EDITORIAL-Abril 2014

Vertedero de La Victoria, el gran tufo socialista.-

La desvergüenza del PSOE en el asunto del vertedero de La Victoria es tan grande, que parece increíble que alguien que lleva dedicándose a la política tantos años como José María Román, siga empeñado en engañarnos una y otra vez como si los ciudadanos fuésemos tontos.

La Victoria estuvo funcionando ilegalmente desde 1993 durante catorce largos años, sin ninguna medida correctora como mandan las normas medioambientales. Allí se arrojaba de todo, desde basuras a pilas, muebles, escombros, aceite, papel…

Hubo innumerables denuncias de los grupos ecologistas y hasta dos sentencias judiciales declarando su ilegalidad, pero les importó bien poco, ya que contaban con la connivencia de la Junta de Andalucía.

En vez de llevar las basuras a Miramundo, lugar preparado para ello, el entonces alcalde, José de Mier, decidió hacer un vertedero ilegal donde arrojar las basuras de Chiclana para que saliera más barato. No era la primera vez que lo hacía ya que en los años anteriores se estuvo vertiendo ilegalmente en El Berrueco, vertedero situado en el término municipal de Medina.

De allí salieron lixiviados hacia el Iro, hubo mortandad de peces y ello conllevó el cierre del mismo. Pero el único que pagó las consecuencias fue el propietario del vertedero, al que juzgaron y condenaron por algo que no era culpa suya sino de los millones de toneladas de basuras que se echaban allí cada noche de todos los ayuntamientos pertenecientes al Consorcio de Basuras Bahía de Cádiz.

Uno de los presidentes de ese Consorcio fue Manuel Jiménez Barrios, que poco después sustituiría a Mier en la alcaldía.

LA FALTA DE MEMORIA DE MIER Y GÓMEZ PERIÑÁN

Lo más grave es que cuando el dueño del Berrueco quiso cerrarlo fue obligado por estos alcaldes a mantenerlo en funcionamiento por estado de necesidad. No le pagaron una buena parte de las basuras vertidas ni le apoyaron cuando llegaron los problemas.

Se lavaron las manos y en el juicio celebrado en Cádiz las respuestas de Mier, Gómez Periñán y Juan Cornejo, alcalde de Medina, fueron las mismas en todo momento: “No recuerdo”. Fueron los antecesores de la infanta Cristina hablando de los negocios de su marido.

Manuel Jiménez Barrios seguiría llevando las basuras al vertedero ilegal de La Victoria. Aunque lo más grave fue la compra que éste hizo con dinero público (34.000 euros más IVA y otros 7000 más de las costas judiciales) del silencio de los denunciantes ante los tribunales para que no pidieran la ejecución de dichas sentencias respecto al cierre de La Victoria, según los documentos aportados por el equipo de gobierno cuatripartito al poco de llegar al poder y encontrarse con el “pastel”. Ahora es la mano derecha de la presidenta de la Junta.

Con estos antecedentes ¿cómo tiene valor el PSOE para hablar del vertedero de La Victoria y de echarle la culpa a Ernesto Marín de que no se haya sellado hace años? Quienes tenían que haberlo hecho eran los socialistas, causantes de graves problemas ecológicos y que se han pitorreado de las leyes y de los jueces.

Una letrada como Josefa Vela debería informarse bien antes de hablar del vertedero ilegal que crearon sus compañeros de partido hace veintiún años, aunque viendo lo que dijo mucho nos tememos que Román le haya jugado una mala pasada, porque no se puede meter más la pata en menos tiempo”.

O quizás sí lo sabe y no le importa mentir como hacen a diario sus compañeros. Y eso sería más grave todavía. El PSOE de Chiclana en urbanismo y medioambiente ha sido como el caballo de Atila. Y ahora lo estamos pagando, aunque intenten culpar de ello a otros.