A Rajoy, menos sus enanos, le crecen los problemas
Félix Arbolà [colaboraciones].-
No podemos, ni queremos, ni lo hacemos. Ésta es la realidad. El cambio que necesita España no está en los partidos que buscan la confrontaciĂłn entre los ciudadanos por sus distintas ideologĂas, sino en aglutinar el esfuerzo decidido y solidario de todos ellos para rescatarla de su preocupante situaciĂłn.
En lugar de crĂticas entre partidos, se han de buscar soluciones que beneficien y saquen de la crisis al paĂs y que el gobierno tenga el pundonor de aceptarlas y ponerlas en práctica pensando Ăşnicamente en el bienestar de la ciudadanĂa. Algo impensable, pero necesario, entre nuestros generosamente bien pagados polĂticos.

De este timo polĂtico no se salvan ni la izquierda, ni la derecha, ni el centro, ni ninguna otra opciĂłn, aunque sus lĂderes vengan disfrazados con vestuario barato de supermercados. Felipe González llegĂł al poder despechugado y con chaqueta de pana y nada más hospedarse en la Moncloa, cambiĂł sus hábitos, vestuario y amistades, entre las que figuran el mejicano considerado uno de los hombres más ricos del mundo con el que está muy conectado profesionalmente.
Aunque en su caso he de reconocer que fue un buen polĂtico, inteligente, capacitado y con prestigio. Lo que no tienen los actuales protagonistas y aspirantes al “podio”.
GALLARDÓN DIO LA CARA Y SE LA ABOFETEARON
GallardĂłn ha dimitido, dicen que por no haberse aprobado su ley del aborto como prometiĂł en su dĂa. Como si un ministro pudiera sacarse una ley de su “mollera” y sin consultar con nadie, ni siquiera con el

La ley la tuvo que ver, leer, sopesar y aprobar Rajoy antes de que GallardĂłn su padre “putativo”, la aireara con el mismo entusiasmo, que ArquĂmedes, lanzĂł su “!Eureka”!, cuando descubriĂł que la corona de oro del rey HerĂłn II habĂa sido adulterada.
Nadie puede tragarse la bola de que un ministro se inventa una ley y la lanza al “mercado” sin pasar antes los controles oficiales necesarios. El fracaso, a mi entender, no es de GallardĂłn, aunque Ă©ste sea el que haya dado la cara y recibido las bofetadas de los abortistas y antiabortistas en uno y otro carrillo.
Lo Ăşnico que ha conseguido el PP, es aumentar el nĂşmero de sus enemigos, con los antiabortistas que hasta hace unos dĂas estaban a su favor y ya salen en manifestaciones populares clamando contra un partido que se ha convertido en “infernal” y Rajoy en la personificaciĂłn de Satanás. Hasta el Obispo de Alcalá, ha salido pĂşblicamente en su contra. Como vengan otros, lo van a dejar hasta sin “mitra”.
RECUPERAR LA CONFIANZA DEL ELECTORADO

Hasta la fecha ha sido el Ăşnico del gobierno que, en su primer tropiezo, ha tenido que devolver la Cartera y marcharse a sus quehaceres privados. Aunque no me extrañarĂa que pronto lo veamos en alguna Embajada o presidencia de alguna empresa muy bien retribuida, pues estos polĂticos de altura hacen de sus cargos una pĂłliza de seguro para posibles y futuras emergencias.
Creo que un cambio de imagen, orientaciĂłn econĂłmica, justicia social y bajada de impuestos a los que menos tienen, serĂa una buena medida para que el PP intentara recuperar la confianza de su electorado. Debe considerar que el voto de los que con ellos se han hecho más ricos, no llegan ni al diez por ciento de los que puedan votarles y que por ganar un voto del poderoso y beneficiado, pierden diez de los que les votarĂan si es que lo hacen bien y a tiempo.
La vapuleada ley GallardĂłn del aborto ha sido un nuevo y duro tropiezo para el partido en el gobierno. Como decĂa el gitano: “Éramos pocos y pariĂł la abuela”.
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