Logo Derecho - Bann

A propósito de “La Comandante Zaida y el honor militar”- (Contestación a un anónimo)


Félix Arbolí [colaboraciones].-  

A lo largo de mi vida como periodista y escritor he tenido momentos inolvidables  y felices y también decepciones, insidias, malentendidos y críticas torticeras. Es el peaje que ha de pagar el que escribe temas un tanto complicados y que no suelen satisfacer a todos.

No me molesta y veo lógico este proceder ya que nadie debe creerse único poseedor de la verdad. Se ha de respetar las críticas de los lectores siempre que no traspasen los límites de lo correcto, el insulto, ni falseen la idea que ha querido exponer el autor.  Soy un convencido de que estoy en pleno aprendizaje.

Es difícil acertar cuando uno se mueve en el terreno resbaladizo del periodismo y la política actual, donde ni sus propios protagonistas hacen lo que deben y nos prometieron.  No hay dos españoles, incluso unidos por fuertes lazos familiares, que no tengan sus trifulcas y discrepancias cuando tratan este asunto, aunque se quieran más que su propia vida. . 

Yo flipo muchas veces pues no sé si sigo en el mundo donde nací o sin darme cuenta, he traspasado la barrera del espacio y me hallo en una galaxia desconocida. He publicado en la revista “PUENTE CHICO” de Chiclana y en mi Facebook, el artículo “La Comandante Zaida y el honor militar”, con resultados diametralmente opuestos. 

CONDENADO A LA HOGUERA

En la página me he llevado la grata sorpresa de que ha caído bien entre mis lectores. A todo el que escribe le gusta sentirse leído, comprendido y mucho más, aceptado. Es el premio que se obtiene, aparte de la satisfacción personal de poder exponer y confiar a los demás nuestro “yo” más sincero. Nuestro premio sois los lectores y amigos que con paciencia y una generosidad sin límites, nos animáis y nos leéis.

En la revista chiclanera, si estuviésemos en tiempos de la Inquisición, seguro que mi anónimo crítico me condena a la hoguera y no precisamente de las vanidades. Me ha tachado de todo cuanto no soy. Escribe que debo ser partidario de los gobernantes anteriores a la democracia, porque critico los nombramientos a dedo.

Yo lo único que condeno es que se nombre a dedo como ministro a una persona que no me parece cualificada, ni capacitada para ello, por  enchufismo o amiguismo, sin adentrarme en lo que se comenta que tiene relaciones o negocios con firmas armamentistas.

No me gustó, ni considero apropiada y correcta su actitud y proceder ante el Parlamento, no solo por no apoyar como ministro del Ramo a la víctima de un acoso sexual, comandante y mujer, por parte de un superior que no supo respetar y dignificar la institución y el uniforme y por lo que fue juzgado y condenado.

MENOS BILIS Y MÁS CONOCIMIENTOS DE CAUSA

Para este señor era la denuncia de la agraviada la que ponía en entredicho el honor militar, cuando fue el culpable de los constantes atropellos y sus compañeros que la marginaron, los que más daño han causado a la limpieza e integridad moral de nuestras Fuerzas Armadas.

Esos hombres y mujeres que desempeñan y han culminado una carrera ejemplar, dura y generosa al servicio de la Patria, por la que muchos han dado su propia vida. Si este inciso le molesta a mi “crítico” o  lo considera anti demócrata, no me importa lo más mínimo.

Tampoco me  agradó y convenció que este ministro mandase callar a la diputada que lo interpelaba, como si estuviera dando órdenes a un recluta en periodo de instrucción. Me llama asimismo colaborador de la dictadura franquista por mis años trabajados en el ministerio de Marina, luego de Defensa, sin tener en cuenta que un funcionario de carrera es apolítico y no pierde su puesto cuando lo hacen sus jefes. 

Fui funcionario con el régimen de Franco, con Ansón de Alianza Popular, con Serra del PSOE y con los que ocuparon este cargo hasta mi jubilación en 1997. Hay que hablar con menos bilis y más conocimiento de causa.

EN DEFENSA DEL HONOR Y LA IGUALDAD DE LA MUJER

A la hora de enjuiciar un texto hay que tener en cuenta lo que ha querido decir o informar su autor y no utilizarlo como una válvula de escape de la que salga todo la fobia acumulada, sin que el autor criticado tenga nada que ver con el fanatismo y el acumulado rencor de ese discrepante.

Mi artículo sobre “La Comandante Zaida y el honor militar”, lo he hecho, como es habitual, intentando defender el honor y la igualdad de la mujer, ya sea como militar, trabajadora o como ama de casa, que también es trabajo digno, sufrido, importante y mal pagado, por cierto.

Ignoro quién pueda ser mi controvertido lector y crítico, pero quiero creer que lo hizo en un  momento de ofuscación, sin ánimos de incordiar. El hecho de ser chiclanero como yo, me merece aprecio y respeto y seguro de que si nos encontráramos alguna vez en  Chiclana, cosa que dudo ya, nos daríamos un abrazo y brindaríamos con una copa de “Reñidero” o fino “Palillo” por nuestro paisanaje y amistad.



No hay comentarios

Los Comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de sanciones legales.

Por favor al redactar tu comentario sobre EL TEMA, cuida las formas.
No utilices 'copiar y pegar' para grandes textos, ni mayúsculas en exceso. No poner textos en el nombre. No direcciones web externas. Mejor sin abreviaturas SMS. Los comentarios pueden ser borrados (ver Advertencia Legal)
.