EDITORIAL SEPTIEMBRE 2025-Román feliz como una perdiz: nuestros hoteles los segundos más caros de Andalucía

Nuestro alcalde se ha mostrado muy contento porque Chiclana tiene los hoteles más caros de la provincia y los segundos de Andalucía tras Marbella.-

Está feliz como una perdiz. Ni que fueran suyos y se llevara una buena pasta de ellos. Mostrarse orgulloso de que nuestra ciudad sea la segunda más cara no es normal. Porque la carestía de los hoteles marca el índice de lo que sube lo relacionado con el turismo (hostelería, alquiler de viviendas, legales e ilegales, más de estas últimas), a unos precios prohibitivos para el ciudadano medio.

Desde hace unos años es casi imposible encontrar una casa para vivir todo el año, ya que les es más rentable hacerlo de septiembre a finales de mayo y alquilarla los tres meses de verano por varios miles de euros al mes (en junio rondan los 4.000 y en julio y agosto superan los 10.000, no importa dónde estén y si tienen todos los servicios básicos públicos o si por ser ilegales carecen de ellos). Cuanto más cerca de la playa más cuestan. Incluso las dejan vacías el resto del año.

Han proliferado tanto los alquileres ilegales, que en la zona de La Barrosa se han convertido oficinas y locales comerciales abandonados en pisos diminutos, en los que se adocenan familias en unas condiciones poco recomendables. Pero no les importa. Están en Chiclana, al lado de la playa y podrán presumir en su pueblo o ciudad de haber veraneado en la segunda ciudad más cara de Andalucía.

Claro que eso conlleva sus inconvenientes. Al ser tan caros los lugares donde se alojan, no les queda más remedio que comer y cenar en casa, lo que implica que los restaurantes tengan menos clientes y, por tanto, ganen menos. Y cuando van buscan lugares más baratos y donde por poco puedan cenar todos.

SE PROMOCIONA EL TURISMO CARO

Los grandes supermercados se están poniendo las botas, incluso los domingos, por la cantidad de gente que acude a ellos. En la segunda pista abrió hace unos meses uno de ellos y este verano parecía una feria de las personas que había. Ha dado el pelotazo y ha hecho su julio y agosto, porque no era necesario desplazarse hasta Los Gallos como hasta ahora para llenar la nevera. La forma de veranear ha cambiado mucho y quienes más lo están notando son los hosteleros.

Familias que iban todos los días a comer o cenar lo hacen una o dos veces a la semana, porque no pueden permitirse hacerlo cada día. Los precios de los artículos han subido mucho desde la pandemia, lo que obliga a los hosteleros a incrementar también sus precios para poder aguantar el tirón. No ha sido un buen verano en general para esta, pero a nuestro alcalde le importa un pimiento, porque los hoteles son los segundos más caros de Andalucía.

Nuestro regidor está muy orgulloso de ello. Faltaría más. Se promociona el turismo caro, los chiringuitos de la playa que están en la misma arena, son restaurantes de lujo al estilo de los de Marbella en los años 80, a los que el chiclanero normal no puede ir por los precios. ¿Cuánto durará esta burbuja?

Y encima no tienes un lugar donde dejar el coche cuando vas a la playa, a pesar de la zona naranja. A este paso vamos a ver gente a las 6 de la mañana con las sombrillas, cogiendo sitio en primera línea de playa como en Benidorm. ¿Exagerados? ¿Moriremos de éxito?... Tiempo al tiempo.