Fred Morrison ha muerto

El atardecer medio horneado en el horizonte, una bajamar larga y profunda, la playa cansada tras el largo domingo de verano y mĂ primo Vicente y yo jugando al disco. Domingo de hace más de veinte años. Disco va y disco viene. La memoria, las realidades paralelas que vienen y que van y recuerdos que siempre suben cuestas como los tranvĂas de las ciudades escritas.
Hoy mi primo Vicente y yo hemos ido de nuevo a jugar al disco. HacĂa frĂo en la playa. Mucho. Viento afilado. Mar como con cabreo. Carnaval en las lejanas calles. HabĂa que hacerlo. El frisbee ha estado más tiempo en el suelo que en el aire. Ya no estamos para muchos acuclillamientos. Chándal enfundado hasta los carrillos. Disco que medio va y que medio viene. Alguna risa. DespuĂ©s caras serias. “¡Estamos como en un entierro!”, nos gritamos a travĂ©s de la desierta tarde. Nada de risas yorton.

El padre del frisbee. El creador del disco que con tanta felicidad pespunteaba el final de nuestros domingos veraniegos a los dĂas de las insulsas y tristes estaciones que precedĂan a nuestros veranos, la ha palmado.
Lo primero que lanzĂł al aire Morrison dicen que fue una bandeja de palomitas de maĂz el dĂa de AcciĂłn de Gracias de 1937. DespuĂ©s experimentĂł con bases metálicas para tartas. Los mejorĂł y llegĂł a crear un molde para comercializarlo. CorrĂan los años cuarenta y se decĂa que un OVNI se habĂa estrellado en Nuevo MĂ©xico.
La historia termina hoy. La historia loca del frisbee se cierra con mi primo y yo recogiendo el disco una y otra vez de la arena de la Barrosa y con ese gesto simbĂłlico, transcendente e infantil de enterrar algo. FrĂo. Viento dardeado. La Barrosa vacĂa, aturdida y una bajamar que nunca será como antes. Y mi primo y yo enterrando nuestro viejo frisbee que nos regalaron comprando varios tarros de yogurt lĂquido y que siempre surcará el cielo horneado de atardeceres de nuestras infancias.
Fred Morrison ha muerto y mi primo y yo hemos enterrado para siempre nuestro viejo frisbee. Ya no estamos para muchos acuclillamientos.
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