religión o por la vía de las ideologías sociales diversas... el que quiera arrasar, arrasa. Y sólo el sentido común pone frenos si somos objetivos y respetamos la pureza, el origen y la naturaleza de las cosas según como son y se definen por principios, no por transformaciones de lo que el maldito humano hace o consigue a lo largo del tiempo. Hoy existen dos ideologías DERECHA: abuso directo, IZQUIERDA: abuso indirecto, ¿con cual te quedas?, yo con ninguno. Las propiedades reales de la religión, a parte, por favor.
ResponderEliminarNo voy a sacar la cara por nadie puesto que somos mayorcitos.El Sr.Arboli escribe lo que piensa y ya esta.Que este equivocado o no solo es cuestion de opinion y no de realidad." Hay multitud de indicadores que dicen justo lo contrario... corrupción y delincuencia son proporcionales al nivel de religiosidad (hipocresía) de un pueblo." Pues me parece a mi que no mire usted.Ahora es cuando se esta mas lejos de la religion y en aquellos que la religion esta mas lejos es donde mas corrupcion y delincuencia hay,creo que no es necesario nombrar a sindicatos y partidos(incluido PP).Un saludo
ResponderEliminar4. Una cosa es la realidad y otra la percepción que tengamos... en la actualidad nos parece que hay más incidentes negativos que en pasado: terremotos, asesinatos, hambrunas, violaciones, guerras... y no es así, tenemos más información (las noticias son normalmente negativas) que nunca.
ResponderEliminarPor ejemplo, en las dictaduras existe, normalmente, el mayor nivel de desigualdad, corrupción y enchufismo pero no sale ninguna noticia sobre ello por censura. Había menos corrupción en la católica España franquista que ahora... ja.
Enlazo dos artículos donde hacen un análisis con datos estadísticos mundiales, normalmente bastante más objetivos que nuestra percepción individual. Los países menos religiosos tienen mayor delincuencia y corrupción. Esto no habría que estar sacándolo si continuamente el Sr Arbolí no menospreciara la moral de los ciudadanos no religiosos.
Parece ser que a mis paisanos solo les interesa y dan como causa de nuestros males, la cuestión religiosa. Yo repeto que unos sean creyentes y otros no. La fe o la religión es un sentimiento íntimo y personal que afectaq a algunas personas y no les sirve a otras. No es mi intención evangelizar a nadie, ni me importa ese detalle. Allá cada cual con su con ciencia y que sean los responsables los que hagan esa misión. Yo no si¡oy un creyente raducal, ni mucho menos, es más, el concepto de mi Dios no es el que tienenotros o me enseñaron de pequeño, va mucho más allá y está basado en circunstancias que viví cuando estuve dos meses en coma en la UCI del 12 de Octubre. Allí tuve una visión que me ofreció una realidad del Más Allá, distantta a la que hasta entonces habia tenido. Es más, ni siquiera tuve el recuerdo de que debería avisar a un sacerdote cuando me di cuenta, camino del hospital, que me moría. No pensé en religión, ni en Dios, sino solo que perdía la vida. Admiro la figura de Jesús, por su vida, manera de pensar y hacer y la gran fuerza y atracción que tuvo yu tienen sus mensajes, pero no sé a ciencia cierta nada mas sobre el particular. Yo hablo de un Dios universal, Creador, al quue invocaan de distintas maneras y con diferentes nombres. La unica religión para mi, es la que nos pone en comunicación íntima y sincera con ese Ser Supremo, porque sentimos en nuestro interior que lo necesitamos.
ResponderEliminarNo me confudan con catequistas y parecidos, pues no lo soy. Tampoco soy y no mne enorgullezco por ello, un cumplidor de las leyes de la Iflesia, porque estimo que están dictadas por hombres y susceptibles a erroires o condicionamientos.
Solo quiero resaltar que el aspecto religioso fue un solo párrafo y corto en mi escrito y creo que una mención alñ final, pero que tocaba otras cuestiones muy interesantes y dignas de haber sido tratadas por los comentaristas, en lugar de dedicarse a criticar a la cuestión religiosa, que yo no hago.¿Por qué coy a criticar que una persona sea creyente e incluso practicante?. Si esa es su voluntad, no soy yo quien para ofenderle por ello. Creo que todas las tendencias t creencias, hasta las no creencias, merecen consideración y respoeto. Nada más. No busquen brujas donde no las hay. Un cordial saludo a todos.