Mercedes Estrada, la abuela coraje de Chiclana, tendrá que seguir esperando para que le devuelvan a su nieta, tras recurrir la Junta el fallo judicial
La Consejería dijo que aceptaba la sentencia, pero la recurrió al Supremo el último día en el último minuto, conjuntamente con los padres preadoptivos
El
inesperado recurso presentado por la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales
y Conciliación, a la sentencia, la segunda, de la Audiencia Provincial de
Cádiz, por la que Mercedes Estrada, la
abuela coraje de Chiclana, podía recuperar a su nieta, tras cinco años de
disputas judiciales contra la Junta de Andalucía, ha evitado que la niña, que
vive en una localidad de Granada en situación de preadopción, regrese a su
familia verdadera.
Nadie
entiende que dicha Consejería haya recurrido el fallo ante el Tribunal Supremo,
aunque la sentencia no era firme y podía hacerlo, porque en octubre de 2019
aseguró que acataría la decisión de la Audiencia Provincial de Cádiz. Así
mismo, en un programa de Antena 3 (el de
Susana Griso), donde se habló de la
segunda resolución favorable a Mercedes Estrada, esta Consejería se reafirmó en
que no habría recurso y aceptaban la decisión de los jueces.
DECISIONES POLÍTICAS
Parecía que la situación, por fin, le sonreía a esta abuela luchadora, que durante cinco años no ha desfallecido ni un ápice, a pesar de las dificultades que le han puesto. Pero de nuevo una decisión política da al traste con el retorno de la niña a su entorno real, del que salió a los tres días de nacer, cuando se la quitaron a su familia para entregársela a otra granadina.
La Junta
ya había presentado un recurso de apelación contra la sentencia de la Audiencia
Provincial gaditana de noviembre de 2018, que la declaraba idónea para hacerse
cargo de su nieta. Los tres magistrados rechazaron dicho recurso argumentando
que Mercedes “es idónea para
el acogimiento familiar permanente de su nieta, lo que comporta el cese de la
guarda con fines de adopción acordada en resolución de fecha 27 de enero de
2016 y la obligación de la Administración de constituir el acogimiento familiar
permanente a favor de su abuela materna”.
TRAERLA A CHICLANA CADA QUINCE DÍAS
Si la
Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, como aseguró, no
hubiese apelado a última hora como hizo, el proceso no se habría alargado, lo
que sí sucederá y puede que durante años. Una muesca más en la piel, que no la
hará flaquear hasta que la sinrazón se acabe. Lo más triste es que si la Junta
hubiese hecho lo que dijo, la niña ya estaría en Chiclana viviendo con su
abuela y resto de la familia.
De todas
formas, eso no es lo único que entristece a Mercedes Estrada, ya que pidió que
su nieta pudiese venir cada quince días a Chiclana para pasar el fin de semana
con ella. Fue al juzgado y salió favorable, pero la Audiencia Provincial no
sabe cómo actuar a pesar de haberlo aprobado, “porque
dicen que es el primer caso”.
Todo su
gozo en un pozo: “No me entra en la cabeza el
recurso de la Junta y que no sepan cómo actuar en los juzgados para poder traer
a mi nieta quincenalmente”. Señala que “en
tres días me la quitaron y para devolvérmela llevan cinco años. Se equivocaron
desde el principio. Tienen que devolver algo que no les pertenece”.
COMIENZA LA PESADILLA
Todo
comenzó hace cinco años, cuando su hija de 21 años le dijo que estaba
embarazada. No fue una buena noticia porque consumía cocaína y no creía que
pudiera ser la madre que iba a necesitar ese niño. Se dirigió al servicio de
Tratamiento Ambulatorio, les contó lo que le pasaba, que su hija estaba
embarazada y continuaba consumiendo cocaína: “Pensé
que la iban a ayudar, pero avisaron a Servicios Sociales y durante la gestación
no nos dijeron nada”.
Llegó el parto, fue una niña y le tenían preparada la habitación en casa de la abuela. Ese día vinieron de Asuntos Sociales, “pensé que mi hija los había llamado, pero no fue así. Habían hecho un informe y alertaron a todos los hospitales para cuando naciera. Yo estaba muy preocupada por el bebé, por eso di el paso de quedármelo yo”.
Nació en
el hospital de Puerto Real el 2 de marzo de 2015 y le pusieron de nombre Thalía. El día 5 le dieron el alta a la madre y
fueron a recogerlas a ambas, pero se llevaron la primera sorpresa: la asistenta
social del centro hospitalario les dijo que la niña se quedaba allí: “Fue un mazazo muy grande. Me dijo que fuera a la
Junta de Andalucía a firmar un papel aceptando la adopción, cosa que, como es
lógico, no hice”.
NADIE DE LA FAMILIA SERVÍA PARA ADOPTAR
El ente
autonómico había declarado la situación de desamparo de la pequeña y la
entregaron a una familia de acogida, al entender que no se daban las
circunstancias idóneas para que procediera el acogimiento familiar. Mercedes
recurrió esta decisión de declararla como no idónea, asegurando que
teníainestabilidad familiar por su proceso de divorcio, o su presunta falta de
firmeza como madre con su hija, no impidiéndole el consumo de drogas.
Ante esto,
sus hermanas y sobrinas pidieron que se la dieran en adopción a ellas para
siempre, pero la Consejería dijo que no: “Parece
que yo era el monstruo más grande que había”, ironiza la abuela. Para
los servicios sociales de la Junta “nadie de mi
familia era válido”.
No le
quedó más remedio que acudir cada quince días a la Plaza de Mina en Cádiz a ver
a su nieta: “Yo pensé que estaban valorando mi
dedicación a mi nieta, pero no era así. A los diez meses y medio tenía que
volver a verla y no me dieron cita, por lo que llamé para preguntar cuándo
podía ir y me contestaron que ya había sido dada en preadopción a una familia
de Granada”. Segundo mazazo.
VIAJE SEMANAL A GRANADA
Era enero
y tenía pensado llevarle los regalos de Reyes. La vio el 18 y no volvió a
tenerla frente a ella hasta el 7 de febrero del año siguiente, 2016. En todo
ese tiempo “no supe nada de mi nieta. Llamaba a
la Junta y no me podían decir nada, por lo que tuve que buscar una abogada”.
Ésta le
consiguió que pudiera verla dos horas a la semana, una el martes y la otra el
jueves. Hay que recordar que la nieta vivía en Granada, por lo que Mercedes iba
el martes, regresaba y volvía a ponerse en carretera el jueves para estar con
ella una sola hora, regresando después a Chiclana.
Después
consiguieron que fueran dos días seguidos, por lo que se quedaba a dormir en
una pensión. Así estuvo un año. Siguieron insistiendo y como Mercedes empezó a
trabajar en una clínica dental, contactó con la Junta en Cádiz y le dijo que su
empresa le daba libre los viernes para que pudiera ir a la capital granadina a
ver a la nieta, concediéndole de 19,00 a 21,00 horas. Posteriormente consiguió
que fuese de 17,00 a 19,00 horas. Cinco años lleva yendo cada semana a Granada.
Este proceso judicial se alargó durante tres años.
EL JUZGADO LE DA LA RAZÓN
Como dijimos anteriormente, en noviembre de 2018 el Juzgado de Primera Instancia número 4 de Cádiz le dio la razón y revocó la resolución de la Junta, estimando que fuese ella la que denunciara a su propia hija priorizando a su nieta, y valorando, entre otros, su estabilidad, que tuviera otros dos hijos perfectamente normales, el fuerte vínculo sentimental existente entre abuela y nieta, y el cumplimiento del precepto supremo de que en la medida de lo posible los menores deben estar con su familia biológica, desechando así los argumentos planteados para no considerarla idónea.
La
Consejería presentó un recurso a la sentencia “siempre
teniendo en cuenta el bienestar del menor”, que fue desestimado y que es
el que acaban de recurrir al Supremo la Consejería y los padres que tienen a la
niña en preadopción. El abogado que llevó este asunto fue Juan Isidro Fernández.
CHICLANA EN EL PUNTO DE ENCUENTRO
En estos
años, Mercedes ha tratado de impregnar a su nieta de todo lo que suene y huela
a Chiclana. Cuando llega la Feria de San Antonio le hace un traje de gitana y
la viste cuando se ven. Le pone sevillanas, bailan, etc. En verano instala una
piscina y le lleva conchas de La Barrosa, una sombrilla, y Thalía se baña
mientras a su abuela se le cae la baba viendo cómo disfruta.
También le
lleva muñecas y otros juguetes, hacen pasteles con plastilina, la viste de
princesa, dibujan, le lleva regalitos, colonias, jabón, pasta de dientes,
libros para que dibuje…, y se divierten mucho. Su nieta le ha pintado varios
dibujos y ha confeccionado un collar de macarrones, que luce con orgullo y
guarda con cariño: “Hago todas estas cosas
porque quiero que tenga a Chiclana presente”. Una técnica de la Junta
está presente en cada encuentro.
A causa
del coronavirus ha estado tres meses sin verla, pero no quiso perder el
contacto con su nieta, por lo que acudió de nuevo al juzgado para que la
autorizaran a hablar con ella. Aceptaron su petición y cada día pudieron
hablar.
AYUDA DE LA FAMILIA
Cinco años
son muchos años para poder subsistir por sí misma. Acudir todas la semanas a
Granada ha sido muy duro, y caro, muy caro. Ha tenido épocas de desempleo, por
lo que de no ser por la familia, no habría podido hacerlo sola. Tuvo que
comprar otro coche porque el que tenía lo dejó para el arrastre.
Es mucho
el peligro que corre cada semana. Sin ir más lejos, en su último desplazamiento
atropelló a un perro que le salió al paso y le dejó el vehículo con bastantes
desperfectos, aunque pudo seguir hasta Granada y regresar.

DERECHOS HURTADOS A UNA NIÑA
De momento no le ha hecho falta, pero cinco años de lucha son difíciles de aguantar, aunque la misión sea tan loable como la de recuperar a su nieta: “Le han quitado a una niña durante cinco años, el derecho a estar con su familia biológica”. Familia que seguirá acudiendo cada semana a su encuentro, hasta que el Tribunal Supremo confirme la sentencia por la cual Thalía regrese al lugar donde siempre tuvo que estar y que una decisión arbitraria le ocasionó tantos problemas.
Ahora esa
niña tendrá que empezar una nueva vida, adaptarse a una nueva casa y familia,
con lo que puede suponer para una persona de esta edad un cambio tan brusco.
Esperemos que el Supremo falle pronto y que se pueda cerrar de una vez por
todas, esta triste historia.
No se
puede jugar de esa manera con una niña y el recurso presentado por la
Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, debería tener
consecuencias para quienes tomaron esta decisión, pero como suele pasar en
estos casos, se irán de rositas, políticos incluidos.
ALGO HUELE A PODRIDO EN ESTA HISTORIA
Recordando
a Shakespeare, algo huele a podrido en
esta historia. Hay muchas cuestiones oscuras, la forma en que se la quitaron,
cómo la dieron en preadopción, las trabas que le han puesto para ver a la niña,
que haya dos sentencias favorables a la abuela y la Junta, en vez de reconocer
su grave error, siga recurriendo y retrasando la vuelta de una pequeña de cinco
años a una casa en la que debió estar desde que nació.
Que
Mercedes Estrada haya sido la primera en ganarle la partida a la Junta puede
que sea uno de los motivos de ese empecinamiento en amargarle la vida a ella y
a su nieta. ¿Qué se esconde y quién hay detrás de todo esto? Esperemos que
pronto Thalía pueda jugar en Chiclana y se acabe esta pesadilla.
PACO LÓPEZ
...algo huele a podrido en esta historia. Puedo preguntar si existe alguna consanguinidad entre la familia a la que se le concede la niña y los responsables de la entrega? Esto lo explicaría todo. Si esto fuera así, no podrá esconderse toda la vida y evidentemente sería muy grave, creo que de cárcel.
ResponderEliminarMi modesta opinión.
Nadie tiene poder o capacidad para investigar esto?