EDITORIAL AGOSTO 2025-El Pleno ordinario de julio, ordinario, ordinario, ordinario…

Últimamente no corren buenos tiempos en el Ayuntamiento. José María Román está cejijunto. Pintan bastos.-

Narcos, petaqueros, droga, asesinatos mafiosos, cuchilladas, robos, y el alcalde de fiesta en fiesta, sin dar explicaciones de lo que ocurre en su ciudad. Y los quebraderos de cabeza que le están ocasionando las denuncias de Manuel Vela, portavoz de VOX. Como el caso de los autobuses, que llevan varios años funcionando sin contrato alguno. A nuestro regidor no le gusta que le mojen la oreja, no está habituado a ello.

En las últimas semanas Vela ha agitado la calma socialista hasta tal punto, que en el pleno de julio saltaron chispas con dos de los concejales de Román, José Manuel Vera, edil de Policía, Seguridad y Personal, y Francisco Salado, de Vivienda y Servicios Sociales.

Al primero le recordó los graves problemas que tiene la Policía Local, con falta de efectivos, el mismo sueldo de hace veinte años, etc. A Vera tampoco le gustan las críticas. Empleó su alegato en el pleno, principalmente, en llamar fascista a Vela. Los progresistas de izquierda han aprendido la palabra fascista(s), y la repiten cada vez que alguien les lleva la contraria. Incluso afeó al portavoz de los sindicatos policiales que se ajuntaran con el fascista Vela. Respuestas a las quejas y denuncias policiales, ninguna salvo lo del sueldo.

El segundo respondió a un ruego que le hizo un exPP, sobre la denuncia de Vela por su presunta participación en la supuesta coacción y estafa a una inquilina, por la que intercedió para alquilar su vivienda. Con Vela ausente -salió a miccionar-, Salado habló como si fuera Errol Flynn: “¡Estas declaraciones son una muestra más de su inferioridad hacia mi persona, porque sabe que no me llega ni a la suela de los zapatos!”.

DUELO A MUERTE EN EL SALÓN DE PLENOS

Solo le faltó sacar la espada e irse al carajo (pequeña canasta de madera que el palo mayor del buque tenía en su punto más elevado) y gritar a los cuatro vientos: “¡Responde a su ánimo de ensuciar la vida política de Chiclana, esa política basura a la que nos tiene acostumbrados. Y quien siembra vientos, recoge tempestades. Ya se sabe que la basura solo trae suciedad, mal olor y atrae a cucarachas, moscas y ratas!”.

De nuevo en cubierta y dirigiéndose a la tropa, intentando dar una imagen de serenidad: “Después de escuchar estas declaraciones, sigo durmiendo a pierna suelta, tranquilamente, con mi conciencia muy, muy, muy, muy tranquila”. Repetir las cosas varias veces es una de las máximas de los gurús políticos que adoctrinan a sus mandos.

Como poner ejemplos gráficos o citas de famosos: “Me siento como aquel jugador de póker que ve como un jugador, en este caso jugadora, va de farol. Y yo tengo una escalera real”. Aquí debería sonar un gong para darle tensión al momento.

Y, para terminar, un redoble de tambor y pomposidad en la voz e ir subiendo el tono poco a poco: “¡Todo lo que tenga que decir de este asunto tan delicado, se lo enseñaré al juez, porque no voy a dar explicaciones a un chufla (esto con mucho desprecio, énfasis y mirando de soslayo al interfecto) como el señor Manuel Vela!”, arrojándole el guante para un reto al amanecer. Tatachimmmmmmm…

Y el THE END en medio de una pared del salón de plenos. OSCURO.  Así habría quedado de película. Pero la realidad es otra y lo dicho sonó muy diferente. Y lo peor de todo, sin el increpado presente. Ridículo.

Nuestro alcalde, callado y sin llamarles al orden por decirle fascista y chufla a un concejal de este Ayuntamiento. Si hubiera sido al revés… El pleno ordinario fue muy, muy, muy ordinario. Y muy, muy, muy aburrido. Como siempre. Pero esto es lo que hay.