¿Controla demasiado Bruselas?
Félix de la Fuente [colaboraciones].-
Que cuadren las cuentas es una cuestión fundamental que nos afecta a todos. Una persona no puede gastar más de lo que ingresa. Cuando llega la hora de las vacas flacas, las familias lo primero que suelen hacer es reducir gastos. Otra solución sería trabajar más para que suban los ingresos, pero esta solución no está al alcance de la mayoría de las personas.
¿Qué sucede si una familia ya no puede reducir más los gastos y no tiene posibilidad de aumentar ingresos? En un estado social, que no quiere decir un estado socialista o un estado del PP, lo normal sería que el Estado, llámese municipio, autonomía o Estado central, viniese en auxilio de esta familia, cosa que no siempre sucede o no en la medida necesaria. No se puede dejar esta responsabilidad a las organizaciones benéficas no gubernamentales.
Si planteamos esta cuestión a un nivel más elevado, tenemos que decir que las cuentas -es decir los presupuestos- del Estado también deben cuadrar. Pero los Estados están en una situación de privilegio. Primero, porque ellos sí pueden endeudarse ad infinitum, y este es un medio muy socorrido, pues los gobiernos se endeudan no a sus costas sino a costa de las futuras generaciones y de los futuros gobiernos.
Además, a diferencia de las familias, ellos no reducen sus gastos propios, sino los gastos que afecta a los ciudadanos -ayudas sociales, educación gratuita – (¿Para cuándo gratuidad de la enseñanza?). Sí, se piensa reducir los gastos en calefacción de los edificios públicos en el próximo invierno, pero esto es a costa de los funcionarios y empleados.
SOBRAN MILES DE CARGOS POLÍTICOS
Y lo más llamativo del caso es que ni los gobiernos ni ninguno de los políticos se han planteado jamás la posibilidad de reducir los gastos propios. Si no salen las cuentas, se sacan de la manga un nuevo impuesto ¿Realmente no hay miles o millones de cargos políticos que sobran? ¿Y sabéis por qué los políticos no se plantean jamás la reducción de cargos inútiles? Porque los partidos políticos se han convertido en agencias de colocación y, por tanto, cuantas más personas coloquen, tanto mejor para ellos y tantos más votos seguros tienen.
Y es ahora cuando debemos preguntarnos, si la Comisión Europea está muy vigilante en cuanto a la calidad de nuestra democracia y en cuanto al nombramiento de los jueces y a la separación de poderes ¿no tiene nada que decir respecto a otros aspectos que afectan más directamente a los ciudadanos y que democráticamente hablando tienen aún más importancia?
¿Le parece bien a la Comisión que presida la UE un país que es campeón en cuanto al paro general, y especialmente al paro juvenil, y campeón en la mala calidad de la enseñanza? ¿Le parece bien que se gasten 147 millones en presidir la UE, como España se va a gastar el año próximo, cuando asuma la presidencia de la UE? ¿Gozan acaso los gobiernos socialistas y del PP de los países de la Unión de unos privilegios que no tienen los gobiernos de otros partidos pequeños?
INCONGRUENCIAS
¿Por qué se aplican a Polonia unas medidas que no se aplican en España, cuando la manipulación de los órganos judiciales por parte del gobierno es muy similar en ambos países? ¿Puede un gobierno emplear alegremente en gastos inútiles un dinero que nos están prestando o regalando otros países de la UE? Y no me estoy refiriendo a los gastos sociales.
¿Puede un gobierno indultar así sin más, sin consultar a Bruselas, a unos condenados por haber malgastado o haberse apropiado de un dinero concedido por Bruselas para los obreros en paro?
Realmente, ¿controla demasiado Bruselas?
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