Los sindicatos policiales continúan pidiendo la dimisión de su concejal, José Manuel Vera, por su incompetencia y mentiras

Mañana miércoles se concentrarán de nuevo ante el Ayuntamiento y asistirán al Pleno, para reivindicar la solución de los problemas que tienen desde hace muchos años.-

Los sindicatos policiales siguen pidiendo el cese o dimisión de su concejal, José Manuel Vera, sobre los graves problemas que tienen desde hace décadas, culpando al alcalde, José María Román, y al delegado de Policía de no actuar para solucionarlos. Afirman que la seguridad ciudadana es cada vez peor por la falta de medios y efectivos. Por ello, se concentrarán mañana miércoles frente al Ayuntamiento, de 10,00 a 13,30 horas, y también asistirán el Pleno Ordinario de Noviembre.

La situación en los últimos meses se ha agravado, aumentando la inseguridad, por lo que piden, una vez más, el cese del edil. Resulta significativa la sinrazón de este conflicto, que viene de hace décadas con diferentes alcaldes socialistas y concejales, ninguno de los cuales ha sido capaz de poner fin a él.

Esta nueva protesta es “por la dignidad de la Policía Local, por una seguridad ciudadana efectiva, por una Policía Local con recursos y protección real, contra el incumplimiento de derechos laborales, porque cuidar a quienes nos cuidan, es una responsabilidad de todos”.

ACTITUD PREPOTENTE E INTRANSIGENTE

Tanto regidores como delegados han mantenido un actitud prepotente e intransigente con la plantilla de la Policía Local, cuando esta lo único que pide es que pongan a su alcance medios y efectivos y que respeten la ley sobre sus condiciones laborales, lo que no han hecho nunca.

La seguridad de los ciudadanos está por encima cualquier interés político o personal y tanto Román como Vera deberían actuar para que los chiclaneros se encontraran seguros y no dejarlos abandonados, sobre todo en verano, cuando destinan el 90% de sus efectivos a los conciertos en el poblado de Sancti Petri.

Mientras allí el alcalde y el concejal disfrutan en la zona VIP de ricas viandas y licores, las dos patrullas que quedan libres deben atender a más de 300.000 personas y los problemas que surjan en esas horas en nuestro amplísimo término municipal, lo cual es imposible.

POLICÍAS DE CARTÓN EN LAS ESQUINAS

La realidad es que “salvo en casos muy puntuales” mayormente hay un agente encargado de todo: vigilar las cámaras, contestar a las llamadas, consultar datos que los agentes piden por radio desde la calle, atender el terminal del 112, coordinar emergencias con Guardia Civil, Bomberos, servicios sanitarios, servicios de limpieza, recogida de animales, así como mil incidencias.

Este verano ese mismo agente, en muchísimas ocasiones ha tenido que compatibilizar durante varias horas debido a la falta de personal, su puesto con el de Atención al Público (objetos perdidos, entrega de vehículos retirados por la grúa, etc..).