Los profesionales del Centro de Especialidades de La Longuera recibieron clases de cómo actuar ante episodios de violencia
Estos ejercicios, organizados por las UPRL en colaboración con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, se enmarcan en el Plan de Prevención y Atención frente a Agresiones de Sanidad.-
La
Consejería de Sanidad, Presidencia y Emergencias continúa su lucha contra los
episodios de violencia en los centros sanitarios apostando por la prevención.
Tras el simulacro desarrollado en el Centro de Salud de Barbate, ha sido el
turno de formar a los profesionales del Centro Periférico de Especialidades de
La Longuera, en Chiclana, y del Centro de Salud de Bornos, que han acogido
sendos ejercicios, organizados por las Unidades de Prevención de Riesgos Laborales
(UPRL) en colaboración con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
En
el simulacro de La Longuera, organizado por la UPRL del Hospital Universitario
de Puerto Real, del que depende, han participado los profesionales, tres
integrantes del Servicio de Urgencia de Atención Primaria (SUAP) del Distrito
Sanitario Bahía de Cádiz-La Janda, cinco miembros de la Guardia Civil de la
Comandancia de Cádiz y una patrulla de la Policía Local de Chiclana.
Además,
han estado responsables y personal del hospital puertorrealeño, así como
miembros de la comisión contra las agresiones a profesionales de los centros
sanitarios, tanto del hospital como a nivel provincial. Los cuatro escenarios
contemplados en este ejercicio, basados en episodios violentos acaecidos en
centros sanitarios, han sido, en primer lugar, una demanda de atención sin cita
previa por parte de un paciente drogodependiente que exige una medicación determinada
a gritos, con insultos, amenazando y con intención de agredir físicamente.
Después
se ha desarrollado otro planteamiento, en el que los progenitores de un menor
de edad solicitan un informe médico a medida, con un diagnóstico determinado, y
al ver que no es lo que quieren irrumpen en la consulta de un médico de familia
que estaba atendiendo a un paciente y lo agreden físicamente.
ENSEÑAR A ACTUAR Y EVALUAR SU REACCIÓN ANTE EL CONFLICTO
En el tercer supuesto, un paciente acude pidiendo cita para un especialista y al no estar de acuerdo con la fecha programada, saca un arma blanca y amenaza con autolesionarse o lesionar a algún profesional. En el último, unos usuarios acuden con un familiar mayor de edad, sobre el cual, una vez valorado por un especialista, se determina la necesidad de ingreso hospitalario. El paciente se resiste y se niega a ser ingresado, pese al deseo de los familiares y antes de que llegue el SUAP para su traslado, trata de darse a la fuga.
Estos ejercicios forman parte de las acciones contempladas en el Plan de Prevención y Atención frente a Agresiones para Profesionales del Sistema Sanitario Público de Andalucía (SSPA), cuyo objetivo es garantizar el derecho de los profesionales a recibir protección en seguridad y salud, así como que se respete su dignidad e intimidad personal en el trabajo.
A
través de los simulacros, se evalúa la capacidad de los profesionales para
gestionar este tipo de situaciones y sus habilidades para alcanzar una
desescalada en los momentos de tensión, evitando así un incremento en la
crispación, tanto del agresor como del agredido.
Asimismo,
se analizan las actuaciones llevadas a cabo, aprendiendo de las recomendaciones
que transmiten los diferentes miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad
del Estado, sobre la base de su experiencia y formación en el manejo de
situaciones de conflicto.
El
Plan de Prevención y Atención frente a Agresiones del SAS incluye otras medidas
como la figura del profesional guía, la atención psicológica a las víctimas, la
mejora de la seguridad en los centros sanitarios y la formación específica de
los profesionales para afrontar este tipo de episodios.







Bla, bla, bla y más bla; pero de asignar a dicho centro aunque solo sea un vigilante de seguridad, nada de nada.
ResponderEliminar¡Ea! Ya han cubierto el expediente, y en caso de que ocurra algo violento, la víctima será la única responsable por haberse dejado agredir.