Luna llena, playas llenas, congreso vacio

 
Félix Arbolí [colaboraciones].-

Tenemos luna llena y días de intenso calor, de lluvias e inundaciones, montes y bosques ardiendo, playas llenas, terrazas a tope, calles vacías y morenos ficticios a base de potingues y cremas para las que no han salido de Madrid y nos quieren dar el pego. Lo que no tenemos es gobierno y como consecuencia de esta anomalía, tampoco tenemos los continuos sobresaltos de nuevas leyes, subidas de impuestos y  recortes salariales. 

No sé si es mejor seguir en esta nebulosa gubernamental. Al menos no hay obras, ni comisiones, por llamarlas de una forma menos descarada. Rajoy no quiere dimitir y dejar su lugar a otro de su partido que tenga mejor carisma y menos detractores.

Tampoco el PSOE quiere terminar con esta anómala situación y abstenerse para que de una vez por todas arreglemos nuestra situación política y por ende, económica. Ya habrá tiempo de votar en contra cuando se proponga en el Congreso una ley o medida que no  convenza a todos. 

Parece que la situación económica, el aumento de los nuevos puestos de trabajo y el más fluido movimiento de dinero, se nota desde que nadie tiene atribuciones para hacer y deshacer. Tampoco las autonomías pueden meter mano en las cajas opacas para sus escandalosos dispendios, porque hasta que no haya gobierno y nuevo presupuesto, no hay cobro de subvenciones de Madrid.



ALADINO NO SUELTA UN EURO

La corrupción parece no aumentar, las que salen a la luz son de etapas ya pasadas. Por lo visto, la generosa lámpara de Aladino no suelta un euro para esas extrañas obras sin acabar por mucho que la froten. En este periodo sin gobierno nadie puede idear un gasto extra u obra inacabada, con las que camuflar sus holganzas y finanzas.

Europa nos exige, como si fuera nuestro casero o banquero, que se arregle de una vez nuestra situación. Soy de la opinión que cada país debe tener y mantener sus normas, su lengua, su cultura, su moneda y su manera de vivir, sin tener que someterse a las exigencias de un déspota y nuevo rico.

Han olvidado que si no es por el Plan Marshall y el perdón de las deudas externas de guerra, ahora nuestra intolerante Merkel no estaría dándonos órdenes como si fuéramos sus subordinados. ¿Por qué Francia, Portugal, España, Italia, Irlanda y Grecia no nos rebelamos ante las exigencias de una serie de señores que son advenedizos e innecesarios comparados con nuestra historia, tradición, recursos y potencial humano?

Ni siquiera nos permiten establecernos sin dominar su idioma y hallar trabajo, como ocurre en Noruega y otros países nórdicos, que ocupan una extensión equivalente a algunas de nuestras provincias y nos tratan como si fuéramos los parientes pobres. Aquí vienen hasta del mismo infierno y se quedan exigiendo viviendas, trabajo, alimentos y medicinas. Y encima poniendo trabas a nuestras tradiciones, creencias y costumbres.


OLVIDAR EL EGO Y EL ORGULLO

Inteligente Londres para salirse de esta colmena, donde hay más reinas que zánganos y siempre son los del Norte los que se imponen y dan órdenes. Encima nos multan si no tenemos gobierno o si no hemos acabado y aprobado el presupuesto, que son cuestiones internas de cada país o deberían serlo.

Creo que ha llegado la hora de que todos los que han salido de las urnas, por segunda vez, olviden  su ego y orgullo personal y se pongan de acuerdo en la forma de tener un gobierno al que el pueblo ha votado.

Y si es Rajoy y sus actuales gobernantes quienes estorban para conseguir la investidura, por los abusos y escándalos en su época de gobierno, deberían tener la dignidad y el servicio a la ciudadanía que prometieron y ceder sus puestos, origen de la discordia y el rechazo, a otros miembros de su partido inéditos en la política y en las sospechas.

Y los otros dirigentes dejar su arrogancia y pedantería y aceptar lo que el pueblo ha votado y decidido por mayoría aunque no sea absoluta. Sin Rajoy no tendrían excusa para negarse. Y respecto a la corrupción, nadie debería tirar la primera piedra por si se vuelve en su contra. Tan honrado es el conde como el gitano.