Nuestros queridos políticos…

Félix Arbolí [colaboraciones].-

Dice Rajoy, que ya ve horizonte al final del camino y otro presidente veía brotes verdes. Ambos se equivocan o intentan engañarnos. Lo único verde es el color de los billetes que los políticos de entonces y de ahora se llevan. El pueblo, el maldito pueblo, no ve verde más que en el color de las lechugas, que es uno de los pocos alimentos que aún están a nuestro alcance.

Es imperdonable y absurdo que le digan al ciudadano que todo va mejor y con buenas perspectivas, mientras la realidad nos demuestra lo contrario. Son ganas de marear la perdiz. Aunque en este caso la perdiz es el pueblo y sus mareos se deben  al hambre y los problemas que soporta.

¡Yo le pido a nuestros políticos que en lugar de hablar, utilicen su sapiencia y aptitud para enderezar el entuerto en que nos han metido y sean los primeros en dar ejemplo de  austeridad, antes de exigírsela al pueblo.

¡Que se recorten de una puñetera vez sus elevados sueldos y emolumentos y dejen de machacar un día sí y otro también al ciudadano! ¡Tengan vergüenza, leche! ¡Ya está bien de hacernos cada vez más pobres para que ustedes sean cada vez más ricos!

Se han convertido en el azote torturador de los que ingenuamente confiaron en sus promesas. Me han jodido mis ideales, mi lealtad a los principios que mamé desde la cuna y mi esperanza en la Humanidad y me han hecho comulgar con ruedas de molino al creer que en ellos estaba la salvación de España. Me he quedado en blanco, porque me han dejado sin opciones políticas.

ASESORES

Leo en “El Mundo” que el presupuesto para pagar a asesores de los ministros supera este año a los del pasado. Solo hasta septiembre ha supuesto un gasto de más de 28 millones de  euros. ¿Tantos millones en tiempos de crisis para “asesorar” recortes y subidas de impuestos? ¡Ni que se trataran de premios Nobel!

Eso sí, todos o su mayoría –aclara el citado diario-,  a base de enchufados nombrados a dedo y familiares, con sueldos superiores a tres mil euros mensuales. Cualquier funcionario o empleado lo haría con más sentido común y experiencia de lo que conviene e interesa al ciudadano.

Como ya es habitual la crisis la pagan los funcionarios que opositan y el personal laboral, que no solo es el que realiza sus funciones en oficinas y otros servicios, sino  médicos y personal sanitario, profesores, policías, bomberos, etc., cuyo presupuesto sí bajó un cuatro por ciento en relación al pasado año. ¡Mucha cara, no! Nada extraño que el hijo de Esperanza Aguirre, -la que ahora se da tantos golpes de pecho y lanza amenazas a sus antiguos compañeros-,  figure como asesor del Secretario de Estado de Comercio. 

Ya puede tener usted un hijo más preparado y capacitado y con una carrera hecha a base de notas brillantes que tendrá que emigrar o armarse con la escoba y barrer las calles, que no los despachos, de tanta suciedad.

Rajoy, cuenta con 267 asesores y Zapatero tenía 369. En algo se ha ganado. Ahora bien, o no aparecen por su trabajo o necesitan un estadio de fútbol para montar despachos y oficinas. Que mis hijos y nietos puedan tener problemas, porque estos señores crean que el “cortijo” es suyo y quieran vivir a lo grande, me parece reprobable  e insultante.

HOSPITALES

Nos venden los hospitales, cesan a médicos y personal sanitario y nos quieren privar hasta de las medicinas. ¡Mátennos ya de una vez de hambre y enfermedades y así se quedan ustedes más tranquilos, aunque sin idiotas que les paguen sus caprichos! ¡Fíjense cuánto se ahorrarían si mataran a todos los que ya hemos pasado el Rubicón de nuestras vidas!

Desde luego, mucho menos de lo que supondría el recorte de los insultantes sueldos, dietas y comisiones de tanto político sanguijuela y el recorte de un parque móvil oficial que es el más  abundante de todos los países europeos y hasta norteamericanos.

Es más fácil y humanitario sacar los euros para sus lujos y caprichos del hambre, el trabajo y los impuestos a los que ya no pueden dar ni las buenas noches. Cuanto antes muramos mejor para la Hacienda, que ya no es de todos, sino de los que no pasan por ventanilla y se lo llevan “recién horneados” a Suiza o a las Caimanes y gozan de todas las consideraciones. Bochornoso. Es una falta  de  consideración que raya en lo demencial.

Pero nuestros políticos, de todos los colores, tienen más conchas que un galápago y les resbala. Cierran empresas grandes y pequeñas,- es alarmante la quiebra de las más importantes de nuestro país, con miles de sueldos a sus espaldas y más chocante aún la pasividad del gobierno ante tal desastre social y económico.

EL DESCARO POLÍTICO

Todo se derrumba menos la Banca, que obtiene sus mayores beneficios en este tiempo de crisis, para vergüenza de los que lo permiten y no se los recortan, como al explotado ciudadano.

No es extraño que con este proceder aparezcan cada día nuevos bancos y financieras, con el decidido propósito de rebañar las migajas que aún les queda al ciudadano en el forro de sus bolsillos, ofreciéndoles unos cantos de sirenas que a lo peor acaban, como en los ya conocidos, con llantos y angustias cuando descubran que sus ahorros han ido al limbo de “los” preferentes.  

Para nuestros políticos la crisis les suena lejana y no intentarán minimizarla recortando el elevado número de senadores y diputados que con  impunidad y descaro viven ajenos a las estrecheces económicas y agobios laborales del resto de la ciudadanía, como si de ellos fuera no solo la “piel de toro”, sino hasta la teta de la vaca. ¿Usted cree que sirve de algo protestar…?