Prevenir la silicosis, objetivo de la “Asociación de Empresarios de Encimeras y Afines”
Asistieron miembros de medio centenar de empresas del sector de toda Andalucía.-
Días pasados tuvo lugar en el Hotel “Alborán” la primera jornada informativa que organizó la “Asociación de Empresarios de Encimeras y Afines” (“ASEEYA”), en la que se realizaron diversas ponencias sobre asuntos de vital importancia para el sector.
Rocío Rodríguez de la Rosa, presidenta de “ASEEYA” dio la bienvenida a los representantes de cincuentas empresas venidas de toda Andalucía. José Francisco Manzano Olmo, Asesor Laboral y Jurídico de la entidad, habló sobre la administración de la asociación y actuaciones llevadas a cabo.
Los empresarios del sector del mármol estaban muy interesados en informarse sobre la actualización de la formación para prevención de la silicosis y sus consecuencias en la empresa.
En los últimos años los marmolistas se han encontrado con un grave problema, la silicosis. Ésta ha ocasionado enfermedades graves en bastantes trabajadores, con la muerte de dos de ellos en nuestra ciudad. Los empresarios también corren el mismo riesgo, pero los afectados a quienes culpan es a ellos, cuando lo que han hecho es trabajar materiales permitidos por la legislación española, que contaba con todos los predicamentos y seguir el protocola de seguridad de riesgos que les indicaron.
PONENCIAS
Juan Pedro Cabrera Eisman, Jefe del Servicio de Gestión, Autorizaciones y Estadísticas de la Dirección General de Seguridad y Salud Laboral, perteneciente a la Consejería de Empleo, Empresa y Comercio de la Junta de Andalucía, fue el primero en hablar sobre este asunto.
Continuó Francisco Javier Leal Reina, Jefe del Departamento de Promoción de la Dirección General de Relaciones Laborales, Seguridad, y Salud Laboral, de la misma Consejería.
Cerró Patricio Peñas de Bustillo, médico especialista en Medicina del Trabajo del Servicio de Prevención de Riesgos Laborales de ANESCO. Los tres explicaron a los presentes los pasos que deben dar para prevenir la silicosis en sus empresas, así como recomendaciones de cara al futuro más próximo. Como coordinador estuvo Manuel Barbosa, secretario de “ASEEYA”.
AFECTADOS
En Andalucía se han dado, oficialmente, 252 casos de silicosis de 2007 a 2015, de los que 85 han sido en Cádiz y 56 de ellos en Chiclana, con dos fallecimientos hace unos meses. Leal Reina mostró su extrañeza porque en 2015 sólo hubiera habido en nuestra ciudad un caso, cuando años antes superaron los cincuenta.
Explicó que la primera medida que deben tomar es “separar al enfermo del peligro, pero hay algunos trabajadores que siguen faenando, por lo que es un contrasentido que luego denuncien a los empresarios, que se lo han permitido por su insistencia. Tanto uno como otro son responsables de lo que suceda. Si a un empleado se le detecta la enfermedad, aunque sea en la cota más baja, debe enviarlo al médico e impedir que siga trabajando. La mitad de los diagnosticados con silicosis continúan trabajando”.
Recientemente se ha conocido que se han dado 61 partes de alta por curación de la silicosis, cuando ésta es crónica y una vez cogida ya no se puede sanar. Eso no es óbice para que estas personas puedan tener una buena calidad de vida, pero siempre alejadas del mármol y otros materiales con los que trabajaban. También empiezan a proliferar las propuestas de incapacidad.
Recomendó el técnico de la Junta que se asesoren “ante cualquier producto. Pídanle al fabricante todos los papeles sobre los artículos que vayan a adquirir, compren sabiendo lo que meten en su empresa. Después, ustedes son los responsables de lo que pase”.
PREVENCIÓN
Prevención fue la palabra más pronunciada en la jornada: “Todas las etiquetas deben poner todo lo que lleva el producto, no adquieran nada sin un informe del servicio de prevención de la empresa”, señalando que “hay que revisar habitualmente la prevención con el servicio encargado de ello”.
El médico Patricio Peñas por su parte, disertó sobre el protocolo de vigilancia sanitaria de la silicosis: “El producto es nuevo, más agresivo que el de la minería, por eso ha causado tanto revuelo el número de personas afectadas en mucho menos tiempo de lo que suele ser habitual”.
Recomendó “hacer un reconocimiento médico al trabajador antes de contratarlo, porque una vez hecho, aunque ya venga con la enfermedad de otra empresa en la que estuvo anteriormente, culpará a la actual”. Habló así mismo de los diferentes tipos de silicosis, crónica, aguda y acelerada.
Comentó que “hay materiales alternativos a los que se han estado utilizando hasta ahora, que vienen, curiosamente, del mismo sitio. ¿Por qué no han quitado del mercado los productos dañinos y los sustituyeron por los que no lo son o tienen mucho menos peligro?”.
PRODUCTO PELIGROSO
Finalizadas las ponencias se abrió un coloquio. Los empresarios preguntaron a los técnicos de la Junta y al especialista en la prevención de riesgos laborales por numerosas cuestiones. Mostraron su enfado por no haber sido informados de las normas de seguridad que habrían de mantenerse ante un producto del que nadie les advirtió qué contenía.
Comentaron que debió advertirlo el organismo público que autorizó su comercialización y posteriormente el que ha de vigilar lo que se conoce como velar por la seguridad e higiene en el trabajo. “No se nos advirtió sobre su peligro y ahora lo estamos pagando nosotros, que somos el eslabón más débil de la cadena”.
Así lo refleja el artículo 40 de la Constitución Española: “Los poderes públicos velarán por la seguridad e higiene en el trabajo”. Por otra parte, el artículo 41, en su apartado 1 de la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales es claro: “Los fabricantes, importadores y suministradores de maquinaria, equipos, productos y útiles de trabajo están obligados a asegurar que éstos no constituyan una fuente de peligro para el trabajador, siempre que sean instalados y utilizados en las condiciones, forma y para los fines recomendados por ellos”.
¿Cuándo se avisó del índice de sílice que contenía el aglomerado de cuarzo? Según un informe de la Inspección de Trabajo, a partir de 2010. La enfermedad aparece a los 5, 10, 15 o 20 años del contacto de ese producto de aglomerado de cuarzo, lo que ahora es visible ya se adquirió hace tiempo, se quejaban los miembros de “ASEEYA”.
MEDIDAS DE SEGURIDAD
También les confirmaron que “no hay una prevención total a la silicosis, pero es muy importante trabajar bien en este asunto con formación a los trabajadores y ellos mismos, así como en seguridad”.
Juan Pedro Cabrera fue contundente: “El empresario también tiene sus derechos y debe denunciar al trabajador que no haga bien su tarea o se niegue a hacerse un reconocimiento”.
Respecto a las medidas de seguridad, los tres ponentes coincidieron en que aunque la ley diga que con hacerle al operario una radiografía ya sirve, “nosotros recomendamos que para mayor seguridad y para que se queden todos tranquilos, es más efectivo realizar un TAC, aunque sea bastante más caro, pero de esta forma empresa y trabajadores sabrán de forma fidedigna si están o no contagiados de silicosis”.
La “Asociación de Empresarios de Encimeras y Afines” salió muy satisfecha de este primer encuentro y ya está pensando en llevar a cabo otros para informar a sus asociados de las cuestiones que les afectan. Saben que no pueden bajar la guardia, máxime cuando algunos de ellos han sido denunciados por empleados con silicosis en el juzgado. Aunar esfuerzos para luchar contra la silicosis es su principal objetivo.
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