Si un día España se llamara Cataluña
Félix de la Fuente [colaboraciones].-
“Cosas
veredes, amigo Sancho”. Que España
es una colonia de Cataluña desde que Pedro Sánchez necesita los
votos de Puigdemont, es algo a todas luces evidente. Que esto puede
llegar a más, si la legislatura continúa, es algo que entra dentro de la
sumisión esclavista del actual jefe de gobierno.
Como
estos hechos están provocando una cierta aversión frente a los españoles que
vivimos en Cataluña, quiero aclarar algunas circunstancias. Primero, esta
aversión está en cierto punto justificada, pues el principal apoyo a Sánchez se
lo han dado los votantes catalanes.
Segundo,
muchísimos españoles -catalanes y no-catalanes- han sido engañados, pues ni
Sánchez ni Illa se parecen lo más mínimo a un partido verdaderamente
socialista. Lo he dicho muchas veces: “Si Spaak, Willy Brand o
Jacques Delors levantaran la cabeza” los echarían a palos. Pero el
engaño no lo justifica todo. Si una persona ha sido engañada, en parte es
porque se ha dejado engañar.
Por
otro lado, que Junts chantajee a Sánchez es algo normal, pues la ocasión se la
brinda el mismo Sánchez en bandeja. Lo que no consiguió con un levantamiento
anticonstitucional, se lo está ofreciendo gratuitamente Sánchez. Junts no está
engañando a nadie. Pero lo que sí es anormal es que el Partido Socialista
catalán colabore en el chantaje a Sánchez. Claro que los que llevamos ya un
tiempo viviendo en Cataluña sabemos que el PSC tiene muchísimo más de
independentista que de socialista.
¿Qué
es lo que pretendo decir con toda esta mezcla de ideas? Primero, que la víctima
del chantaje no es Sánchez, sino los españoles y, entre estos, muchísimos
catalanes. Los que vivimos en Cataluña no somos los chantajeadores sino parte
de los chantajeados. Segundo, que, si Sánchez ha tenido tantos votos en
Cataluña, no es tanto por méritos propios sino por el abandono en que nos han
dejado los demás partidos.
También
está claro que la mayoría de los catalanes no estamos por la independencia de
Cataluña, aunque sean muchos los siguen identificando al PSC con el PSOE, a
pesar de que el PSC es un partido nacionalista/independentista. Tercero, que
los partidos nacionalistas tienen unas fauces devoradoras que nunca quedan
satisfechas y que, por último, si un día Junts le exigiera a Sánchez la
independencia de Cataluña a cambio de sus votos, éste no dudaría lo más mínimo
en facilitársela, pues, si de él dependiera, hasta el nombre de España vendería
por un puñado de votos.
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