Camino de Santiago con sabor agridulce
Desiré Cifuentes.-
Hoy
deberĂa estar a punto de terminar la que hubiese sido la decima etapa de mi
quinto Camino de Santiago. DeberĂa haber salido de Lugo y estar llegando a San
Romao da Retorta y quedarme tan sĂłlo tres dĂas para llegar a la tan ansiada
Plaza del Obradoiro. Este año era muy especial poder cubrir los casi 320
kilĂłmetros del Camino Primitivo, que separan Oviedo de Santiago de Compostela,
por una promesa que hice hace un año.
Pero todo
se fue al traste hace unos meses, porque dadas las circunstancias que estamos
viviendo, creà que lo más razonable era quedarse en casa. A principios de
junio, un peregrino muy especial, mi boquerĂłn favorito, nos mandĂł a algunos
amigos un enlace por el que podĂamos hacer el Camino de Santiago de forma
virtual.
Sin lugar
a dudas no era lo mismo, pero no lo dudé, me inscribà y el 6 de junio comencé a
cubrir esos 779 kilĂłmetros que, segĂşn la aplicaciĂłn, separan Saint Jean Pied de
Port (Francia) de Santiago de Compostela para completar el Camino
Francés.
En bici,
corriendo, andando y hasta nadando he cubierto todo ese Camino estando muy
lejos del norte de España, pero disfrutando del paraĂso que es nuestra tierra.
Unas veces sola y otras acompañada, por pinares, senderos, acantilados y por
nuestra playa. Visitando municipios vecinos como Conil o Puerto Real y lugares
emblemáticos de nuestro entorno.
AsĂ he
llegado a Santiago hoy, pero sin salir de casa. Objetivo cumplido y satisfecha
de haberlo logrado, pero con un sabor agridulce, porque no estoy delante de esa
catedral ni en esa plaza que tanto hace sentir a los peregrinos.
Ojalá el
año que viene pueda cumplir mi promesa y volver a esa tierra que adoro y a sus
caminos que, de forma desinteresada, me han dado tanto en los últimos años.
¡¡¡¡Buen
Camino!!!!
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