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Entre el miedo y la esperanza

Félix Arbolí [colaboraciones].-

Voy a intentar escribir con la mente serena, para que no vean en mis palabras otro interés que el de informar, elogiar lo correcto y denunciar lo mal hecho. No soy fanático de ninguna tendencia política que me haga tergiversar la razón de quien la tenga. No me avergüenza afirmar que he sido educado en unas ideas y principios a los que deseo ser fiel hasta el final de mis días.

Lo cual no es óbice para que opine con entera libertad y critique a los que consideraba mis afines y veo que han errado su camino. Reconozco que la derecha que nos desgobierna y machaca no tiene nada que ver con la que yo tenía en mente. Así de sencillo y en el castellano al uso. Callarlo es hacerle el juego y ser cómplices de su errático proceder. 

Soy católico, aunque respeto las creencias de los demás, e incluso a los que no creen en nada. Nunca he sido un beatón o meapilas. Rezo y hablo con Dios cuando lo necesito y se me apetece y no en determinados días o ceremonias. Pienso que las buenas obras y tranquilidad de conciencia por ayudar al que nos necesitan han de ser más loables a los ojos de Dios que repetir mecánicamente y pensando en la Batuecas una serie de cánticos y oraciones que creo no pasarán de las primeras nubes sin que se disipen. 

Espero que Él perdone mis errores porque es conocedor de mis buenas intenciones. Entiendo la religión como algo íntimo y personal. Necesitaba hacer esta confesión.  

El título de este artículo refleja mi estado anímico y lo he cogido de la novela de un  buen amigo y compañero, Alfonso Martínez Garrido, con la que obtuvo el premio Nadal. Busco un milagro, cuando nadie cree en ellos. Pretendo ser útil y no sé cómo y deseo mantener mi fe en lo divino y en los humanos y estoy desorientado. Sufro una empanada mental exorbitante.  

REDENTORES DE PACOTILLA

Hoy me revientan muchas cosas y me agradan cada vez menos. Me repugna el panorama y la falta de esperanza en un mañana mejor. La rebeldía popular se hace cada vez más patente y no me ofrece buenas vibraciones. Ayer fueron las mareas blancas y verdes y hoy se les han unido las moradas y rojas. Mañana serán las amarillas y las grises. A este temporal que asola nuestras costas, se ha unido el que inunda nuestras calles y arrasa todo cuanto encuentra en su camino. No hay dique que lo contenga, ni  político que lo intente. 

Estamos huérfanos políticamente y hasta los adversarios del ayer, -ese periodo que llaman de la oprobiosa-, no saben cómo opinar ante la vida tan “paradisíaca” que nos están ofreciendo estos redentores de pacotilla. Con su egoísmo y falta de sensibilidad estos libertadores se han cargado la democracia.

Las familias pasan hambre, sufren desahucios, no tienen trabajo y soportan abusivos recortes sociales, sin que los responsables gubernamentales y nuestros llamados representantes políticos, hagan nada por impedirlo, ni frenar el exagerado beneficio de los Bancos y grandes empresas amigas y “proveedoras”, que gracias a la crisis están obteniendo sus balances más positivos,.

A nuestros políticos y  parlamentarios lo único que se les ocurre es criticar al contrario, pero sin renunciar a sus escandalosos sueldos para aliviar la miseria de aquellos que dicen defender. No hay una sola voz en el Congreso y el Senado que proponga reducir sus emolumentos a favor del torturado ciudadano. Lo de predicar con el ejemplo no va con ellos. 

CHALÉS DE LUJO EN TIEMPOS DE CRISIS

Me entero que los señores de Aznar han comprado un chalet de lujo en Marbella por importe de dos millones de euros como lugar de descanso. Según cuentan, ya tienen un piso y otro chalet en esa localidad. Bonita y encomiable manera de obrar en tiempos de crisis. Es como dar una patada a todo el pueblo donde más duele y hacer ostentaciones que indignan y ofenden a tantos padres que tienen que acostar a sus hijos sin comer. 

No me gusta la Unión Europea de los desniveles sociales e imposiciones injustas. Tampoco el euro, que no nos beneficia en nada. La pertenencia política a ese Continente del que formamos parte geográficamente, solo nos ha traído infortunios y recortes. Sin olvidar esas imposiciones judiciales que nuestros Tribunales han aceptado indignamente, a mi parecer, y han vaciado las cárceles de terroristas, asesinos, violadores y compañeros de aventuras. 

No tuvimos en cuenta la advertencia de Churchill, el brillante político inglés, que nos avisó del peligro que nos vendría de una Alemania unida. Ayer se impusieron por las armas y hoy por el poderío económico y su afán de dominio. Y nos hacen sufrir el despotismo de una Canciller que nos tiene encadenados a base de asfixiarnos. Hemos perdido nuestra independencia política y económica y nos hemos hundido en lo social, gracias a nuestros modélicos políticos que solo atienden la “voz de su ama”.

LÍDER CARISMÁTICO

Nos hace falta ese líder carismático, con honestidad reconocida, inédito en cargos desempeñados, experiencia política y sobrada solidaridad para con las urgentes necesidades del pueblo.

Alguien que no tenga consortes sin oficio, pero sí con beneficios, que viva la política como un acto de servicio y sacrificio y que al cesar  en su cargo, no perciba esas cantidades de vértigo, como ocurre con el señor Rodríguez Zapatero y sus l50 mil euros anuales y vitalicios, por haber sido presidente y ahora Consejero de Estado, según una ley que sacó pensando en su retiro.

Mientras, las colas en el paro, familias enteras sin ningún ingreso y un niño de cada tres viviendo en la pobreza. Esta es también nuestra izquierda, la que acusa a sus adversarios de corruptos, que lo son, pero no están solos en el camino. No hay quien se salve en esta jungla de ignominias.

Sin omitir ese “tren de la libertad” que el pasado sábado nos llegó a Madrid y aunque nada tenga que ver con los del holocausto nazi, sus ocupantes también sufren las drásticas restricciones de una Alemania que es nuevamente la cabeza de Europa. Tenemos que reducir los políticos, eliminar diputaciones, asesores, delegados del gobierno y otra serie de cargos innecesarios si queremos salir de la crisis. No hay otra  alternativa posible y nuestros dirigentes y políticos lo saben.

2 comentarios:

  1. Sr. Felix, si nuestros representantes políticos no dan la talla, no es por culpa del euro ni de Alemania. Dejemos de culpar a otros de nuestros males.

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  2. Mi querido lector anómi,o, ya sé que no todo es culpa de Alemania y sus imposiciones asfixiantes, pero su afán de dominar Europa, esta vez por la econom´´iigencias en reformas laborales, recortes sanityarios y laboraleas también, imopuestos y austeruidad para un pueblo que ya no le queda ni el ser austero, de todo cuanto le están quitando han ijmnfluido en la situación que que nos encontramos, especialmente cuando se tiene a unos polìticos que están sometidos a dus dictados y no tienen el coraje de Ingleterra para plantarle cara y decir basta ya de martirizaenos. Aqui todo se reduce a seguir a rajatabable todo cuanto nos pidel el FMIN, el Banco Mundial y la famosa Troika y como nuestros politicos no quieren sacrificatsem, pues todos los gastos y sacrificios se loes encasquetabn al ciudadano que es el único "paganini", en este chorro comntinuo de fondos y los unicos que ya no podemos apretarnos el cinturón pues nos hemos quedado sin él. Un cordial saludo

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