EDITORIAL ABRIL 2020-Coronavirus, el bicho que cambió nuestras vidas y nuestras muertes
Este mes
el protagonista no puede ser otro que el coronavirus o Covid-19.-
En dos
meses ha puesto patas arriba a todo el planeta, en unos lugares más y en otros
menos, pero en todas partes hay contagiados y muertos por su culpa. Que si ha
sido creado en China, que si en EEUU o en la Conchinchina, pero sea cual sea el
lugar y la forma en que se creó, el bicho se ha convertido en el azote mundial.
Ninguna
crisis ha ocasionado tantas muertes como este virus, ni empresas cerradas y
trabajadores al paro. Ni hambre y problemas para alimentar a los que menos
tienen. En solo dos meses, millones de empresas de todo tipo tuvieron que
cerrar sus puertas y echar a sus trabajadores a la calle. Se habla de fases
para retomar la normalidad, pero nadie se lo cree y las medidas del gobierno
central (PSOE-Unidas Podemos) van de bandazo en bandazo y sin un mínimo de
lógica como luego explicaremos.
Decíamos
que el coronavirus había cambiado nuestras vidas, pero no nos podemos olvidar
de nuestras muertes. A la tristeza de perder a un familiar o a un amigo se une
no poder despedirle como se merece, con un velatorio y apoyando a las personas
más cercanas al finado.
El
Covid-19 ha convertido estas muertes en algo frío e inhumano, porque no se pudo
acudir al hospital o residencias de ancianos a ver a los familiares y tampoco a
su entierro. Salieron de casa y ya no volvieron a verlos, sin poder despedirse
de ellos. Pero no solo afectó a quienes han fallecido por este virus, sino que
ha pasado lo mismo con quienes han muerto por otro tipo de enfermedades.
Quizá en
estos casos es aún más triste, porque sin estar implicados en la epidemia,
tampoco pudieron estar a su lado en momentos tan críticos y debieron seguir las
normas marcadas por el gobierno.
GOBIERNO
LENTO Y POCO EFICAZ
A día de
hoy han fallecido en España por el coronavirus 24.543 personas, seis de ellas
en nuestra localidad. En las últimas 24 horas 268. Las cifras han bajado en
solo una semana de forma clara, pasando de los mil que hemos llegado a tener en
el momento más alto a los más de doscientos de los últimos días.
Todo esto
ha sido posible por el confinamiento de todo el país desde el 14 de marzo. Solo
unos pocos se lo han saltado y han recibido su correspondiente sanción, algunos
incluso llegando a ser detenidos y encarcelados. Lo grave es que los que debían
frenar esta pandemia han estado dando tumbos desde el principio.
Partiendo
de la base de que nadie esperaba semejante virus y lo rápido que se propagó por
todo el mundo, más grave en Italia y España sobre todo al principio –ahora
Francia y Reino Unido están a nuestra altura. Estados Unidos nos ha superado,
pero tiene muchos millones más de habitantes-, lo que ha quedado claro es que
este gobierno no ha sabido actuar con rapidez y eficacia.
Es
lamentable que se tomen tres medidas diferentes durante el mismo día sobre el
mismo asunto, dependiendo de lo que decían los partidos de la oposición, la
opinión pública o los medios de comunicación. Cambio va, cambioviene y así
llevamos casi dos meses. Lo último ha sido lo de la desescalada, que no tiene
por donde cogerla, aparte de ser un despropósito y ya hay sectores como la
hostelería y el turismo que amenazan con no abrir sus establecimientos si Pedro Sánchez y sus correligionarios, siguen con
la idea de que solo puedan trabajar con un tercio de mesas.
FUTURO MUY
NEGRO PARA LA HOSTELERÍA
Se da la
circunstancia de que todos bares o restaurantes que hicieron un ERTE, tienen la
obligación de dar de alta a todos sus trabajadores y por un plazo de seis meses
como mínimo, cuando con esta medida solo podrían contratar a una mínima parte
de ellos. Por ese motivo están dispuestos a no abrir sus puertas el 14 de mayo,
ya que sería una ruina para casi todos ellos.
De hecho
muchos no volverán a trabajar y con decisiones como ésta están abocados al
cierre. Especialmente lo más pequeños, que podría ocurrir que tuvieran que
abrir el local para dos o tres personas, mientras el resto deben esperar fuera.
Y habla el gobierno también de que debe ser con cita previa. Un desmadre
absoluto.
Y en las
tiendas de ropa ni les contamos la que se puede liar, con clientes probándose
prendas y las que no adquieran debiendo desinfectarlas y ponerlas de nuevo en
la mesa para que las cojan otros. En geles y guantes se van a gastar un
dineral.
El
Covid-19 ha dejado patente que nuestra sanidad no es como nos la han vendido
los políticos desde hace décadas, con muchas deficiencias –algunas denunciadas
en numerosas ocasiones, con manifestaciones incluidas- que han visto la luz,
especialmente de medios humanos, camas y material básico como mascarillas o
pantallas para los que trabajan en este campo. Y, por supuesto, para el resto
de los ciudadanos.
MIEDO E
INCERTIDUMBRE
Casi dos
meses encerrados en casa es mucho tiempo, pero hemos sabido aguantar
estoicamente, unos mejor que otros y sabiendo que la única manera de frenar el
contagio era no salir de nuestras casas. También ha influido el miedo a lo
desconocido, a una epidemia que no se conocía y que ha causado miles de muertos
en todo el mundo. Salir a la calle a comprar lo ha demostrado, con gente
separándose en la calle cuando veía a otro venir de frente, miradas huidizas y
de temor, e inseguridad. Y miedo. Mucho miedo.
¿Cambiará
el gobierno alguna de estas medidas, lo de ir por zonas, las fechas, la forma
de llevarlas a cabo, etc., en los próximos días ante las críticas que está
recibiendo y las que recibirá?
Finalmente,
un recuerdo emocionado para los sanitarios, bomberos, militares, fuerzas de
seguridad del Estado, trabajadores de los supermercados y tiendas de
alimentación, camioneros, empleados de la limpieza y servicios públicos en
general, así como todos los que en estas semanas están poniendo en peligro su
vida para que a nosotros no nos falte de nada, empezando por nuestra salud.
Muchos de ellos han sido contagiados y otros muchos han perdido la vida.
Y a seguir respetando las normas del Estado de Alarma y recordar que no hay prisa por salir. Mejor esperar algún tiempo más y que la situación mejore considerablemente, a dejar nuestras casas y ocasionar un mal mayor del que estamos pasando, y que haya un rebrote del coronavirus y tengamos que volver al encierro y por más tiempo. Y que nuestros políticos den con la tecla, que buena falta nos hace.
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