Todo pasa y acaba, menos nuestros temores
Félix Arbolí [colaboraciones].-
Pasó la fiesta nacional y llama a la puerta la fiesta dominical. Mientras las fiestas van y vienen, aunque para algunos todo el año es fiesta, por suerte o por desgracia, los días pasan, los años van desapareciendo del calendario y de nuestras vidas y las noticias vuelan y no todas son gratas. Llevamos diez meses sin gobierno y creo que vivimos mejor y más tranquilos que cuando lo teníamos.
Al menos sabemos que no nos subirán los impuestos y dejaran guardadas en el cajón las fatídicas tijeras de los recortes. Lo anormal es que el gobierno está en funciones y no tienen tanta facilidad para hacer nada bueno, ni malo. Solo lo más. Pero seguimos soportando los abusos y poco civismo de los políticos que se prestan y aceptan cobrar durante estos diez meses de “obligado relax”.
Y esta anómala situación de cobrar para no hacer nada, solo votar una vez al mes como máximo, lo que les dicen sus portavoces. Si es así que sean ellos los que cobren y el resto a percibir el salario base durante el tiempo de no funcionalidad, para que vean los apuros que pasan sus votantes para llegar a final de mes. En esto no hay protestas, ni enfrentamientos, ni siquiera en los que venían a arreglar los desmanes de la clase política, renuncian a estos sueldos de lujo y desvergüenza.
Y es que una cosa es predicar y otra renunciar a sus emolumentos y repartirlos entre los que más lo necesitan y los han votado confiados en sus promesas de austeridad. Hasta cobran dietas los que viven a dos pasos del Hemiciclo. Dicen que la vergüenza es verde y se la comió un burro. Porque son ineficaces, pero no tontos.

DIEZ MESES COBRANDO POR VERSE LAS CARAS
Ahorran un euro en atenciones sociales y para aumentar el paro con sus abusivas medidas, pero ellos no se rebajan sus desconsiderados sueldos y demás bagatelas y hasta su derecho a pensiones, sin tener que haber cotizado lo que exigen a cualquier ciudadano.
Yo no sé qué pasará en este tremendo lío que tienen formado nuestros líderes políticos al no querer renunciar a sus egoísmos y vanidades personales. Cayó Sánchez, del PSOE, pero siguen Rajoy, Rivera y Pablo Iglesias como si esta guerra por el poder no tuviera nada que ver con ellos. Y seguiremos yendo a elecciones inútiles o a ser gobernados de nuevo por la ineficacia y la apatía, sea del partido que sea.
A estas alturas no sabemos sin tendremos que ir a votar por tercera vez y llevan diez meses cobrando por verse las caras de higos a brevas y ponerse tibios en sus reuniones. Por hacer lo que hacen las vecindonas. A lo más que podemos aspirar es a tener un gobierno sujeto con alfileres de distintos colores que puede ser mejor medida que la actual, ya que no podrán imponerse y ganar con el voto de los demás sus medidas más perjudiciales para el oprimido ciudadano.
Si no se da el contubernio (me acuerdo de Franco al oír o escribir esta palabra) con algún otro grupo político, que vote favorablemente ya que a ellos estos sacrificios no les afecta en su economía.

CAMBIAR A LOS ACTUALES LÍDERES
La solución -sigo en mis trece- es que cambien los actuales líderes y directiva de partidos y se vean caras nuevas, sin imputaciones judiciales, probada honestidad y demostrada eficacia en lo que han hecho hasta ahora. Esos que no han figurado en las listas electorales, porque los tienen bien escondidos, ya que temen que si salen a la luz les puede quitar a ellos el chollo que se han marcado y disfrutado. Lo digo sin ningún tipo de excepciones.
Lo verdaderamente lastimoso es que tenemos un gran país, con recursos suficientes para figurar en cabeza y estamos a la cola en todo, salvo en lo malo y vergonzoso. Una juventud de la que renegamos por su indolencia y pasividad. Sin querer admitir nuestra culpabilidad en su falta de alicientes, su carencia de ilusiones y su esperanza de futuro.
Denle oportunidades, prepárenla desde pequeño y ofrézcanle un trabajo digno de acuerdo con sus aptitudes y deseos y verán como ni-nis, ociosos y disconformes desaparecen de nuestro entorno.
Y que los nuevos profetas de la justicia y defensores de los derechos del pueblo, no vengan con rencores y aires revanchistas, pues lo que verdaderamente necesita España son unos dirigentes eficientes y honestos, una justicia más justa y contundente –y valga la redundancia- y una solidaridad nacional que nos libere de todos nuestros enconos y demonios seculares.

"Lo llaman democracia pero no lo es." Para que exista democracia, debe de existir separación de poderes. Y en este país el pueblo elige al poder legislativo en unas listas cerradas. Donde los elegidos no tienen voz propia, sino que tienen que acatar las ordenes de partido. Y es este poder el que elige a los otros dos poderes, ejecutivo y judicial. ¿Donde queda entonces la separación de poderes? ¿Y la soberanía del pueblo? Si aquí existiera una democracia como la Venezolana, la Rusa o la "gringa" no llevaríamos 10 meses sin gobierno, al presidente ya lo hubiese elegido el Pueblo en unas elecciones "libres".
ResponderEliminarPd.- Pongo entre comillas "libres" por que no estoy seguro de que las elecciones gringas lo sean.
Carmena
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