El cambio de hora
PEPE VELA
M [colaboraciones].-
El pasado
día 29 de marzo hemos adelantado el reloj una hora, que este año ha pasado por
debajo de la puerta, pues ha cogido a la mayoría de los sectores de producción
confinados por el Estado de Alarma, excepto los necesarios para mantener a raya
esta pandemia que nos ha venido con el COVID-19, sanidad, cuerpos de seguridad,
alimentación y el sector del transporte y la distribución.
Dos horas
de adelanto con nuestro huso horario natural. La primera data del 16 de marzo
de 1940. Franco decidió adelantar una
hora para igualarla con Francia, impuesta tras la invasión nazi, y con Alemania
e Italia para congraciarse con estos países y equiparadla al mismo horario
laboral.
La segunda
hora, la que ahora hemos cambiado, se empieza a hacer a partir del año 1973,
motivada por la crisis del petróleo de ese año. Se decidió el adelanto de otra
en verano, para aprovechar más la hora solar en el trabajo y en la vida social
para ahorrar energía.
Muchos
hablan de las ventajas del horario de verano, ¿pero sabemos los inconvenientes
del mismo horario en invierno? Si elegimos el horario de verano, que tiene
muchos defensores, relacionado con el turismo, solo beneficiara a comunidades
como Cataluña y Baleares, perjudicando a otras como la parte occidental de
España y en particular a Galicia.
EL HORARIO
DE INVIERNO ES MÁS LÓGICO
Los expertos dicen que con el horario de verano sufrimos cambios en la actitud de la salud, motivado mayormente por un déficit de sueño, pues comemos tarde, la tarde se alarga, cenamos tarde y, por consiguiente, nos acostamos tarde, todo por la hora solar. Sin embargo tenemos que madrugar. Al final la hora de verano no sirve para nada. Este déficit nos dura todo el cambio de horario, hasta volver a otro más natural como es el de invierno.
Hay que
tener en cuenta que en el mes de diciembre amanecería a partir de las 9,30 en
Galicia y en Cádiz seria sobre las 9.10 aproximadamente. En vez de levantarnos
una hora antes de amanecer, así serian dos, con el consiguiente perjuicio para
toda la clase obrera y estudiantil, pues los niños sufren muchos trastornos al
madrugar demasiado.
Además, es
más lógico estar en el mismo meridiano que Marruecos, Gran Bretaña o Portugal y
no con Alemania y centro Europa. Si con el horario de verano vamos siempre una
hora tarde con el reloj, almorzar, cenar, acostarnos y aplicado al invierno
amanece tarde, nos levantamos temprano y tiene una diferencia solar de dos
horas, ¿en que nos beneficia? ¡En nada!
Con el
horario de invierno, aplicado de noviembre a marzo, ya sabemos cómo es y
estamos bien adaptados, y ese horario continuado todo el año traería mejoras
como comer, cenar y dormir, además de la convivencia familiar. Tendríamos una
vida social y laboral más saludable, no estaríamos desfasados esa hora, ni para
restaurantes, comercios, eventos o fiestas.
EL DE
VERANO NO ES NATURAL
La
hostelería ganaría más, pues la gente para salir no se le hace tarde, oscurece
sobre las 21,00 horas, los comercio a jornada partida mejorarían su calidad
laboral, la construcción y la industria no sufrirían cambios en invierno, que
por haber menos horas de luz tienen que estar mejor adaptados.
El horario
de verano no es natural para las personas, pues son dos horas de diferencia
solar y España tiene que adaptarse a la realidad nuestra y de los países del
sur de Europa. El horario de invierno es el que más les favorece según la
mayoría de expertos y en mi opinión también.
Por tanto,
si piden que votemos por un horario u otro, no olvidaros que debemos tener uno
para nuestra vida diaria de trabajo y de relación con la familia y amigos, no
uno para los que están de vacaciones mayormente del norte de Europa, que son
los que quieren que España tenga horario de verano, pues para esos, el reloj es
lo de menos.
Ya solo
nos quedan dos años para la elección definitiva del horario que queremos
elegir. En marzo de 2021 sería el último cambio si nos quedamos con el de
verano y en noviembre del mismo año si elegimos el de invierno.
La
discusión está servida y ahora es cuando debemos tener más luz para elegir. ¿Y
tú qué opinas?
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