Soledad Ariza recibió la “XVI Capacha del año” que entrega la Peña Carnavalesca “Perico Alcántara”
Más de setecientas personas se dieron cita para escuchar a la chirigota del Yuyu Los James Bond que da gloria verlos.-
La
Peña Carnavalesca Perico Alcántara celebró por decimosexta vez La
noche de los capachas, una cita veraniega que se ha convertido en un
clásico y un aliciente más, especialmente para los aficionados al carnaval. Lo
que empezó como una reunión de amigos de la peña, ha pasado a ser un acto al
que cada año acuden más personas. Y también por quien se homenajea y la
agrupación carnavalesca que actúa. A ello hay que sumarle los chicharrones de
la carnicería Francisco Alcántara.
Este
año el cartel ha sido muy completo. La persona distinguida con la Capacha
del año, Soledad Ariza, es muy conocida en nuestra ciudad por
múltiples motivos, humanitarios o artísticos entre otros. Quien acude a ella en
busca de ayuda por un problema que necesita una intervención rápida, sabe que
hará todo lo posible para solucionar el problema, unos más fáciles de resolver
que otros, pero ella siempre estará ahí.
Tiene múltiples proyectos, que los lleva a la vez y cuando finaliza uno ya está con otro. Por eso Sole es querida en nuestra ciudad. Además, es una artista completa, pues baila, canta, hace teatro y tiene un arte muy grande. Pero, además, le gusta el carnaval a rabiar y quien mejor que una entidad carnavalesca para hacerle este reconocimiento. El galardón está realizado por el artista chiclanero Pedro Rodriguez Kapry.
El
presidente de la peña, José Ruiz, fue el encargado de leer el historial
de Sole y los motivos para otorgarle este premio. El alcalde, José María
Román, fue el encargado de entregarle el galardón, que recogió emocionada.
Su discurso de agradecimiento fue un recuerdo para sus padres y familia en
general, “un martes en Santa Ana, dar un paseo por la orilla de la playa de
La Barrosa, un atardecer en Sancti Petri con olor a sal”.
SER CAPACHA ES…
También “ese poblado marinero que tanto me da. Ser capacha es que un carnicero te ofrezca un chicharrón y tú, al comértelo, se te caen dos lágrimas. Es menos cubatas y más vinos de Chiclana. Es una torta de las monjas, que nada más comértela ves a Dios. Entrar en mi feria arreglá y salir a las horas toda destrozá. Es una muñeca de Marín, la cantera del carnaval, a la que hay que querer y apoyar porque es el futuro. Vamos a quererla más”.
Agregó que es “serpentinas y papelillos, es carnaval, vestirte de mamarracho. Es un pasodoble que se escucha en la puerta de un bar. Una madrugá. Un cante de Rancapino. Incienso, la voz del capataz, y el Nazareno que parece que anda de verdad. Es un 8M, un Basta ya, una bandera de colores que dice abre puertas y ventanas y amar a quien os dé la gana. Es un no a la guerra, un sí a la paz”.
Finalizó
diciendo que ser capacha es “mi batallón, solidario, que siempre dispuesto
está. Es mi proyecto Ayúdame a ayudar. Es la madre que me parió y el
padre que me hizo. Son mis hijos, Noelia y Luis. Y mi compañero
de vida, mi marido. Es mi familia, a la que quiero a rabiar”.
LOS JAMES BOND Y EL YUYU PA COMÉRSELOS
La otra protagonista de la noche fue la chirigota de José Guerrero Roldán, Yuyu, Los James Bond que da gloria verlos. Fue un espectáculo en toda regla, porque además de las coplas de este grupo, que regresaba al Falla después de catorce o quince años, así como otras de años anteriores como De plaza en plaza (Los palomos), Estampas goyescas o Los últimos en enterarse (Los cabrones), también nos contó historias, chistes, por qué escribió tal pasodoble o cuplé, pero siempre con su gracia infinita.
Yuyu disfruta interactuando con el
público y éste le replica de la misma manera. Es un cara a cara en el que ambos
salen ganando. Y después de cada historia, cada cual más surrealista, otra
copla y a disfrutar del carnaval de verdad, del de siempre, del que nos hemos
perdido tres lustros de ingenio y buenas letras y que por suerte hemos podido
degustarlo en esta XVI Noche de los capachas.
Fue una velada redonda con el homenaje a una persona que se merece esto y mucho más. Unas coplas carnavalescas que se echaban de menos. Una noche espléndida en la que no faltó de nada, un gran ambiente y poniendo el listón muy alto para el año que viene. A ver con qué nos sorprende la Peña el año próximo. Va a tener difícil superarlo.
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