El Brexit: ni matrimonio ni divorcio
Félix de la Fuente [colaboraciones].-
El tema
periodĂstico estrella de los Ăşltimos tiempos es el divorcio entre la UE y el
Reino Unido. Divorcio a las bravas, divorcio a medidas, divorcio sin acuerdo,
divorcio concertado, divorcio complicado, divorcio no irreversible, divorcio
inconveniente…son algunos de los calificativos que se han atribuido al Brexit
Se trata
de una metáfora, es verdad, pero las metáforas deben servir para aclarar una
idea, y en el caso presente el hablar de divorcio no nos ayuda en absoluto a
entender las relaciones de la UE con Bretaña, ni las anteriores ni las actuales
ni las futuras. No podemos hablar de divorcio, simplemente porque no ha habido
matrimonio.
¿Por quĂ©
no ha habido matrimonio? El ingreso de Gran Bretaña en la UE no fue un acuerdo
matrimonial, ni acuerdo de ningĂşn tipo. No hubo dos partes. Hubo simplemente
una parte, Gran Bretaña, que solicitó unirse a una comunidad y aceptar
libremente las reglas de juego de dicha comunidad. La Comunidad Europea acepta
el ingreso, por no hay una contraprestaciĂłn.
Prescindamos
del hecho de que la base del matrimonio es el amor y de que los polĂticos
británicos solicitaron el ingreso en la -entonces- Comunidad europea por unos
intereses que, a mi entender, ni siquiera podemos calificar de altruistas.
Solicitaron el ingreso en la UE porque fracasĂł la EFTA, esa organizaciĂłn que
ellos habĂan creado como contrapartida a la UE. En todo matrimonio hay un
acuerdo y compromiso entre las dos partes.
INGRESO EN
LA UE VICIADO
El ingreso
de un Estado en la UE es un compromiso solamente del Estado que lo solicita.
Por tanto, no hablemos de matrimonio. Y si no ha habido matrimonio, mal puede
haber un divorcio.
Aunque
felizmente no utilicemos ya el término de culpabilidad,
cuando nos referimos a la disoluciĂłn de un matrimonio, sin embargo en nuestro
inconsciente sĂ pensamos que hay una responsabilidad. No nos atrevamos a
atribuir un porcentaje de responsabilidad a cada uno de los cĂłnyuges, pero sĂ
pensamos que las dos partes son, en alguna medida, responsables. Y esto es lo
que no podemos admitir en este caso. La UniĂłn Europea no es responsable en
absoluto de la salida de Gran Bretaña.
Pero no
solamente no ha habido matrimonio entre la UE y el Reino Unido, sino que el
ingreso estuvo viciado ya en el primer momento. Dadas las circunstancias que
precedieron y siguieron al ingreso de Gran Bretaña en la UE, asà como toda la
historia de su permanencia, hay serias dudas de que por parte de Gran Bretaña
hubiera un la voluntad seria de integraciĂłn Europea.
A los dos
años de su ingreso, el año 1975, ya organizó el primer referéndum sobre su
permanencia en la Comunidad Europea. Gran Bretaña ha estado siempre más fuera
que dentro de la UE, siempre pidiendo y exigiendo excepciones.
FRAUDE
Quiero
recordar unas palabras que escribĂ hace ya casi tres años: “… creo que la entrada de Gran Bretaña fue un fraude
al tratado de la UE. Un fraude fue su solicitud de entrada –y la solicitud de
entrada de otros Estados del Este- y un fraude fue que los gobiernos de los
otros Estados miembros permitieran la entrada de algunos Estados que no tenĂan
ni tienen la más mĂnima intenciĂłn de llegar a una UniĂłn PolĂtica. En el Tratado
actual de la UE hay un apartado –en el artĂculo 1 precisamente- que dice asĂ:
“El presente Tratado constituye una nueva etapa en el proceso creador de un
uniĂłn cada vez más estrecha entre los pueblos de Europa”. Esta frase ha estado
siempre asà o en similares términos en las anteriores versiones del Tratado.
Al ingresar Gran Bretaña en la Comunidad Europea no podĂa intentar poner sus condiciones y eso es lo que ha hecho constantemente. Era admitida en una Comunidad, y una comunidad es algo muy serio, como dirĂa Ferdenand Tönnies. La comunidad, a diferencia de la sociedad, se basa en unas relaciones espontáneas, afectivas, personales, familiares y naturales.
Más serio
aún es el término Unión. La Unión
Europea no es solamente una sociedad o comunidad de Naciones, como las Naciones
Unidas- es una comunidad de ciudadanos, y son los ciudadanos los que se ven más
afectados por esta ruptura.
EL BREXIT,
EL SEGUNDO MURO
El Brexit
no es solamente un incumplimiento de las obligaciones que libremente Gran
Bretaña habĂa asumido en su dĂa, una falta de fidelidad frente a los demás
paĂses de la UniĂłn, sino tambiĂ©n un infidelidad a su misiĂłn histĂłrica y una
traiciĂłn a sus ciudadanos, a quienes ha privado de la ciudadanĂa europea, a
muchos de ellos en contra de su voluntad.
Sin
embargo, por muchos Brexit que haya, nadie podrá romper los lazos que une a
todos los ciudadanos de la Unión Europea con los ciudadanos británicos. Por
mucho nacionalismo que se nos quiera vender por parte de todos los gobiernos
nacionales y regionales, las barreas y las fronteras sociales, es decir entre
los ciudadanos, hace ya tiempo que han caĂdo en Europa, tambiĂ©n para los
ciudadanos británicos.
El Brexit
es un muro, un segundo muro de BerlĂn, que el gobierno británico pretende
levantar en esta ciudad global que es Europa.
¿Cuándo un paĂs anglosajĂłn a cumplido un acuerdo?
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