Primero de mayo: Día de luto nacional

Félix Arbolí [colaboraciones].-  

Hemos celebrado el “Día del Trabajo” con su correspondiente, variopinta y nutrida manifestación, banderas de mil colores, pancartas reivindicativas y sociales y la repulsa e   indignación, ambas cosas a la vez, de miles de ciudadanos de diferentes clases sociales.

No  podemos llamarlos trabajadores porque hace tiempo que han perdido su trabajo, su fe y su esperanza en unos políticos que mienten más que hablan y cuando hacen esto último es para darnos una soberana patada en donde más duele, que en este caso no es el sitio en que están pensando. 

Celebrar la fiesta del trabajo en un país donde hay más de seis millones de parados, familias enteras sin percibir ingreso alguno, recortes en todas partes menos en las uñas de nuestros políticos, pues las tienen muy afiladas, y un futuro tan negro que más vale que tarde en llegar, me parece un sarcasmo y una desvergüenza.

Debería celebrarse el “Día de la Estafa y la Mentira”,  pues eso es lo que están haciendo con un pueblo cuyo único pecado ha sido ir a votar y confiar en unas promesas que sólo existían en el papel del mentiroso y nefasto político de turno.

Se debería haber celebrado mejor un día de luto nacional riguroso, para recordar que vivimos sometidos a una serie de corruptos y sinvergüenzas que sólo tienen en mente gozar un espléndido presente y asegurarse un magnífico futuro, a costa del hambre, la miseria, la injusticia, el abuso, la impotencia y la credulidad de un pueblo que aún creía en los cuentos de hadas y príncipes encantadores.

FALSOS CANTOS DE SIRENAS

Pero nos han vuelto a engañar una vez más al hacernos pensar que nuestros sacrificios y perjuicios se iban a acabar y con sus falsos cantos de sirena caímos como chorlitos al confiar que en España debía quedar algún político con dignidad, sinceridad y vergüenza. Yo fui uno de los estafados por ir a votar, en mala hora, creyendo que nuestros votos iban a servir para solucionar los problemas de España.

Nunca pensé, y ello me duele, que los de la “gaviota” eran halcones disfrazaos y rapaces  tan voraces. Hoy me duele haber aportado mi granito de ingenuidad para contribuir a acelerar el hundimiento de España y ver cómo sin guerra de por medio, regresábamos a los años cuarenta.

Los sindicatos tampoco ayudan nada. Sólo sirven para confeccionar pancartas, pititos y banderas, por lo que perciben sueldos escandalosos y abusivos sus más significados dirigentes y favorecidos, mientras azuzan y soliviantan a los que han perdido su trabajo, su vivienda y hasta las ganas de seguir viviendo en estas lamentables condiciones. Predicar y no dar trigo, guardarlo en sus particulares graneros.

Y no digamos los políticos de las otras ideologías tan dados a criticar de palabra lo que ellos no cumplieron cuando estuvieron al mando de la nave. Ni tampoco saben renunciar en periodo tan crítico a sus muchos privilegios y sueldos escandalosos, mirando de soslayo cuando pasan ante la plebe hambrienta y desesperada.

SORDOS ANTE LA REALIDAD DEL PUEBLO

Un intolerable ejemplo de cuanto expongo: ¿Cómo pueden cobrar dietas mensuales por vivienda ministros, diputados y hasta senadores que tienen fijada su residencia en Madrid? Sólo con las dietas injustificadas que cobran estos señores, que por tal hecho merecen llamarse corruptos, habría suficiente para que muchas familias pudieran resolver sus problemas económicos más esenciales.

Pero ellos se hacen sordos a la tremenda realidad que está viviendo el pueblo y siguen su vida de lujos, abusos, subvenciones y caprichos sin preocuparse del ciudadano nada más que en épocas de votaciones.

Mientras que no haya una persona honesta y decidida que dé un fuerte mazazo en las conciencias de estos desalmados, no podremos salir adelante y superar nuestros problemas. Y por mucho que me empeño, no encuentro a un político con tales cualidades, capacitado y digno de llevar a cabo esta urgente y necesaria misión. Ni entre los azules, rojos, verdes o de cualquier color.

Porque la solución no está en la ideología de los partidos, ni la culpa de nuestros males tampoco, sino en la decencia  honradez, eficiencia y abnegada entrega de las personas. Y por mucho que oteo el horizonte solo veo buitres en un constante planeo buscando insaciables a sus indefensas presas, los infortunados ciudadanos de a pie.

Ya no sólo quitan trabajo, vivienda y ayudas sociales, sino que nos enteramos que el presidente del gobierno ha ido a visitar a la madrastra de Europa, señora Merkell, para ofrecerle el holocausto de nuestra ya depauperada salud, a base de nuevos e intolerables recortes en Sanidad por un importe de varios miles de millones de euros. Una nueva estafa al pueblo. Otro nuevo escándalo. Están convirtiendo a nuestro país en un miserable patio de vecinos muy cabreados.