Inaugurada la exposición “Fernando Salado Olmedo. Sacerdote y ciudadano” en el Museo de Chiclana
Estará abierta al público hasta el 31 de agosto y es el primer acto con motivo del 150 aniversario del nacimiento del padre Salado.-
La exposición sobre el padre Salado ya se
puede visitar en el Museo de Chiclana, tras su inauguración ayer jueves, por el
alcalde de Chiclana, José María Román. La muestra Fernando Salado
Olmedo. Sacerdote y ciudadano, podrá visitarse hasta el 31 de agosto, dando
a inicio a los actos conmemorativos del 150 aniversario de su nacimiento.
También estuvieron presentes las concejalas
Ana González, Manuela Pérez y Susana Rivas, así como miembros
de la comisión creada para esta efemér
ide, entre ellos, el padre David
Gutiérrez; y el sobrino-nieto del padre Salado, Esteban Fernández.
En 2025 se cumplen 150 años del nacimiento de Fernando Salado Olmedo, popularmente
conocido como el padre Salado.
Es un personaje de relevancia que, en
estos últimos años y gracias a donaciones realizadas por Esteban Fernández,
José Verdugo y Carmela Parodi, entre otros, se ha hecho con un
lugar propio, que quiere reflejar el espacio que también en la Historia de
Chiclana ocupa.
A esta pequeña presencia en la exposición permanente del Museo viene a sumársele ahora esta muestra que ofrecerá al visitante un acercamiento a la figura del este sacerdote singular y al contexto desde el que se hace entendible la obra social que llevó a cabo.
DIGNIFICÓ AL JORNALERO Y AUDÓ A LA
FORMACIÓN ESCOLAR
“El padre Salado se distinguió por ser
sacerdote comprometido con las personas que trabajaban en el campo y que luchó
por la dignificación de los jornaleros, pero también por su esfuerzo por la
formación, creando el colegio de La Banda Pan para pan”, comentó el regidor,
resaltando “el trabajo con los viticultores, creándose la cooperativa”.
Agregó que “el padre Salado era una
persona comprometida con su pueblo y que, después de estar en otros municipios,
volvió convencido de trabajar por éste y la mejora de la vida de sus vecinos. Todo
ello le llevó a sufrir fortísimas críticas y fallecer en la pobreza después de
dar todo a los demás”.
Por su parte, David Gutiérrez agradeció “el
esfuerzo por sacar a la luz a personas destacados de la historia de Chiclana,
que es muy rica. Hoy hablamos de una figura tan destacada como el padre Salado,
que entendió su sacerdocio como un servicio a la sociedad y un hombre de su
tiempo, reflejando el trabajo social de la Iglesia”.
Añadió que “visitar esta exposición no es solamente recuperar y valorar la vida de un hombre que hizo historia en Chiclana, sino también a entender el presente y afrontar muchos retos en el futuro”.
SACERDOTE INCÓMODO PARA LOS POLÍTICOS
Aunque otros pontífices ocuparon la
cátedra de San Pedro a lo largo de la vida del padre Salado, ninguno como León
XIII ejerció sobre él tanta influencia. En mayo de 1881 hizo su encíclica Rerum
novarum, documento pontificio sin precedentes, que viene a inaugurar de
manera ya consciente y fundamentar lo que se ha dado en llamar la Doctrina
Social de la Iglesia.
El padre Salado, que comienza a ejercer su
sacerdocio casi a la vez que comienza el siglo XX, cuya primera mitad él vivirá
con lucidez y compromiso, hallará inspiración en la citada encíclica para una
evangelización aterrizada en la realidad de su tierra, la nuestra, manifestando
desde el primer momento su opción preferencial por lo que él entendió como “el
pueblo”.
La prensa de la época hablaba de una
Chiclana hambrienta y en esa lucha contra la injusta distribución de la riqueza
se ponen personalidades tan dispares como Salado o Diego Rodríguez Barbosa,
ilustre chiclanero también presente desde hace unos años en la Exposición
Permanente del Museo.
Fue Salado, frente a lo acostumbrado, un
sacerdote incómodo, consciente de que un Evangelio no encarnado en la coyuntura
de su tiempo, supone una infidelidad respecto del mismo. Desde esta convicción
puso todo su empeño sacerdotal, en atender lo que entendió necesidades no
satisfechas de la gente de su pueblo, apostando por la transformación de unas
estructuras injustas.
UNA HUELLA QUE PERDURARÁ
Y lo hizo desde el ámbito laboral con la
creación, entre otras, del Sindicato de Viticultores; y desde el ámbito
educativo, persuadido como estaba de que la ignorancia fundaba y sostenía el
maltrato del pueblo.
Sindicatos, asociaciones, creación de
escuelas y otros hitos culturales que dejaron huella en la gente, huellas que
perduran lo mismo que perdura ese halo de controversia que nimba el nombre de
un sacerdote, que tanto disgustó a los caciques del pueblo y a ciertos
eclesiásticos, que lo tuvieron constantemente en su punto de mira.
Con los fondos propios del Museo y otras
cesiones temporales de la Hermandad de la Vera Cruz o particulares como Juan
Rodríguez-Tenorio o Enrique Benítez, se ha trazado un breve
recorrido por el hombre y su tiempo a través de sus obras.
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